Por Nadia Fink
El 9 de diciembre pasado el Bloque Ciudad Futura juró y entró en funciones en el Concejo Municipal de la ciudad de Rosario. Conversamos con Pedro “Pitu” Salinas sobre estos pocos días ya agitados y con proyectos hacia adelante.
El miércoles pasado el Concejo rosarino se llenó de banderas rojas rojitas: Junto con Juan Monteverde, Pedro Salinas y Caren Tepp, ingresaban cantidad de militantes para estar presentes en la jura de quienes fueron elegidos por más de 90.000 rosarinos y rosarinas. Y no fue sólo un acompañamiento, sino que es parte de lo que Ciudad Futura viene proponiendo: una pata en la institución y otra en la calle, en los territorios.
Por eso la jura fue por el “Socialismo del siglo XXI”, por una ciudad “digna, que sea de todos” y por “la memoria de Jere, Mono y Patóm”, los tres pibes asesinados por una banda narco en Villa Moreno y por quienes se consiguió llegar (y ganar) a un juicio histórico. Una marca indeleble para las mafias narcos y, también, para quienes estaban del otro lado: compañeros y compañeras, familiares, militantes, que vieron transformar en justicia años de luchas y pasillos de tribunales.
Por eso conversamos con Pitu Salinas, para conocer de cerca lo que proyecta el Bloque Ciudad Futura en estos años por venir, las correlaciones de fuerza que vislumbraron dentro del Concejo y el “Plan Transparencia”, una propuesta que surgió a partir del pacto de gobernabilidad entre el Socialismo y el PRO-Cambiemos que mostraron abiertamente en la aprobación del presupuesto 2016.
-Venían alertando este pacto entre el Socialismo y el PRO desde hacía unas semanas… ¿Qué ocurrió puntualmente el 9 de diciembre con la aprobación del presupuesto 2016 el mismo día que juraron las nuevas autoridades?
Las dos votaciones (la elección de autoridades propias del nuevo concejo y la aprobación del presupuesto 2016) terminaron estando anudadas y muy significativamente: puntualmente, el presupuesto debería haberse votado –o por lo menos existía la mayoría para que se hubiera votado la semana anterior– la semana anterior, pero el PRO jugó hasta último momento y pidió un cuarto intermedio para que se votara el mismo día de la elección de autoridades para que pudieran poner su candidata en la interna del Frente Progresista. Hay una regla no escrita en el Concejo que es que desde ya la presidencia la gana la fuerza número uno en el Concejo, la vicepresidencia primera la fuerza que siguiera y la vicepresidencia segunda, la tercera fuerza… en ese marco, era previsible que la presidencia la ganara el Frente Progresista Cívico y Social, donde había dos candidatos: Daniela León, de línea más radical, más alineada con Cambiemos, y la otra línea que es del radicalismo progresista, por llamarlo de alguna manera, que es también del FPCyS, pero el ala más crítica, representado en María Eugenía Schmuck. Así, el Concejo podría tener otros juegos y podría ser mucho más receptivo a las voces disidentes, que son las que copamos el consejo este año.
Avistando esto, lo que hicieron es primero elegir autoridades, se fue a un cuarto intermedio y si garantizaban que ganara el oficialismo, o que no fueran candidatos del socialismo, se votaría con mayoría automática el presupuesto. Terminamos la votación de elección de autoridades a las 10.30 de la noche y el consejo viejo tenía hasta las 12… entonces 20 minutos antes de que terminara su mandato, formaron el quórum y votaron el presupuesto a libro cerrado; es decir, sin ningún tipo de debate, con un devalúo fiscal de las propiedades, con un aumento de la tasa general de inmuebles de acá a tres años, una ridiculez y una vergüenza…Eso alertábamos por lo menos desde hacía una semana antes: que había un pacto de gobernabilidad, que ya estaba establecido que el socialismo y el bloque del PRO estarían unidos.
-¿Y qué de qué se trata el “Plan Transparencia” que presentaron a partir de este pacto?
El Proyecto Transparencia tiene tres ejes fundamentales:
El primero tiene que ver con conformar en el seno del Concejo la Comisión de Gestión… ¿Por qué? Porque hoy básicamente los estándares de funcionamientos de Concejo no existen, por ejemplo qué oficina le corresponde a cada bloque o qué recursos financieros, cómo se distribuye la pauta publicitaria, los subsidios, etc. Eso queda a la exclusiva potestad del presidente del Concejo. Lo que proponemos es que la comisión esté presidida por él, pero con representación multipartidaria como todas las otras comisiones, para que allí se generen estándares de funcionamiento claros y trasparentes, y que sean accesibles a toda la ciudadanía.
El segundo punto es conformar un nuevo recinto, que tiene que ver más con cuestiones de tecnología. Hoy en el Concejo Deliberante de la ciudad de Rosario no se sabe qué votó cada concejal si no lo levanta un medio. Entonces pedimos que pase lo mismo que en el Congreso: que haya un tablero que refleje qué concejal votó que cosa, quién pertenece a qué bloque, quién estuvo ausente, quién se abstuvo y que además que las sesiones y las reuniones puedan ser transmitidas en streaming para el conjunto de la ciudadanía. De esa manera, la idea es modernizar un poco más la infraestructura pero que sea accesible también quién es cada concejal y cómo vota.
Y por último, y para mí lo más interesante, es un perfil que se llama “moratoria de ordenanzas”. Pasa en cualquier ámbito legislativo que se van aprobando ordenanzas y muchas quedan no reglamentadas porque hay falta de voluntad política del Ejecutivo, hay otras que son impracticables o muchas veces pasa que no tuvieron un protagonismo de los territorios donde va a afectar esa ordenanza y quedan absolutamente en la nada. Proponemos dos cuestiones: con todas las ordenanzas aprobadas de los últimos años, que cada bloque político del Concejo jerarquice cuatro proyectos que consideren, una vez discutidos y generado un consenso con toda la representación parlamentaria en el Concejo, abrir un canal de diálogo con el Ejecutivo Municipal. Entonces, se transmite que la multipartidaria jerarquizó uno 15 o 20 proyectos como fundamentales para reglamentarlos y que se empiecen a aplicar en 2016. La idea de la Moratoria de ordenanza es que funcione para levantar proyectos caídos y derogar lo que haya que derogar, que sean absolutamente impracticables.
-¿Cuáles son los otros proyectos principales que tiene previsto proponer el Bloque Ciudad Futura para su gestión?
Los tres que ya veníamos trabajando en campaña son los que vamos a presentar: Inmobiliaria Púbica, Ordenanza General de Víctimas y la Misión Anti inflación (ver: http://www.marcha.org.ar/elegimos-ser-coherentes-con-nuestra-historia-con-nosotros-mismos/), transformar en política pública este esquema del consumo colaborativo que venimos implementando en 600 hogares acá en Rosario.
-¿Qué posibles aliados o correlaciones de fuerza encontraron en la conformación del nuevo Concejo?
Más allá de la votación puntual de la elección de autoridades, lo que nos pareció es que cuando trabajemos por proyectos, ahí si va a ser mucho más interesante la participación y la composición de mayorías circunstanciales. De cara a lo que viene, si bien muchos no van a ser proyectos estructurales, me parece que vamos a conseguir números auspiciosos; y el que no acompañe determinados proyectos va a tener determinados costos políticos, va a ser muy distinto del que hace la plancha desde hace cinco años atrás.