Por Mario Hernandez
Tal como anticipábamos, el lunes 20 las puertas de Cresta Roja amanecieron cerradas, impidiendo el ingreso a planta de sus trabajadores. Inmediatamente, la cartera laboral provincial, que comanda Oscar Cuartango, dictó la conciliación obligatoria en medio de los cortes de ruta en las cercanías a las plantas de faena de la compañía, en el Jagüel, Esteban Echeverría, y Ezeiza, tras conocerse un nuevo número de despidos la semana anterior, llevando a 680 el total, peligrando seriamente al menos otros 1500 puestos.
Hacia el mes de Septiembre de 2014, la empresa avícola había adoptado igual actitud. Tres meses antes, la empresa de los hermanos Rasic (que tenía un total de 3800 empleados), había presentado convocatoria de acreedores. Por ese entonces se denunciaba a sus dueños porque mientras paralizaba su principal frigorífico, mantenían funcionando su segunda planta de Cañuelas y mandaban producción propia a faenar en establecimientos de terceros. Se pidió la intervención urgente del Ministerio de Trabajo Bonaerense quien dictó una conciliación obligatoria.
De ahí en más lo que continúa es casi un año de lock-outs patronales, intentos de despidos (casi 700), persecución a los trabajadores y trabajadoras, los pagos se realizaban en cuotas y se puso en marcha una intimidación a los trabajadores donde no faltaron escuchas a través de micrófonos y patotas relacionadas directamente con el Ministro de Seguridad, Alejandro Granados, fuerte personaje político de la zona, quién además militarizó la planta.
La firmeza de los trabajadores le dobló el brazo a una patronal vaciadora e impidió los intentos del gobierno y burócratas sindicales de que acepten ofertas desventajosas.
Los piquetes que se sostuvieron con firmeza desde hace una semana, a partir de romper el cerco mediático de los primeros días haciendo conocer su dura lucha, amenazaron con enturbiar la campaña electoral de Daniel Scioli. Mientras las y los trabajadores enfrentaban los despidos y el cierre de su fuente de trabajo, el gobernador y candidato presidencial del FpV se paseaba por el país y por Cuba hablando de “la victoria del trabajo y la producción”.
El hecho de que esta lucha obrera metiera la cola en la campaña oficialista obligó al gobierno provincial y nacional a responder positivamente a las demandas de los trabajadores. Por la provincia intercedieron desde los ministros de Seguridad, Alejandro Granados, y de Trabajo, Oscar Cuartango, hasta el Jefe de Gabinete provincial, Alberto Pérez, sumado a los intendentes de las localidades donde se ubican las dos plantas de Cresta Roja, Esteban Echeverría y Ezeiza.
El gobierno de Scioli buscó de todas las formas imponer un acuerdo favorable a la patronal de Rasic Hermanos, donde se establecía un recorte en la jornada laboral y en el salario de los trabajadores, lo que en promedio significaba la pérdida de entre 2 y 3 mil pesos por mes. Tuvieron que retroceder ante la firmeza de los trabajadores, que denunciaban que mientras por un lado se ajustaba, por el otro se le otorgaba a la empresa un subsidio millonario para garantizarle el alimento de los pollos, tirándole un salvavidas a la patronal con tal de sacar a los trabajadores de las rutas.
Frente a la postura conciliadora y dubitativa de los representantes de la FTIA (Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación), el sindicato mayoritario dentro de la empresa, las y los trabajadores de las plantas de Monte Grande y Ezeiza los repudiaron y actuaron con independencia y de conjunto, por primera vez, imponiendo el bloqueo de los portones desde el jueves pasado y decidiendo cada paso a seguir en multitudinarias asambleas. Ante el rechazo a la primera propuesta del tándem empresa-gobierno, llegó una segunda a través del hijo del ministro Granados, Gastón, que también fue rechazada. La misma consistía en el pago de las quincenas adeudadas y los días caídos, pero cobrando el aguinaldo en cuotas.
Alrededor de las 7 de la tarde del miércoles llegó la tercera propuesta: que se paguen las quincenas adeudadas, todos los trabajadores y trabajadoras vuelven a sus puestos sin disminución de horas de trabajo y por ende de salarios, y se paga el aguinaldo. Así fue como mediante la lucha no sólo lograron esas exigencias, sino que además se reincorporó a tres compañeros que habían sido despedidos con anterioridad. Sumado a esto, el jefe de Recursos Humanos fue desplazado de su cargo.
Igualmente, a partir de la experiencia de luchas anteriores, las y los trabajadores definieron mantener el corte de ruta y bloqueo de las puertas de las plantas hasta estuviera firmada el acta donde se certificaban estos acuerdos.
La empresa trabó el acuerdo al que se había llegado el miércoles
La patronal trabó el acuerdo, volviendo a la carga con el tema de la jornada laboral. Luego de verse obligada el miércoles a retroceder con el intento de reducir la jornada a 7 horas y media, recortando así los salarios entre 2 y 3 mil pesos, buscó quedarse con una porción proponiendo que la jornada de 9 horas tenga 7 horas y media pagadas bajo convenio y que la restante hora y media se pague en negro.
Las y los trabajadores rechazaron esta nueva provocación manteniendo la continuidad de la lucha mediante bloqueos, cortes y nuevas medidas en ambas plantas.
Cerca de 500 obreros se movilizaron a la Municipalidad de Ezeiza junto a decenas de organizaciones solidarias exigiendo una reunión urgente con las autoridades. Al principio éstas se negaron y lla respuesta fue el corte de las vías del ferrocarril Roca, forzando finalmente a los funcionarios a realizar la reunión con gran participación, mostrando buena disposición para evitar nuevas maniobras por parte del gobierno y la patronal.
“Los traidores no entran nunca más”
A pocos minutos de terminada esa reunión, las y los trabajadores confirmaron que lograron el reconocimiento de todas sus demandas. En medio de la alegría desatada en las puertas de la Municipalidad de Ezeiza, volvieron a agradecer a todas las organizaciones y personalidades que los apoyaron, destacando el apoyo brindado por la diputada Myriam Bregman y el diputrado Nicolás del Caño así como también a las docentes de la Lista Verde y de la 9 de Abril, a la CTA Lomas, a los compañeros de la línea 60, a los aeronáuticos y a los partidos de izquierda como PTS, CS y PO.
Además, rompieron el acta firmada por la burocracia sindical a sus espaldas, mientras la multitud cantaba “los traidores no entran nunca más”.
El acta-acuerdo avalada por el Ministerio de Trabajo provincial contempla:
1) Respetar la carga horaria, respetando las 9 horas de trabajo diarias.
2) Pago de la quincena adeudada el día lunes 27.
3) El aguinaldo se pagará en dos cuotas dentro del mes de agosto (días 14 y 28).
4) Inicio jornada laboral día lunes 27.
Para destacar, todos los víveres para sostener la lucha que aun se conservaban, fueron donados al fondo de lucha de los trabajadores de la Línea 60. Una enorme muestra de conciencia y solidaridad de clase.