Por Nicolas Cannone y Andrea Sosa Alfonzo
Segunda parte de la nota que hace un repaso en el posicionamiento de los candidatos presidenciales ante la LSCA. Balances y perspectivas de cara a la llegada de una nueva gobernación.
El porteñismo al poder: yo te clausuro
Es fiel representante de la idiosincrasia porteña y de la privatización del Estado en manos de la tercerización a través de aliados como grupos económicos, figuras del espectáculo y del deporte, entre otras. La varieté amarilla no tiene límites. Mauricio Macri, también tiene un plan, si se quiere, para el sistema de medios. Hace pocos días atrás, aseguró que “el país se merece un real debate de la Ley de Medios fuera del contexto de una pugna por el poder”. En este sentido, el candidato de Cambiemos destacó que “no tiene lógica regular el servicio de cable porque no ocupa espectro radioeléctrico”.
Un actor muy particular en la relación PRO-Clarín es Fabián Rodríguez Simón o “Pepín” para los más íntimos del macrismo. Y es que Rodríguez fue uno de los principales actores en el diseño de la estrategia para trabar la ley de medios en contra del Grupo, lo que estableció buenas migas de cara a 2016, si es que el sillón lo termina ocupando Macri. Ese año la Justicia deberá determinar la adecuación de oficio del multimedios.
El mandatario porteño viene hace tiempo tirando líneas que sostienen esta posible decisión. Aseguró que el oficialismo llevó adelante “una lucha permanente contra la libertad de prensa” y dijo en defensa de Clarín que lo que ha hecho (el Gobierno) es “hostigar a aquellos que expresan una idea distinta”. Al mismo tiempo, clausuraban las instalaciones del canal de TV C5N perteneciente al Grupo Indalo de Cristóbal López, aliado del oficialismo.
En coincidencia con Massa, el líder del PRO asegura que la salida para el actual sistema de medios es que el sector “tenga un marco de competencia en igualdad, para que pueda expandirse e ir hacia la convergencia”. Final del juego.
A darle Massa
Este sí es el candidato mimado del Grupo Clarín y jugó a dos puntas entre la Corte Suprema y el Grupo cuando aún restaba saber el fallo que obligaría a su desinversión. El hombre del Frente Renovador y candidato presidencial de UNA, prefirió en ese entonces guardarse sus comentarios y que fuera la justicia quien avanzara en frenar a Clarín y avalar la constitucionalidad de la ley. Tiene un aceitado vínculo con los principales empresarios de medios en la vereda opuesta al kirchnerismo. Respecto de la Ley de medios aseguró que “es una antigüedad” porque “en ningún artículo aparece la palabra Internet”. Según el candidato presidencial, esto tiene que ver con que “la tecnología avanza más rápido que un Estado torpe, que está pensando en ver cómo regula, cómo frena o cómo controla, cuando en realidad lo que tiene que hacer es ayudar a crecer y a desarrollar la tecnología”, en un guiño guiño a su aliado Clarín.
Massa indicó que es necesario girar hacia un carácter privatizador con una estructura mixta. En este sentido, el candidato de la convergencia y de la profundización de la concentración a través de su propuesta hacia la “multiplataforma”, establece sus aliados de juego de cara al escenario 2016.
Dame todo el power, para el pueblo
El candidato por el FIT, Nicolás Del Caño, aseguró en una entrevista a P/12 que el voto a Scioli, Macri o Massa es “un voto para las grandes empresas”. Y especificó que como fuerza mantienen “un programa común” y que es “necesaria la organización de una gran fuerza política de la clase trabajadora que, en perspectiva, pueda arrancarle el poder a los capitalistas”.
Si bien el joven candidato no se expresó recientemente sobre la ley y la regularización del sistema de medios, en ocasiones anteriores explicó que existe un “doble discurso del kirchnerismo. Cuando tenía buena relación con Clarín no había problemas, se enfrentó y entonces pasó a ser un monopolio”. Del Caño retrató el panorama actual: “la ley planteaba que el 33% de los medios estaría en manos de los trabajadores y agrupaciones, y los compañeros aún esperan que eso se cumpla”. A su vez, criticó que la normativa “no habla del Estatuto del Periodista”.
La ley de la venganza
En pleno auge del conflicto Gobierno nacional-Clarín, la candidata del frente Progresistas, Margarita Stolbizer dijo allá por 2013 que “el avance cualitativo que significó esta ley se tiró por la borda a través dos artículos que son inconstitucionales porque pretenden una aplicación retroactiva, algo que no se puede hacer en nuestro sistema jurídico”, afirmó sorpresivamente en defensa del Grupo. Recientememente con un tono más light, aseguró que “nació desactualizada” en relación al lugar ausente de las telecomunicaciones en la normativa, “en un mundo muy global”.
La candidata sostiene un discurso con fisuras en el plano político pero asegura que van a tener los votos más leales. Entiende que el principal problema de la ley es que estuvo basada en un “verdadero sentido normativo más cercano a la venganza que a la verdadera regulación de la actividad”, sin embargo, no explicita cuales son las reivindicaciones para el sector, excepto el atraso tecnológico. Es ésta entre otras posiciones, las que coincide con sus adversarios, Massa y Macri.
Hacia donde ir
Parece ser una pregunta que poco preocupó a los candidatos presidenciales respecto del sistema de medios y su regulación. Casi no tuvo minutos en los spots de campaña y el debate presidencial lo pasó por alto. Este análisis aporta elementos que brillan por su ausencia en los discursos, como la democratización de voces y miradas en el sistema de medios y la apuesta a una comunicación basada en el respeto y la democracia cuya pluralidad sea garantizada por el Estado.
Pareciera difícil pero necesario pensar hoy la construcción de un proceso que piense cómo no priorizar el oficialismo por sobre lo público y cómo encarnar este debate en nuevos y futuros escenarios que contemplen decisiones en la aplicación de una ley vigente, que incluya a todos los sectores sociales. A esto se suman las discusiones sobre las fisuras en la definición, de lo público, de la tergiversada independencia y su posterior producción de lecturas tendenciosas, la cuestión de lo privado y su ligazón al mercado, los aportes que realizan las nuevas tecnologías, los formatos digitales, los medios autogestivos y los corresponsales populares de la noticia ´en el territorio´. Todo indica que estamos frente a una nueva época donde el sujeto social reclama debatir qué sistema de medios queremos y como construirlo.