Por Ramiro Bringas
Muchas veces se ha escuchada el famoso y recordado todo pasa. Tras el fallecimiento de Julio Grondona, se decía que en la AFA habría una renovación inminente en cuanto a su accionar. Sin embargo, los secuaces del ex Presidente siguen haciendo lo imposible para manchar cada día más a un deporte enfermo hasta los huesos.
A poco menos de un mes de las elecciones presidenciales en la Asociación del Fútbol Argentino, pareciera que en el pensamiento de Segura y su séquito poco importa hacerle una mancha más al tigre. En una (otra vez) escandalosa actuación de Diego Ceballos, Boca se consagró campeón ante el gran Rosario Central de Coudet con un arbitraje de lo más bochornoso que se haya visto en mucho tiempo. Tras el polémico offside marcado sobre Larrondo, a instancias del juez de línea Marcelo Aumente, Ceballos cobró un penal de esos que serán recordados eternamente por lo alevoso del error, teniendo en cuenta que el foul sobre el jugador del conjunto Xeneize fue a más de un metro fuera del área. No conforme con ello, cuando moría el partido, Aumente, en contraposición a la jugada del gol de Central, hizo vista gorda ante la clara posición adelantada de Chávez en el tanto que liquidó la final de la Copa Argentina.
Mientras, cuando Segura y los suyos debían tomar una decisión clara y ejemplar en el corto tiempo para sentar precedente, se escondieron, como de costumbre. Recién decidieron echar a Ceballos del arbitraje hace un par de días, cuando ya pasó una semana del escándalo. Además, no es la primera vez que el árbitro de fútbol cometió errores graves: hace poco más de un año, en la final por el ascenso entre Independiente y Huracán, se comió un legítimo gol de Ramón Ábila que le daba la igualdad al conjunto de Parque de Los Patricios, al marcar un offside increíblemente inexistente. Claro que no todo debería haber recaído sobre el juez, que tuvo un papel central, pero sabemos que detrás de él (de ellos), se esconden cientos de negocios turbios tanto monetarios como políticos, en donde la pelota se ve salpicada por cuestiones que exceden al fútbol en sí.
Sumado a la expulsión de Ceballos, el hasta ahora Presidente de la AFA decidió desplazar a Miguel Scime, de mala labor en la elección de los árbitros semana tras semana, para poner a Víctor Blanco, Presidente de Racing, al mando de esas designaciones. El gran interrogante es si con este cambio la labor de los jueces mejorará o no, algo que parece no estar relacionado a la capacidad de cada juez, sino con los propios beneficios de los poderosos.
Sin embargo, lo más triste fue lo transcurrido en el encuentro entre Central y Boca, el pasado domingo en Arroyito. Con advertencias y noción del caos que podría llegar a darse por lo acontecido días atrás en el partido por Copa Argentina, se contrató una enorme cantidad de policías, gendarmes y seguridad privada, que no pudieron evitar el ingreso de banderas en contra de la AFA y sus dirigentes, algo que está llamativamente prohibido, ya que el hincha debiera tener derecho a expresarse libremente cuando no afecte la integridad de terceros. A su vez, hubo que soportar el ingreso de un hincha para intentar agredir al Vasco Arruabarrena, algo que no pasó a mayores por el pedido de calma de Eduardo Coudet, que lo hizo parado frente a la multitud, en el medio del campo de juego.
Todos contra Chicago
Pero la frutilla del postre llegó hace tres días. Con Chicago, Huracán y Temperley peleando el descenso, la AFA decidió mandar el partido de estos tres equipos el día lunes, en el mismo horario, pero sabiendo que sus rivales podrían especular con resultados dados durante el sábado y el domingo respecto a sus ingresos en las Liguillas Pre Libertadores y Pre Sudamericana. Con el triunfo de Independiente ante Vélez el día domingo, a Belgrano, rival de Huracán, le alcanzaba con un punto para meterse en la Liguilla. Oh casualidad, al Globo también le servía el empate para zafar por completo del descenso. ¿Qué pasó? El partido terminó igualado, con el agravante de que hubo un gol en contra insólito a favor del local, luego de que la visita se ponga en ventaja con un gol que nadie se atrevió a festejar.
Por el lado de Temperley y Argentinos, la ecuación era la misma. En un partido dónde no hubo ataques, el empate en cero fue inamovible, para condenar a Chicago a la B Nacional a pesar de haber ganado su partido.
La alternativa no convence
Con respecto a las próximas elecciones, Marcelo Tinelli aparece como única opción para intentar darle un giro rotundo a la dirigencia más patética que tuvo el fútbol argentino desde el año 79, con Grondona a la cabeza, sumado al poco más de un año del mandato de Segura, mano derecha del Padrino. Sin embargo, poca es la esperanza de que la AFA cambie, con un empresario que poca experiencia tiene en el fútbol y que viene de un ámbito completamente diferente, como es la televisión y el manejo de empresas, que sólo buscan rédito económico sin importar a costa de llevar a cabo acciones poco satisfactorias para el bien común. Quien asuma como Presidente de AFA deberá llevar a cabo un cambio total si se quiere enderezar un barco que cada día se hunde más, para volver a poner a la Asociación del Futbol Argentino en un lugar de privilegio y donde las cosas funcionen correctamente. De lo contario, la historia de este deporte parece condenada a vivir eternamente en un laberinto sin salida.