Por Bycho Costa / Fotos por Laura Salomé Canteros
A días de presentar “Vacaciones en el cementerio”, la banda de punk rock habló sobre el nuevo disco, su trayectoria militante, el encuentro con las ideas libertarias y la necesidad de difundir la causa.
Los Mal Pasar, Carlos Sassone (voz y bajo), Mariano Winitzky (guitarra), Marcos Cassettari (guitarra), y Damián Sassone (batería), están ansiosos porque en pocos días (este viernes 3), verá la luz su séptimo disco “Vacaciones en el cementerio”; y ese mismo día estarán tocando en Uniclub del Abasto para “armar una linda fiesta”. “La idea es dar un show que a la gente le guste y que nosotros la pasemos bien. Si es así la gente también la pasa bien”, aclara Mariano, y dice que la lista va a tener canciones que tocan siempre, algunas que hace mucho no suenan y, por supuesto, algunas del nuevo disco.
“Vacaciones en el cementerio” es el sucesor de “La conquista del pan” (2012), un disco que toma el nombre del texto de Piotr Kropotkin, y que además fue concebido como “obra conceptual” editado junto con un libro. “Mal Pasar necesitaba un disco como ‘La conquista del pan’ porque en ese momento estábamos así. Uno cuando hace un disco o cualquier cuestión con el arte siempre es el reflejo de lo que está viviendo. Este disco nos agarra mucho más compactos y estables. Veníamos de un revoleo”, explica Carlos en referencia al cambio de formación que tuvo la banda en ese entonces.
Para el nuevo álbum la banda trabajó con Mario Breuer como productor (quien entre otros artistas tuvo a su cargo a Sumo, Los Fabulosos Cadillacs y Charly García), empezaron a manejarse con la productora Rock y Reggae, y acaban de relanzar su sitio web (malpasar.com). “Es un álbum de canciones, son 15 temas. Si bien no es un disco conceptual, lleva un hilo. Entre lo que es ‘Vacaciones en el cementerio’ y otra canción que se llama ‘Vacaciones en la luna’, tiene un poco la división de clases, y a partir de ahí qué es lo que va pasando en el medio, entre los que van a un lugar y al otro –anticipa Mariano en diálogo con Marcha-. A nivel sonoro trabajamos con Mario Breuer como productor y creo que coincidimos en un montón de cosas de las formas de laburo. Mantenemos lo que es grabar en vivo, hay muy pocas sobregrabaciones. En un par de temas tenemos cuerdas: violines, chelos”, dice Mariano, y agrega que tuvieron que seleccionar las canciones de entre 50 composiciones.
El paso del tiempo y el canto que no cambia
Desde su primer disco (“Soy la violencia, tú me has creado”, 1996), Mal Pasar se plantó en la vereda del punk rock libertario influenciado por bandas como La Polla Records. Desde entonces, las letras no dejaron de gritar esas consignas y la banda no paró de estar presente en actos de protesta como pedir la liberación de los presos de Las Heras o justicia por Mariano Ferreyra. “Lo que uno expresa en la música y en las letras es lo que uno vive, es el reflejo de uno mismo o de un grupo. Si vos tenés vivencias que están involucradas con cierto aspecto, vos vas a respetar tu vivencia. Nosotros en los ’90 pensábamos lo mismo que pensamos ahora. Y eso no sé si es un mérito o es una cagada, pero pensamos lo mismo. Teníamos 17 o 16 años y ya sabíamos cómo venía la jugada, y ahora estamos a punto de cumplir 40 y sabemos cómo viene la jugada”, dice Carlos.
Para Marcos el reflejo de las letras tiene que ver con un funcionamiento interno. “Somos una banda que está todo el tiempo discutiendo entre nosotros de política. Estamos todo el tiempo debatiendo, así somos nosotros. Eso va en las canciones –considera el guitarrista-. Sinceramente, no somos una banda de estar mirando qué está haciendo el otro. En una nota nos preguntaban por referentes, y es una respuesta que se nos complicaba porque somos todos grandes y los referentes que nos nombraban tienen casi nuestra edad, salvo uno o dos. En cuanto al género, es muy amplio, y cada uno hace su camino y su historia. La nuestra está por otro lado, pero sin bastardear o ver qué carajo está haciendo el otro”, afirma en relación a los colegas.
Según los Mal Pasar, la “metralleta del punk rock”, vivir de la música es imposible, más si se trata de punk. Su actividad tiene que ver con “una forma de expresarse”. De expresar esas ideas a las que entraron a través de la música, y de intentar que su canto logre despertar las mismas inquietudes en sus oyentes. “A nosotros lo que nos hizo cambiar es la música, y como a nosotros nos cambió, siempre tratamos de generar algo. Y creo que hay gente que sí despertó con Malpa. Hay una chica, Irina, que es profesora de historia y en las clases les muestra temas de Malpa y les dice ‘vamos a analizar de qué habla’. Para mí es un honor que ella como docente ponga un tema de Mal Pasar en el colegio. Son pequeñas cosas que uno va logrando”, cuenta Carlos.
Mariano recuerda que su entrada al mundo libertario estuvo marcado por los Ramones, y después una sucesión que muchos otros han recorrido: “Creo que me llegó a partir de la música, por los Sex Pistols, si bien el tema ‘Anarquía en el Reino Unido’ no hablaba de anarquismo. Pero uno leyó anarquía, me despertó curiosidad y empecé a investigar, y después descubrí a La Polla. Si una canción me pudo despertar algo a mí, seguramente una canción le pueda despertar algo a otro, y eso es una conquista lograda. Son semillas, quizás algún día pueda haber una cosecha, a lo mejor no, pero si no le ponés un granito de arena no hay chances”, afirma Mariano.
