El diálogo de paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC previsto para el día de ayer comenzará hoy en Oslo, Noruega. Luego las negociaciones continuarán en La Habana desde el 1 de noviembre por un periodo indefinido.
La cancillería noruega difundió un comunicado dirigido a los periodistas que esperan el inicio de las conversaciones de paz, en el que se reitera que la conferencia de las delegaciones se dará el día miércoles. Sin embargo, esto no está confirmado y se maneja con un fuerte hermetismo, al igual que el resto de la información en torno a las negociaciones.
Ante la demora del inicio de las negociaciones entre ambas partes por algunos inconvenientes, el portavoz del Ministerio del Exterior de Noruega, Svein Atle Michelsen, se limitó a repetir que la conferencia de prensa está pensada para el 17 de octubre, y que los inconvenientes eran de orden “logísticos, climáticos y jurídicos”, luego de lo cual no quiso hacer más comentarios, consignó DPA citando a la agencia noruega NTB.
En este marco general se realizó durante el día de ayer en la ciudad escandinava el foro “Juntos por la paz en Colombia”, que busca visibilizar las consecuencias de la violencia en Colombia, que ha desplazado de forma forzosa de sus hogares alrededor de cinco millones de personas, y que tratará los objetivos y desafíos del proceso de paz.
Por lo pronto, la agenda difundida del proceso de discusión entre el gobierno y las organizaciones armadas incluye el desarrollo rural y el mayor acceso a la tierra, las garantías del ejercicio de oposición política y participación ciudadana, el fin del conflicto armado incluyendo el abandono de las armas y la reinserción de los guerrilleros, la búsqueda de soluciones al problema del narcotráfico y los derechos de las víctimas.
Tanto Noruega como Cuba son los garantes de este tercer diálogo formal entre el Gobierno y las FARC, así como Chile y Venezuela ejercerán de acompañantes a lo largo de las negociaciones, que comenzaron hace dos años con los primeros acercamientos.
Otra de las gestiones que acompañan este proceso, es el intento por sumar a un delegado del Ejército de Liberación Nacional (ELN), segunda organización guerrillera más grande de Colombia, a la mesa de paz.
El director de la Fundación Arcoiris, Leon Valencia, acompañante de las negociaciones afirmó que hay gestiones avanzadas para que un delegado del ELN participe en calidad de observador.
Por su parte, el ELN expresó su intención de formar parte de las negociaciones apenas el acuerdo entre el gobierno y las FARC tomó estado público.
Mientras tanto, en Colombia…
Miles de personas marcharon el viernes pasado en lo que se llamó la “Marcha Nacional de los Indignados”, convocada por más de 100 organizaciones sindicales, universitarias y sociales para reclamar la inclusión de la sociedad civil en los diálogos de paz entre el Gobierno colombiano y los insurgentes.
El Movimiento Marcha Patriótica convocó a estas actividades, y su dirigencia señaló que la situación podría devenir en un paro nacional, “si observamos que el gobierno es renuente a nuestras demandas”.
En la misma sintonía, el director del diario La Voz, Carlos Lozano, quien manifestó su deseo de participar del proceso, afirmó que la agenda debería tener un “contenido político y económico que competa a las grandes mayorías desfavorecidas y marginadas”.
“Hasta la fecha el Gobierno se ha negado a que las organizaciones sociales y populares tengan expresión en la mesa (de diálogo), donde estarán en cambio representantes del mundo de los negocios, incorporados por el Ejecutivo”, aseguró el periodista. “Esta marcha es una manera de decirle a la mesa de diálogo: aquí está la sociedad civil”.
Adicionalmente, alianzas campesinas de diversas regiones del país respaldaron tanto la movilización como al proceso de paz que esperan ponga fin al conflicto armado que hace casi medio siglo tiene graves repercusiones en las comunidades agrarias e indígenas.
De esta forma, se sumaron la Asociación Campesina del Norte de Antioquia, el Consejo Mayor Comunitario del Porce Cuatro, la Asociación Agro Minera de Amalfi y Asociaciones, Juntas de Acción Comunal y comunidades del Nordeste y Norte de Antioquia.
A su vez, cerca de 300 intelectuales de Colombia publicaron una carta expresando su apoyo en la que sostienen que “es esta una oportunidad única e irrepetible para poner fin al conflicto armado”.
“Por eso urgimos a las partes a no levantarse de la mesa hasta llegar a un acuerdo final, y a superar los muchos, graves y previsibles obstáculos que acompañarán a un proceso tan complejo como el que hoy comienza”, sostiene la nota.