La mayoría de los acusados por el crimen de Mariano Ferreyra se negaron a declarar ayer en la cuarta audiencia del juicio, por lo que se leyó la indagatoria que brindaron ante la justicia en 2011. Contradicciones en sus declaraciones indagatorias y jugosos salarios que aún perciben, ejes del debate en Comodoro Py.
Uno a uno, los acusados por el homicidio fueron pasando al frente, a excepción de Pedraza, titular de la Unión Ferroviaria que se negó a declarar en la audiencia del jueves pasado y ayer se ausentó de la sala donde se lleva a cabo el juicio, en el SUM de Comodoro Py.
Allí debieron dar sus datos personales y luego responder ante la pregunta del titular del Tribunal Oral 21 sobre la voluntad de declarar o no. Todos respondieron negativamente, por lo que se pasó a leer la indagatoria de cada uno. De hecho, la defensa del delegado Pablo Díaz acusado por ser el nexo entre el Gallego Fernández y Pedraza (que estaban en la sede de la UF) y el grupo de la patota, pidió que no se lea la declaración indagatoria de su defendido, lo que fue negado por el tribunal.
Todos hablaron de una autoconvocatoria de los ferroviarios para evitar el corte de vías. El relato construido por el conjunto de los imputados es simple. “Cuando se obstruyen las vías, las agresiones nos llegan a nosotros, por eso nos convocamos para impedir el corte de los partidos políticos, que nos agredieron con palos y bulones”. Palabras más, palabras menos, todos los acusados por integrar una patota sindical que dejó sin vida a Mariano Ferreyra y dos heridos de bala, Nelson Aguirre y Ariel Pintos proclaman su inocencia y aseguran que son “gente de bien y que tienen familia”.
Sin embargo los hechos y las contradicciones hablan por sí solas. Uno de los delegados, Claudio Alcorcel dijo que no conocía a Favale (acusado de ser el ejecutor de las disparos ese día), mientras que otro de los imputados ferroviarios, Juan Carlos Perez afirmó que Alcorcel y Favale se saludaron con un beso al llegar y se retiraron en auto juntos luego del asesinato de Ferreyra.
Entre otros careos y contradicciones se destaca la afirmación de Pablo Díaz de no haber hablado con Favale (barrabrava que no trabajaba en el ferrocarril y quería conseguir un puesto de trabajo) ni haberlo convocado para la “contramarcha” del 20 de octubre de 2010. Mientras Díaz lo niega rotundamente, Favale declara que Díaz lo llamó ese día (lo cual está comprobado por los cruces telefónicos) y lo convocó a concentrarse en Avellaneda junto con varios ferroviarios. Por último, el secretario del TOC 21 leyó el careo entre Favale y Sanchez (los dos acusados por efectuar disparos) donde uno acusa al otro, y viceversa, de encontrase armado y de efectuar los disparos.
Pérez además declaró que “en ese momento se comentaba que Harry dijo: le di, le di” en alusión a una víctima que podría ser Ferreyra o alguno de los heridos, lo que concuerda con videos y testimonios de numerosos testigos del hecho. Sin embargo, en su indagatoria, “Harry” Favale asegura que es inocente”.
Una de las abogadas querellantes, María del Carmen Verdú, dijo que, pese a la negativa a declarar por parte de los imputados, llamó la atención los datos personales brindados por algunos de los acusados. “Dos de la patota son hijos de policías: El Gallego Fernández, segundo de Pedraza, es hijo de un efectivo de la Federal. Y gana 25 mil pesos, igual que su patrón. Perez también es hijo de un policía, de la Bonaerense. Parece que todo queda en familia”, sentenció Verdú. La abogada también resaltó negativamente que dos de los policías, Luis Mansilla y Hugo Lompizano, a pesar de encontrarse en disponibilidad cobran 16 mil y 18 mil pesos mensuales.
De las declaraciones sobresalió la del segundo de Pedraza, el Gallego Fernández quien afirmó: “Yo no integré nada, tengo hijas, nietos, jamás se me habría ocurrido pensar en mandar a alguien armado a una manifestación, jamás estuve armado ni pienso estarlo, esta imputación nos cae gratuita”. En tanto, Díaz, acusado de responder a Fernández durante toda la jornada del 20 de octubre, insistió: “Yo no convoqué a nadie, fue espontáneo. Cuando había cortes los damnificados somos los ferroviarios, recibimos insultos, queríamos impedirles subir al terraplén, nada más”.
La abogada Verdú hizo referencia a la declaración de González, quien aseguró “Lo que no hacen los policías y los jueces lo hacemos nosotros”, en referencia a la protesta de los tercerizados. “Esa es el ejemplo concreto de la tercerización de la represión”, replicó Verdú.
Las audiencias continuarán el próximo jueves, cuando serán llamados los imputados restantes, los policías Garay, Conti, Echevarría y Villalba. En tanto, por la tarde prestarán declaración los primeros testigos: uno de ellos es Nelson Aguirre, uno de los heridos de bala de aquel día. La lista la completan varios de los manifestantes que estuvieron en el lugar de los hechos.