Por Fernando Rodríguez. Una actualización de la situación de la toma de la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires donde se logró dar marcha atrás con el recorte.
Cuando los actores posicionados al interior de un conflicto dimensionan el calibre del enemigo, se paralizan momentáneamente las adscripciones político-partidarias y organizativas que tienden a generar fracturas. Esto es lo que ocurrió ayer 4 de octubre en la casa central del Ministerio de Educación de la provincia de Buenos Aires durante el plenario de delegados del que participaron diferentes organizaciones gremiales, estudiantiles y políticas, plenario que se constituyó en el elemento decisivo para hacer retroceder el recorte.
De manera apretada y sintética el encuentro había resuelto por unanimidad realizar el próximo martes 9 de octubre una jornada provincial de protesta en apoyo de la huelga general por tiempo indeterminado de los trabajadores y trabajadoras de la educación contra el ajuste del gobierno de Scioli y Mariotto. A esto debe sumarse un arco de acciones que abarcaría desde la retención de tareas, la toma de dependencias y diferentes cortes de calles de manera simultánea en cada ámbito laboral. Durante el plenario se había resuelto además repudiar la desaparición de Alfonso Severo, testigo clave en el juicio a los asesinos de Mariano Ferreyra quien finalmente apareció cerca de la medianoche del jueves.
Además, se hizo extensiva la invitación a cada trabajador y estudiante para amplificar la información de una problemática que se encuentra aislada mediáticamente, junto a la propuesta de un Fondo de Huelga para los 140 despedidos que no cobrarán su sueldo hoy viernes. En caso de hacerse efectivo durante el día de hoy el pago de salarios al resto de los trabajadores y trabajadoras, el mismo contendrá excesivas irregularidades resultado de la tercerización del servicio a manos de la empresa privada IBM. Cabe destacar que el dinero pagado a IBM supera el monto por el que se generó el conflicto y podría haber sido vehiculizado para resolverlo. Una decisión política que lejos de templar el ánimo de los trabajadores y trabajadoras, se revela como un signo más del manejo discrecional de los salarios y en lugar de poner frenos al conflicto, actualiza reivindicaciones opacadas por la naturalización que ha impuesto la falta de organización, la no representación de los derechos de parte de gremios como UPCN, y los efectos residuales que aún se desprenden de la década de 1990 y donde el recorte salarial y la precarización, son sólo algunas de sus múltiples variables hoy actualizadas.
Los trabajadores y trabajadoras, posicionados en contra de un recorte proyectivo al resto de las dependencias y ministerios, reafirmaron así la unificación desarrollada en los nueve días que sostienen la ocupación.
El poco sutil dispositivo de ajuste desarrollado primero sobre el aguinaldo en julio y que el gobierno buscó activar durante los últimos días de septiembre en el bolsillo de las trabajadoras y trabajadores mediante una reducción del 10% de las horas extras y viáticos, lo que muerde el ya mermado salario producto de la inflación, buscará ser disuelto no sólo con la continuación de la presencia en el Ministerio y las acciones mencionadas con antelación, sino además por la participación en la movilización a Plaza de Mayo el próximo 10 de octubre. Pero las coagulaciones en estos contextos nunca son arbitrarias y el desafío será cómo generar una táctica que permita despegarse de la estrategia política tejida por el bloque patronal que organiza el acto. Encontrar un lugar en el palco para pronunciar la voz del recorte en educación sin abrigarle la espalda a Moyano, Micheli y Buzzi, no será sencillo en la búsqueda de que un conflicto considerado histórico se torne visible y programático a nivel político; un programa político que deberá trabajar por la finalización del trabajo en negro y de la precarización, temas emergentes del presente escenario.
Quizá no haya registro desde el 2001 en la ciudad de La Plata de un enfrentamiento semejante al que se desarrolla en la casa central del Ministerio de Educación, ocupada de manera pacífica por sus trabajadores desde hace nueve días a la espera del cese de las medidas de recorte salarial propulsado por el gobierno. Pero la organización interestatal para frenar el ajuste no podrá sobrevivir si no se proyecta en el tiempo al interior de las reparticiones del Ministerio. Esto significa despertar de la siesta sostenida por un proyecto de crecimiento que no ha logrado incluir a las clases bajas y adentrarse en una gimnasia de discusión política no meramente discursiva sino de participación real de los trabajadores.