Por Camila Parodi y Laura Salomé Canteros / Fotos por Marina Carniglia y Facundo Nívolo
A casi siete meses de la desaparición de Diana Estefanía Colman en la ciudad de Guernica, su madre Isabel y su hijo de 10 años sufren las consecuencias en su salud de la inacción de las y los funcionarios de las instituciones que deberían responder ante los pedidos de la ciudadanía. Cuando las instituciones no entienden de angustias el “ni una menos” pasa a ser un slogan.
Cuando decimos que las instituciones del Estado son inhumanas no exageramos. Las falencias del poder judicial no se acaban en la inoperancia ante la búsqueda en la desaparición de las personas, sino que sus acciones también afectan a las y los familiares de las víctimas. El hijo y la madre de Diana Colman, la joven desaparecida en Guernica desde el 19 de junio de 2015, se encuentran en una situación compleja de salud, afectación que se acrecienta con el correr de los días sin la aparición de quien es su madre e hija respectivamente.
Isabel Colman, como mujer, es otra víctima de las instituciones patriarcales y que atentan contra la vida y los derechos de las mujeres. G., de 10 años, se encontraba exclusivamente a cargo de su madre, o sea que asumía todas las responsabilidades del cuidado y la crianza, como sucede en gran parte de las parejas con hijos e hijas de la región.
G. tiene que operarse la mano derecha debido a las consecuencias de un accidente doméstico que tuvo a los 8, sin embargo, esta situación aún no puede ser resuelta dado que Diana, su madre, tiene que firmar la autorización. Para ello Isabel, realizó un pedido a la fiscal Cristina La Rocca para que colabore asesorándola con la documentación que necesita para que el niño pueda ser operado, ya que al ser caratulada la desaparición de su hija como “averiguación de paradero” no tiene forma de decidir sobre la vida de su nieto. Sin embargo hasta la fecha no ha tenido respuestas.
Las instituciones no entienden de angustias
Cuenta su abuela Isabel que G. se angustia mucho ante el desconcierto de la situación de su mamá y la sensación de abandono que le produce. Gracias a la red armada a través de la “Campaña por la Aparición de Diana Colman”, docentes se propusieron acompañar y articular la situación del niño con la escuela y la unidad sanitaria más cercana. Si bien, tanto sus compañeros y compañeras de la escuela como las integrantes de la campaña, se preocupan por su salud y su situación en general nuevamente para el niño las instituciones replican la cara del abandono. Isabel, aparte de continuar con la lucha por la aparición de su hija, se propuso realizar los trámites para tener la tutela sobre su nieto de forma tal que ante tanta hostilidad en la historia de vida del niño comenzara a vislumbrar un poco de dignidad.
Pero la historia no termina allí, el martes 12 de enero Isabel, la mamá de Diana tuvo dos infartos. Inmediatamente fue internada en Guernica, sin embargo su situación requería de un traslado urgente a un centro médico adecuado para hacerle una angioplastia, ya que el hospital no disponía de los recursos suficientes para asistir la delicada situación de salud que atraviesa. Ante la inoperancia del sistema de salud que se suma a su colección de impunidad de las políticas públicas fue trasladada al hospital del cruce de Varela.
Los dos infartos que sufrió Isabel no son más que el producto de la angustia que como madre y abuela viene atravesando desde la desaparición de su hija hace casi ya 7 meses. Y en el hospital, la revictimización, ya que estaba en el pasillo del sector guardia del hospital porque terapia intensiva estaba llena. Así que con su delicada salud veía todas las urgencias que pasaban delante de ella. Había empezado a sentirse mal el sábado 9 en el velorio de Anabelia.
Por ello, a partir de esta situación concreta movimientos y organizaciones sociales que acompañan el pedido de justicia y aparición de Diana Colman aprovecharon para volver a evidenciar una situación impune contra la que día a día se enfrentan.
En ese marco, la Campaña Nacional Contra las Violencias Hacia las Mujeres responsabilizaron a través de un comunicado difundido en las redes sociales “a la Justicia machista por su inactividad, desinterés y falta de investigación seria por la desaparición de Diana, la que se ha visto reflejada en las pocas medidas dispuestas por parte de los agentes judiciales que puedan arrojar datos certeros acerca de su desaparición, y que demuestra, una vez más, la inoperancia tanto del fiscal como los jueces, cuando de la vida de las mujeres se trata”. Por su parte, las organizaciones nucleadas en la Campaña exigieron el “cambio de caratula del expediente, que dé lugar a otras hipótesis investigativas que demuestren que Diana no se fue por su voluntad de su casa, dejando a su familia e hijo”.
Presidente Perón, donde el “ni una menos” es un slogan
La familia, amigas y vecinos de Diana, a la vez que no se rinden en la búsqueda de la joven, acrecientan la lucha y la contagian. Es así que desde la “Campaña por la Aparición Diana Colman” mostraron solidaridad acompañando a la familia de Anabelia Echevarrieta, de 38 años, quien estuvo desaparecida desde el 28 de diciembre y hasta el 5 de enero, fecha en la que la familia recibió la confirmación de que había sido asesinada y prendida fuego.
“Durante el día de ayer se confirmó que el cuerpo calcinado de una mujer que fue encontrado en Guernica correspondía a Anabelia Echevarrieta, desaparecida en nuestro distrito el 28 de diciembre de 2015”, decían desde la Campaña el pasado 9 de enero, a la par que denunciaban, “el maltrato de las fuerzas policiales y judiciales nos tocan de cerca”.
“Se negaron a recibir la denuncia”, “por parte de la policía no recibimos respuestas”, decían desde los carteles la familia y amistades de Anabelia en la marcha que realizaron por las calles de Guernica el 4 de enero. “Necesitamos su colaboración”, expresaban, ante la indiferencia de las instituciones, el funcionariado público y el poder judicial. “Inacción policial”, decía una de las banderas centrales de la movilización. La familia de Anabelia se reunió con la fiscal Cristina La Rocca el 5 de enero, quien le habría comunicado la fatal noticia.
Días atrás, el 14 de diciembre de 2015, la intendenta Carolina Biroulet tomó juramento a sus funcionarios/as, acompañada por el diputado provincial y jefe comunal con uso de licencia, Aníbal Regueiro, quien prometió redoblar los esfuerzos “por los vecinos” y convocó a la oposición a trabajar en conjunto desde la Intendencia de Presidente Perón y la Legislatura provincial. Sin embargo para la vida sin violencias y en libertad de las mujeres parece no haber compromiso político ni agenda de urgencia.
La investigación por el ¿femicidio? de Anabelia, la búsqueda del o los responsables, se encuentra en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) en turno de Presidente Perón, descentralizada del Departamento Judicial La Plata.
Y ante la indiferencia e inacción judicial, policial y de la política hegemónica, la respuesta popular, “sólo con la organización solidaria entre todos, vecinos, organizaciones políticas, culturales, sindicales, estudiantiles y barriales, podemos cambiar esto y conseguir un poco de justicia”, dicen desde la Campaña por la Aparición de Diana Colman, “por Anabelia, por Diana, por todas las mujeres asesinadas y desaparecidas, dijimos ´ni una menos´”.
El próximo miércoles, 19 de enero, se cumplirán 7 meses de la desaparición de Diana Estefanía Colman.