“Esto es militancia de base”, dice Marcos para definir lo que hacen con la banda. Ninguno paga sus cuentas con lo que genera Mal Pasar y aunque admiten que les gustaría poder hacerlo, aclaran que no es el objetivo. En su caso, encontraron en la música la forma de participar e intentar cambiar la realidad que viven, pero ¿qué pasa con los que no tienen o no encuentran su lugar? ¿Cómo lo hace el que no es artista o no forma parte de un grupo? “Lo más importante es formar el pensamiento y formar las ideas, a partir de ahí ser coherente con lo que uno piensa y con lo que quisiera ser. En ese sentido uno de los temas nuevos lo refleja un poco: tarde o temprano te vas a morir, ¿y qué es lo que estás haciendo en el medio? Uno puede, por ejemplo, ser cobrador de un peaje –ejemplifica Mariano y cuenta que tiene “muchos problemas” con ellos-. Podés vivir toda tu vida cobrándole a alguno para pasar o podés ser albañil o un docente, o arquitecto, y hacer algo que sea constructivo para la sociedad, que ayude en algún sentido. El que no está en la militancia por lo menos debería estar haciendo algo que le sirva a los demás”, considera.
Para Carlos, “el gaviota”, “el tema es muy simple”. “Uno vive y tiene una vivencia y cree saber dónde está parado porque tiene inquietudes, sobre todo cuando es joven. Generalmente son los jóvenes los que generan cosas. ¿Cómo no podés tomarte un tiempo de tu día, aunque sean 5 minutos, y pensar a ver por qué pasa esto? El que no genera algo, el que mira los videos en Youtube (NdR: se refiere a ver a youtubers), ese chabón no está en busca de nada porque ya está perdido por el mismo sistema que genera que no esté en busca de nada. Porque el sistema funciona así y va perfectamente bien. Lo que a nosotros nos pasó fue totalmente lo contrario. ¿A ver, cómo es esto? ¿Por qué los Pistols decían anarquía en el Reino Unido, por qué cantaban contra la reina? ¿Por qué los Clash hacen un video en un pozo de petróleo? ¿Por qué Evaristo en el ’80 cantaba lo que cantaba? ¿Por qué hubo un plan sistemático de asesinato y desaparición de personas en Latinoamérica?”, dice el cantante y bajista.
“Hay gente que capaz que no milita, pero en sus actos y en sus consecuencias es más leal que otros, porque de la boca para afuera son todos unos fenómenos”, aporta Marcos y dice que “no necesariamente tenés que ponerte la pancarta y salir a reventar todo” como ellos hicieron en algún momento. “Hay gente que no está todo el tiempo detrás de eso. Su forma de militancia tiene que ver con cómo se mueve en el día a día. Vos te rodeás con gente y convivís todo el tiempo y te pasan cosas, podés hacerte el pelotudo y mirar para otro lado, pero hay mucha gente que se solidariza”, afirma.
Organizar la resistencia
Durante la charla el hecho del paso del tiempo y de la energía que tienen los jóvenes sale varias veces. “Nosotros empezamos a los 16 años a militar y ahora tenemos 38 y seguimos con eso”, dice Carlos. El activismo no pasa sólo por la posibilidad de tener un micrófono y no “desperdiciar el arte”, sino que todavía hay cosas que generan nuevos proyectos, aunque sea desde la bronca. “¿Cómo puede ser que venga una banda de Europa y te llene un estadio para contarte lo que vos vivís? Cuando vos lo estás diciendo hace treinta años y sos un pelotudo. Es una cosa de locos, es el país del revés”, recuerda Carlos sobre el hecho que dió pie a la Coordinadora Libertaria en la que trabajan con su hermano Damián desde hace 3 meses.
“La coordinadora son compañeros de los ’90 que nos volvimos a juntar y armamos un proyecto dentro de la militancia pero con artistas libertarios. Que se sume todo tipo de expresión artística, no sólo músicos: escritores, pintores escultores; siempre y cuando estén comprometidos con la causa”, cuenta el baterista de Mal Pasar. “Se sumaron un montón de bandas en poco tiempo. Ya hicimos festivales en City Bar, en Martín Coronado, hemos hecho en Avenida de Mayo y 9 de Julio a beneficio de los Qom, ahora se vuelve a repetir el día 5 de julio. Con la expectativa de difundir la idea, de que las bandas tengan su espacio, de no pagar para tocar, de vender libros, de autogestionarnos. Creo que es un espacio interesante”, se entusiasma.
La utopía de la revolución que destruya el sistema y la lucha del día a día se encuentran en cada salida del sol. Como dice Carlos, “la utopía es todo el tiempo”, y está depositada ahí, en un nuevo disco, en una nueva canción, en un nuevo texto, en tener “la lucecita” que nos haga caminar. “A mí me chupa un huevo hacer otra música, nosotros estamos comprometidos con esto en serio, y mirá, se me pone la piel de gallina -y se le ponen los ojos llorosos-. Yo tengo 38 años y me siento orgulloso de que el último disco de Mal Pasar cierre con esta frase: viva la anarquía, viva la rebeldía, libertad”.
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