A pocos días de cumplirse el 35 aniversario de Abuelas de Plaza de Mayo, durante la tarde de ayer, desde la organización de derechos humanos anunciaron la aparición de la nieta número 107. La bebé, nacida en cautiverio el 11 de octubre de 1978, a pocos días de cumplir 34 años podrá festejarlos junto a su verdadera madre.
La nieta número 107 implica un nuevo avance en revelar la memoria de los 30 mil desaparecidos y los más de 500 bebés robados. Las Abuelas expresaron en un comunicado que “pocas son las historias en que nuestros nietos pueden rencontrarse con su padre o madre. Por lo general, el terrorismo de Estado se encargó de borrar toda huella de su existencia”. En este caso, la joven que recupero su verdadera identidad, era hija de María de las Mercedes Moreno y Carlos Héctor Oviedo, cuya muerte en 1979 no tuvo relación con el terrorismo de Estado de esos años.
En 1978, María fue capturada en Córdoba por ayudar a los presos políticos que se encontraban en la misma cárcel que su marido Carlos. Lo que ella realizaba era una tarea de admirable valentía. Mantenía comunicados a los presos del penal con sus familiares a través de cartas que ingresaba y sacaba del penal, ya que ellos pocas veces tenían noticias de sus familiares y viceversa. Pero la suerte de María duró hasta septiembre de 1978, cuando estaba embarazada de siete meses.
En ese entonces fue llevada al Departamento de Informaciones de la Policía de Córdoba. El centro clandestino, donde estuvo encerrada y privada de su libertad por más de un año, operaba bajo el mando del represor Luciano Benjamín Menéndez. Un mes después de su detención se adelantó el parto y en la Maternidad Provincial le fue sustraída su bebé. Desde aquel 11 de octubre de 1978, María estuvo alejada de su hija, y su búsqueda comenzó el 7 de abril de 1979 cuando recobró su libertad.
La búsqueda comenzó por la Casa Cuna donde no obtuvo ningún tipo de respuesta. Hasta que llegó a dejar sus datos en el Banco Nacional de Datos Genéticos. En 2011, María de las Mercedes realizó la denuncia por la sustracción de su hija ante la organización de Abuelas en Córdoba donde a partir del trabajo del equipo técnico se logró avanzar en la causa para la recuperación de la nieta número 107. La joven, que se realizó el ADN el 5 de septiembre, accedió voluntariamente a este análisis, después de que el juez que llevaba la causa hubiera querido pararla por “falta de mérito”.
Con los resultados ya en mano, el abrazo entre la nieta y María de las Mercedes Moreno, “es un paso más para recuperar todo lo que en aquellos años le fue robado a nuestra sociedad” dijeron desde Abuelas y emitieron un mensaje para a los 400 nietos que todavía no conocen su verdadera identidad: “El tiempo corre y es momento de animarse a dar el paso hacia la verdad. En 35 años llevamos 107 abrazos. Cada uno nos conmueve y nos inspira para seguir luchando”.