Por Adriana Rodríguez Caguana
La plataforma compuesta por organizaciones de trabajadores, indígenas, campesinos, ecologistas y estudiantes del Ecuador ha convocado a un nuevo paro nacional para el 13 de agosto en rechazo a las leyes que vulneran sus derechos: Ley de Justicia Laboral, Ley de Tierra y Ley de Aguas. La movilización también objeta varias políticas públicas como los desplazamientos territoriales y la reforma universitaria que impide el libre acceso de los estudiantes a través de la designación de cupos, regulado por el Sistema Nacional de Nivelación y Admisión.
Por su parte, el presidente Rafael Correa ha criticado fuertemente la convocatoria al considerarla un abono para la “derecha recalcitrante”. Las constantes movilizaciones que envuelven a todo el país desde hace dos meses han suscitado confusión en la opinión nacional e internacional. Por tal motivo, entrevistamos al vicepresidente de la Confederación Ecuatoriana de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (CEDOCUT), Edwin Bedoya, para que nos relate sobre el proceso de unidad intersectorial que se viene construyendo desde las bases sociales de izquierda.
¿Cuáles son las demandas de esta plataforma intersectorial?
En estos últimos dos años de movilizaciones hemos construido varios ejes. Es una plataforma que hicimos para conformar el Colectivo Unitario donde están el Frente Unitario de los Trabajadores (FUT), que concentra las centrales sindicales, la CONAIE, los campesinos; están también otras organizaciones del sector público que no son filiales del FUT: trabajadores del municipio, de los gobiernos locales, de la prefectura; está igualmente la Federación Médica, los estudiantes de la Universidad Central y de la Politécnica Nacional, los jubilados y los pequeños comerciantes, así como los desempleados que se han ido uniendo a este colectivo unitario.
Entonces tenemos varios ejes, como el de reforma laboral con la Ley de Justicia laboral que fue recientemente aprobada por la Asamblea. Esta ley viola los preceptos constitucionales y, sobre todo, los convenios internacionales sobre el derecho a la organización sindical; además, elimina la sindicalización en el sector público. En la ley se permite la intromisión de los gobiernos en la vida sindical de los trabajadores, la eliminación del 40% que, vía Constitución, el Estado entregaba para las jubilaciones; se reducen las utilidades, que antes era del 15%. También existe una serie de normativas donde se toman los fondos del seguro social para financiar la política fiscal del Estado.
Están también los temas de las organizaciones indígenas, como la Ley de Aguas y la Ley de Tierras, que no fueron consultadas; también está el asunto del cierre de las escuelas de educación intercultural bilingüe que viola los derechos de identidad colectiva de los pueblos.
Los sectores tradicionales de derecha salieron hace unas semanas para protestar contra la Ley de Herencias y Plusvalía. Correa ha dicho que el paro nacional le hace juego a la derecha, ¿qué dicen ustedes al respecto?
Como le mencionaba anteriormente, nosotros tenemos una plataforma de lucha que la hemos venido construyendo desde hace años, antes de que saliera esa ley. De todas formas creemos que esa ley está mal hecha y no toca el fondo de los intereses de los grupos de poder sino que afecta a los sectores medios. Fíjese que la derecha sólo ha tomado esos dos puntos y nada más, no tienen otra cosa y no les interesa nada más. Nuestros reclamos son otros.
El presidente Correa ha dicho que está abierto al diálogo y ha puesto a su canciller Ricardo Patiño a liderar este proceso. ¿Ustedes han sido convocados a este diálogo?
Agradezco esta pregunta, lo cierto es que desde hace ocho años que venimos entregando propuestas para debatir con el gobierno, pero a todas hicieron oído sordo. Las leyes que fueron enviadas por el Ejecutivo han sido aprobadas sin que haya ni una coma ni un punto en ellas de nuestras propuestas. Ahora se ha movilizado a todos los ministros para que visiten empresas y sindicatos, chantajeando a los trabajadores, diciendo que legalizaban los sindicatos si no se adherían al paro. Entonces, así nos engañan a los trabajadores y al país, y quieren seguir engañándonos.
¿Esta plataforma intersectorial es sólo coyuntural o tienen alguna propuesta política para el país?
Es un debate que estamos sosteniendo. Para nosotros es importante primero mantener este proceso unitario para construir una propuesta política desde las clases populares para, de alguna manera, hacer los cambios. Lo que ha pasado en estos últimos años es que los sectores populares hemos delegado a terceras personas que no fueron parte del movimiento, como lo fue el presidente Correa. Lo hicimos pensando que ellos iban a llevar nuestros intereses populares al poder. Es un debate que está latente pero por ahora nos interesa consolidar el proceso de unidad. Estamos también debatiendo edificar una plataforma política, por eso hemos tenido reuniones con los partidos de izquierda, para ir haciendo una propuesta que nos permita construir una verdadera política, un poder popular que lleve el destino del país.