Por Mauricio Polchi – @MauriElBueno
El gobierno de Mauricio Macri ejecutó un decreto que pasa la ARSAT a la órbita del Ministerio de Comunicaciones que conduce Oscar Aguad. Su yerno, Rodrigo de Loredo, será el director. Henoch Aguiar, ex Secretario de De la Rúa, será el vice. Juntos, manejarán la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima que puso en órbita al primer satélite en el espacio.
El yerno
El pasado 17 de diciembre las acciones de la compañía ARSAT pasaron del ahora inexistente ministerio de Planificación Federal al flamante ministerio de Telecomunicaciones. Por decreto, la cartera que conduce Oscar Aguad asumió el 98% de los derechos derivados de la titularidad de las acciones correspondientes al Estado nacional en la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales Sociedad Anónima (ARSAT), tal como señala la Resolución 1/2015 publicada en el Boletín Oficial.
En lugar del hasta hoy presidente, Matías Bianchi, fue nombrado el cordobés Rodrigo de Loredo; mientras que el también cordobés Henoch Aguiar reemplazará a Guillermo Rus en la vicepresidencia.
Rodrigo de Loredo, abogado y legislador de su provincia entre 2011 y 2015, fue reelecto en su banca pero la dejará para asumir en ARSAT. Está casado con, Carolina Aguad, hija del titular del ministerio de Telecomunicaciones, quien deberá controlar la gestión de su yerno.
El Secretario
Henoch Aguiar, fue secretario de Comunicaciones durante el gobierno de Fernando De la Rúa, y es docente de las materias Legislación Comparada y Comunicación Organizacional de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad de Buenos Aires. Por su gestión en los tiempos de la Alianza, quedó involucrado en la causa que investigó a funcionarios y a empresarios ante la falta de implementación del “Servicio Universal de Telecomunicaciones”, creado mediante el Decreto PEN Nº 264/98. Las compañías debían realizar un aporte al Estado para la formación del Fondo Fiduciario del Servicio Universal y según la denuncia presentada se habría trasladado ese cargo a los clientes.
En septiembre de 2001 el presidente Fernando de la Rúa se puso del lado de las corporaciones vetó una ley del Congreso. La derogó en su totalidad. La norma autorizaba a los municipios a cobrar una tasa del 2 por ciento a las compañías telefónicas por el uso de espacio público en cada comuna. El entonces secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, justificó el veto y desestimó la decisión de los legisladores en el Parlamento. “Afectaría la seguridad jurídica”, dijo Aguiar.
En aquella oportunidad, De la Rúa faltó a su propia palabra. Se había reunido con los intendentes en Casa Rosada, entre los que estuvo Aníbal Ibarra, por entonces Jefe de Gobierno porteño. Los Jefes Comunales descontaban con la promulgación de la ley a partir de un compromiso que lograron en ese encuentro. Ante la inminente regulación los empresarios de las telecomunicaciones se opusieron y presionaron para evitar la instrumentación. Lo lograron. Decían que esa carga les obligaría a tener que incrementar sus “recortes” de personal. La legislación vetada establecía la competencia municipal para la fijación del derecho de ocupación por el uso diferencial del espacio aéreo y terrestre.
“De la Rúa no tuvo valentía para luchar contra los privilegios y a favor de la autonomía municipal reconocida en el artículo 123 de la Constitución Nacional”, alertó el radical Jaime Linares, quien era el titular de la Federación Argentina de Municipios. En esos días el intendente de Rosario era Hermes Binner, quien calificó de “discriminatoria” la decisión del gobierno nacional y consideró que el veto de la ley “implica un retroceso en la autonomía establecida en la Constitución”.
Mientras se discutía la ley, el propio secretario de Comunicaciones, Henoch Aguiar, sostuvo públicamente que la ejecución de esta normativa “afectaría la seguridad jurídica”.