Por Mauricio Polchi
Cientos de familias campesinas se concentraron delante del Congreso de la Nación para reclamar y plantear una serie de medidas, entre ellas, un programa “Procrear Rural y Productivo” y una “Colonia Agrícola de Abastecimiento Urbano”.
La jornada de protesta
Habitan casas muy precarias, producen miles de kilos de alimentos, trabajan de sol a sol, y algunos apenas sobreviven. “Nosotros vivimos en casillas chiquitas, somos explotados por los patrones. No tenemos feriados, ni días domingos. Y están los que tienen que alquilar las tierras, y por eso no nos alcanza”, cuenta Virginia Crispín Condorí, con un tono tan calmo como real. Ella nació en Bolivia, heredó el oficio de sus antepasados y migró a la Argentina. Es madre de tres hijos, y junto a otras familias de pequeños agricultores, campesinos, horticultores y floricultores, este miércoles 16 de septiembre encabezaron una concentración frente al Congreso de la Nación para presentarle a la sociedad y al Estado propuestas viables que den solución a sus históricos conflictos.
Las protesta estuvo encabezada por la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT) – Frente Popular Darío Santillán, y la Asociación de Medieros y Afines (ASOMA), quienes “transitan el camino hacia una Reforma Agraria Integral que permita el acceso a la tierra a aquellos que la trabajan, y con la bandera de una Soberanía Alimentaria para decidir como pueblo, qué producir, cómo hacerlo y para quien”, según detallan en un comunicado conjunto.
Al mediodía los manifestantes se concentraron sobre la calle Solis, la circular de Plaza Congreso, y luego cortaron Avenida Rivadavia para realizar un acto. Además del cordón de seguridad, ubicaron una camioneta al frente de la movilización. La parte trasera del vehículo estaba repleta de verduras que repartieron entre vecinos, vecinas y turistas. De esa forma, demostraron lo increíble, los que producen alimentos padecen la pobreza.
“Somos de la provincia de Buenos Aires, de La Plata, Varela, Berazategui, todo el cordón hortícola platense, donde se producen los kilos y kilos de verduras que se comen en las grandes ciudades. El cordón hortícola platense es el más grande de Argentina, y ahí más del 90 por ciento de las personas no son los dueños de la tierra que trabajan, son casi todos arrendatarios o medianeros”, explica Rosalía Pellegrini, referente de la UTT.
“Sufrimos la concentración de los grandes monopolios, que nos quitan las tierras, lo mismo nos pasa con los countries que se van armando alrededor de las ciudades. A nosotros nos van corriendo para el costado de la ruta y eso hace que estén más caros los alquileres”, advierte Roberto Solano, vocero de ASOMA y productor de hojas verdes.
“Nosotros vendemos la caja de acelga, a culata de camión, en la puerta de la quinta, a 11 pesos. Y en los negocios eso es lo que cuesta un solo paquete. Y cada caja trae una docena. Nosotros no tenemos muchas ganancias”, grafica Solano, y así desnuda un perverso esquema financiero que incrementa los costos en la cadena de valores, elevando a cifras injustificadas el precio que se paga por esos mismos productos en las góndolas de los negocios. Evidentemente, el valor para el consumidor llega con un aumento de hasta el 1000 por ciento. “Acá ganan pocos, los empresarios, y perdemos nosotros y los que consumen los alimentos”, simplifica.
Las propuestas presentadas
La iniciativa de una “Colonia Agrícola Integral de Abastecimiento Urbano” plantea que mediante comodatos con cargo se puedan destinar tierras del Estado ociosas, o arrendadas a privados, para la generación de espacios en los cuales las familias sin tierra puedan producir de manera agroecológica y de forma colectiva, con herramientas comunes y canales de comercialización directos al consumidor.
Para Rosalía Pellegrini “las Colonias abaratarían los precios en los comercios y mejoraría la calidad”. Asimismo, desde las organizaciones proponen que “un porcentaje de la producción sea destinado a asistencia social mediante los hospitales, escuelas y comedores”.
Al promover el “Procrear Rural y Productivo”, toman el modelo del programa “Procrear”, con una línea que otorgue créditos a familias productoras que de la misma manera que pagan el alquiler de la tierra todos los meses podrían pagar un crédito para tener su propia tierra para producir y vivir.
Según Solano esto es “para que podamos, en vez de pagar el alquiler, pagar la tierra propia”. Por su parte, Pellegrini agregó que “Beneficiaría a todos porque es algo que tiene que ver con una deuda de la democracia, algo que está pendiente en Argentina, que es la reforma agraria”.