Por Mauricio Polchi/ Fotografía: Mariana Leder Kremer Hernández
Después de conocerse la noticia del asesinato de la militante trans, Diana Sacayán, un centenar de personas se concentraron frente a la fiscalía. En este contexto dialogamos con Marta Dillon, periodista y activista.
Cientos de personas, en su mayoría activistas y militantes del movimiento lgbti (lesbianas, gays, bisexual, transgénero e intersex), se concentraron ayer frente a la fiscalía que investiga el asesinato de Diana Sacayán, referente del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (M.A.L.). Entre otras agrupaciones, asistieron la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt), GATE (Acción Global para la Igualdad Trans), y Mujeres Trans Argentina.
Algunxs integrantes lograron ingresar al edificio judicial de Viamonte 1147 para entrevistarse con Mariela Labozzetta, la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM) que tomó intervención en la investigación junto al fiscal Matías Di Lello. El grupo estuvo compuesto también por la periodista y activista Marta Dillon, el codirector de GATE Mauro Cabral; Julia Amore y Martín Lanfranco, del Programa de Diversidad Sexual del Inadi.
Luego, charlamos con Marta Dillon que esto nos respondió:
-¿En qué consiste la presencia de ustedes ante la sede de la fiscalía?
Estamos reclamando por el Travesticidio de Diana Sacayán, es un hecho indignante. Diana era una dirigente completamente visible y lo que sentimos es un ensañamiento frente a la organización de las mujeres lesbianas, trans y travestis que empezamos a decir basta el 3 de junio en la marcha al Congreso y que también nos reunimos en el Encuentro de Mar del Plata. Ante eso, asistimos a nueve femicidios y un travesticidio en una semana. Esta es una situación que no se puede tolerar, por estamos acompañando a la familia para que no quede impune este crimen, y para decir “Ni una menos” una vez más, a pesar del recuento constante de las víctimas.
-¿Qué entienden que sucedió con Diana?
Lo que creo que sucedió es un “crimen de odio”. Más allá del asesino, si era un hombre o un conocido de Diana. Pero hay que tener en cuenta que Diana Sacayán tenía dos denuncias de violencia institucional, una contra la Policía Metropolitana, y otra más contra la policía bonaerense. Pedimos que se investiguen todas las posibilidades hasta las últimas consecuencias, entre ellas la hipótesis de la violencia institucional, eso no podemos soslayar. En cualquier caso es un “crimen de odio”, porque Diana fue asesinada por ser travesti, por ser visible, y por ser una luchadora. Por eso es que la asesinaron.
-¿Cómo era Diana?
Ella había sufrido todo tipo de violencia, y era una persona luchadora. Su cuerpo estaba lleno de cicatrices, vivió en la pobreza y de todo eso se levantó. Se constituyó en una dirigente formada, lucida, compañera, era una mina fuerte, siempre llena de alegría. Tenía todas esas marcas que implican la violencia contra las personas trans.
-Ustedes hablan de travesticidio
Estamos hablando de travesticidio porque sabemos que sobre las travestis, las mujeres trans, se ejerce una forma de violencia particular, con una saña particular que se perpetra contra sus cuerpos donde las masculinidades hegemónicas parece que tuvieran que tomar revancha contra esos cuerpos disidentes. Por eso que son asesinadas, son tiradas en la calle. Se escriben mensajes sobre sus cuerpos, y los escribe el patriarcado que pretende disciplinar esos cuerpos disidentes. Bueno, no vamos a acatar ese mensaje.
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