Por Maru Correa
Este domingo, el cantante, contrabajista y compositor argentino Pablo Tozzi presentará en La Usina del Arte su último trabajo discográfico titulado “Mapas imperfectos de canciones clandestinas”,catorce canciones sobre ficciones, paisajes y temas.
Desórdenes simples, emociones propias que escapan hacia la luz, vuelan, se posan en una voz nítida y descansan en ritmos sosegados. Esa es la identidad que el cantante, contrabajista y compositor Pablo Tozzi le dio a “Mapas imperfectos de canciones clandestinas”, su nuevo trabajo discográfico, que presentará el domingo 6 de diciembre a las 20 en La Usina del Arte (avenida Pedro de Mendoza 501, Capital Federal), con entrada libre y gratuita.
Pablo actuará acompañado de Guillermo Capocci en guitarra, Alan Rodríguez en trompeta, Sebastián Jackimzuck en piano y aerófonos, Horacio Novello en percusión y electrónica y Daniel Corrado en batería. Además, participarán como artistas invitados Paola Gamberale, Lucas Camejo y Patricia “Piojo” Zappia.
Juntos buscarán crear esa noche el ambiente preciso para dar a conocer la obra que consta de catorce canciones, de las cuales dos son interpretaciones: “Volver a los 17”, de Violeta Parra, y “La arenosa”, de Gustavo “Cuchi” Leguizamón y Manuel Castilla. Las demás -dice Pablo- son asuntos relacionados con “sus obsesiones”, como el amor, el desamor, la muerte, pero cuenta que algunas veces también escribe “sobre ficciones que tienen que ver con paisajes o temas” que le dispara la coyuntura.
Completan el repertorio “Sin vos”, “Raíz Madre”, “Milonga de piel de trigo”, “Breve bitácora en tierra firme”, “Rumbo de ausencia”, “Nada por desear”, “Colores”, “Por saber”, “Mi barca y tu río”, “Primavera”, “Diamantes” y “Chocolala”, un bonus track en el que Pablo hace un tierno juego silábico junto a su pequeña hija.
Tozzi tiene 49 años y nació en Avellaneda, provincia de Buenos Aires. Si bien hizo giras por el mundo, su desarrollo musical fue siempre dentro de la Argentina y logró no encasillarse en un género, sino trabajar sus múltiples producciones incursionando en ritmos que fusionan folk, tango, folklore y jazz, con influencias de un arco variado de músicos de renombre como Raúl Carnota, Mercedes Sosa, Jorge Drexler, Miles Davis, autores de la música popular brasileña, entre otros, aunque asegura que “siempre es insuficiente este listado”.
Participó en grabaciones de numerosos músicos, integró conjuntos y compartió escenario con Walter Malosetti, Carlos Lastra, Raúl Carnota, Marcelo “Gillespi” Rodríguez, Pablo Agri, Mariana Baraj, Luis Salinas, entre muchos otros. En 2002 creó La Acústica Cuarteto y editó “Hambre”; en 2005 formó Pablo Tozzi Trío, con el que editó “Visible y Cercano” en 2005 y “Raíz Madre” en 2007. Además, como solista grabó “Ceremonias adentro” (2001), “Cueca negra” (2009) y “De cómo la luna despertó a los girasoles” (2013), todos con participación de grandes cantautores como Liliana Herrero, Daniel Viglietti, Teresa Parodi, Chango Farías Gómez, Franco Luciani, Facundo Guevara y unos cuantos más.
Finalmente, “Mapa imperfecto de canciones clandestinas” fue grabado este año entre España y Buenos Aires y tiene como una de sus premisas “menos es más”, ya que el sonido acústico y la austeridad instrumental marcan una presencia profesional fuerte en materia interpretativa.
Sobre el nombre de este nuevo trabajo, el cantautor relata: “Se trataba de una serie de canciones que estaban condenadas a no ver la luz, a ser un puñado de ideas sólo para mí. Es, a la vez, un ‘mapa’ musical propio y totalmente imperfecto, desordenado, en donde conviven composiciones originales con dos clásicos de la música suramericana, ‘Volver a los 17’ y ‘La arenosa’, que yo podría definir como ‘mi patria musical’”.
Ese mapa revuelto, con fronteras corridas y la necesidad de ser expuesto a la claridad, es lo que le permite a este artista pensarse desde una propuesta permanente, pero ya con una idiosincrasia: “Sentí que me establecí como músico cuando comencé a ser consciente de mis elecciones musicales. Desde con quiénes compartir proyectos hasta saber poner en una canción lo que me representa, es decir, lograr un lenguaje propio”.