Encuestas publicadas por la prensa española apuntan a la victoria del Partido Popular (PP), oposición de derecha al actual gobierno.
Los comicios fueron anticipados en cuatro meses por el actual presidente, José Luiz Rodriguez Zapatero, que deja al próximo mandatario la tarea de administrar un país en crisis.
Los españoles renovarán 350 asientos del Congreso de los Diputados y 208 de los 264 asientos del Senado el 20 de noviembre. Según encuesta publicada por el diario El País, el PP, liderado por Mariano Rajov, obtendría el apoyo de 194 parlamentares, con 45,4% de los votos, mientras el candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, tendría el apoyo de 112 parlamentares, con 30,9% de los votos.
Si este resultado se confirma, será el mejor resultado de la historia del PP y, a la vez, el peor del PSOE desde la vuelta a la democracia. Será la segunda gran victoria electoral del PP este año, ya que en los comicios municipales de marzo el partido aglutinó las principales intendencias, sumando las mayores cotas para un solo partido desde 1978. Con el slogan “empieza el cambio”, el PP y Rajov, según analistas, pudieron acumular fuerzas gracias a sus críticas constantes a las decisiones adoptadas por Zapatero más que a sus propuestas para salir de la crisis.
Disputan aun las elecciones otros siete partidos más. El partido Izquierda Unida (IU) obtendría 11 diputados, nueve a más que en la elección de 2008. La agrupación catalana Convergència i Unió, 14. El Partido Nacional Vasco (PNV) debe conquistar 5 puestos y la coalición vasca Amajur, otras 4.
Los indignados
Frente a esas proyecciones, una de las preguntas que surge es para dónde va el voto de los indignados españoles, organizados mayoritariamente en el Movimiento 15-M. Una parcela va a optar por IU, sin embargo, la alternativa institucional de izquierda considerada la más fuerte poco pudo capitalizar en los últimos tiempos. Según análisis de Daniel Ripa y Diego Díaz en el periódico español Diagonal, los probables 11 asientos que la IU va obtener será un resultado bastante tímido, teniendo en cuenta que la coligación se encuentra en la mejor coyuntura en años para crecer. “Y es que IU llega a noviembre con los deberes a medias. El tantas veces anunciado proceso de refundación del colectivo, que arrastra una larga historia de crisis internas, desastres electorales y alejamiento de los movimientos sociales, se hallan a día de hoy poco más que enunciado”, opinan. Otras fuerzas vinculadas a los nacionalismos de izquierda y a los llamados ecosocialistas también deben recibir votos de parte de los indignados.
Otra parcela del 15-M optará por la “abstención activa” o por el voto en blanco. Según encuestas, las dos opciones deben aumentar; la primera debe crecer cerca de 9 puntos porcentuales, llegando a aproximadamente 34%. Ya los votos en blanco deben crecer poco más de un punto, llegando a 4,6%. Lo cierto es que no habrá una opción única en el 15-M. Para el profesor de ciencias políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, Carlos Taibo, “el 20N [20 de noviembre, fecha de las elecciones] no es la batalla del movimiento del 15M”, un movimiento que debe estar más preocupado por lo que ocurra después.
En medio al debate electoral, el 15-M sigue movilizándose. El 14 de noviembre, 5 mil personas salieron a las calles de Madrid, llamando a una “contracampaña por el estado de participación permanente”. El rechazo a los recortes en servicios públicos y a la corrupción fueron los ejes de la protesta.
Fuentes: Diagonal – www.diagonalperiodico.net y Público www.publico.es