Por Mario Hernandez
En la noche del viernes se llegó a un acuerdo entre los representantes de los trabajadores aceiteros y los empresarios. Los obreros tendrán un salario inicial de $14.300, lo que representa un aumento del 36%. La huelga iniciada el 4 de mayo, los cortes y bloqueos en puertos y en el cordón industrial de Rosario, así como las decisiones en asamblea, fueron medidas decisivas para esta victoria que rompió el techo que pretendía imponer el gobierno.
El obrero aceitero de menor categoría recibirá un sueldo neto de $14.300, lo que representa un aumento del 36%. Según trascendió, los empresarios y paritarios firmaron un segundo acuerdo en el que se alcanza dicho porcentaje. El acuerdo sería del 27,8% y según el Ministerio de Trabajo, “la organización sindical tratará con las distintas empresas otras cláusulas”. Estas cláusulas corresponderían a un adicional por presentismo que permitiría a los trabajadores redondear un aumento del 36%.
Daniel Yofra, secretario general de los aceiteros, señaló que el conflicto alcanzó a unas 40 empresas instaladas en el país y comprometió a unos 40.000 trabajadores. Según algunos cálculos extraoficiales, había entre 80 y 100 buques parados en el río. Finalmente, agradeció a las organizaciones que vienen “recorriendo el camino junto a los trabajadores aceiteros”, mencionando a la CTA, ATE, AMSAFE, y a los partidos de izquierda “que siempre están junto a los trabajadores y nunca se separaron”.
De todos modos, el conflicto seguiría afectando la zona de San Lorenzo ya que el próximo lunes lanzaría un paro la CGT regional que reclama el cumplimiento del convenio COPA que equipara el sueldo de otros gremios de la zona con el convenio de los aceiteros.
También se especulaba con una solución similar para los bancarios que realizaron un contundente paro nacional de 48 horas el martes y miércoles pasados, -el Banco Central continuó hasta el viernes-, que acordarían una suba en el básico del 27 o 28%, pero que al incluir adicionales y alguna participación en el resultado operativo de las empresas se eleve a valores por encima del 30%.
Se generalizan los reclamos por encima del 30%
La UTA rechazó el 27% que propuso la patronal. El miércoles convocó a un paro sorpresa por 24 horas, pero el Ministerio de Trabajo reaccionó rápido y dictó la conciliación obligatoria, acatada por los gremialistas.
En una línea similar, La Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos anunció un paro de actividades para el viernes.
Los docentes bonaerenses fueron al paro de 48 horas, jueves y viernes, exigiendo a SUTEBA, FEB, UDocBA y a los gremios estatales un plan de lucha común contra el ajuste de Scioli y De Lucía a los trabajadores de la educación.
La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) también anunció un paro para el viernes, en reclamo de aumento de salarios y para exigir paritarias libres.
El Sindicato Argentino de la Manufactura del Cuero se declaró en “estado de alerta y movilización”, tras el fracaso de la primera audiencia paritaria. Reclama una suba de 38%, pese a ser un gremio de la CTA oficialista de Hugo Yasky.
El miércoles el Plenario de delegados autoconvocado de prensa realizó un acto frente a la Cámara empresaria, en el marco de un importante cese de tareas de tres horas. Asimismo, dispuso que el próximo martes 2 de junio se realicen asambleas en todos los lugares de trabajo para analizar la situación de estas paritarias y definir cursos de acción en procura de una negociación seria y un acuerdo viable.
En tanto, los camioneros de Moyano reclaman el 35%. El próximo jueves harán un acto en el estadio de Deportivo Español y están entre los impulsores del paro general del 9 de junio. La misma cifra reclaman los trabajadores de televisión por cable.
Sorpresivamente, el Gobierno Nacional y los Rectores del CIN firmaron con las conducciones amigas un aumento salarial del 27,4% en dos cuotas sin consulta a las bases y sin convocar a la CONADU Histórica que declaró: “En una maniobra patronal que no registra antecedentes en nuestro sector y a espaldas de la Docencia Universitaria y Preuniversitaria argentina, en la tarde del viernes el Gobierno Nacional, las y los Rectores del CIN y las conducciones de CONADU, FEDUN, FAGDUT, CTERA y UDA, sellaron la Pauta Salarial que regirá hasta Junio del 2016, convalidando el techo del 27,4% que el Ministro Kicillof pretende imponer en las Paritarias a todos los sectores de la clase trabajadora”.
El paro general del 9 de junio
Desde la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte piden a la izquierda que no levante piquetes el 9 de junio, día que se llevaría adelante el paro que convocan también desde las CGT opositoras y la CTA de Micheli.
El dirigente ferroviario Omar Maturano, salió a pedir que “no haya cortes de tránsito. Queremos que el paro de transporte garantice el paro nacional. Pedimos que no haya piquetes y que dejen que los trabajadores vayan por sus propios medios. Así no nos tildan de que cortamos la calle”. Hace unos días, Facundo Moyano declaraba que la izquierda se cuelga de los paros de la CGT, y que son marginales ya que solo pueden tener visibilidad cortando la Panamericana o llevando las cosas al extremo.
Sin embargo, para la inmensa masa de trabajadores y trabajadoras que se encuentran en negro, que suelen concurrir en remises, motos, bicicletas o autos por las apretadas que reciben de la patronal, los piquetes suelen ser una buena excusa para no asistir a los trabajos y acoplarse al paro.
Desde la izquierda, esgrimen que no se “cuelgan” de los paros de la burocracia sino que intervienen con los métodos con los que actúan cotidianamente, como fue el caso de las y los trabajadores gráficos que el viernes cortaron la esquina de Marcelo T. de Alvear y Callao en la Ciudad de Buenos Aires, reclamando contra los 280 despidos en la gráfica Worldcolor de Pilar y por la expropiación de la ex-Donnelley.
El sábado, convocados por la Seccional San Fernando del SUTNA (Neumáticos) se reunieron en el Auditorio Mayor de la Facultad de Sociales de la UBA, dirigentes y delegados sindicales de la izquierda y el clasismo que consideraron el apoyo a las luchas obreras en curso y el programa y participación en el paro nacional del próximo 9 de junio.
Entre las resoluciones centrales figura el apoyo a todas las huelgas en curso a partir del papel jugado en el apoyo a la huelga general aceitera. En segundo lugar se resolvió redoblar la lucha en los sindicatos de todas las centrales para que los objetivos del paro y su modalidad sean discutidos en asambleas fabriles y plenarios de delegados con mandato.
Entre los objetivos se discutió el apoyo al planteo aceitero de salario mínimo equivalente a la canasta familiar, las paritarias sin techo y el rechazo a la no homologación y conciliaciones del gobierno, la anulación del impuesto a las ganancias sobre los salarios de convenio, la ocupación de toda fábrica que cierre y la prohibición de despidos y suspensiones, el pase a planta permanente de precarizados y el 82% a los jubilados.
En relación al carácter del paro, el plenario debatió los motivos para realizar un paro de 36 horas con abandono de tares que pueda movilizar centenares de miles de trabajadores a la Plaza de Mayo, de manera de imponer un giro en la situación política y doblar el brazo de Kicillof, Tomada y Cristina Fernandez De Kirchner que atacan las paritarias y confiscan el salario mediante el impuesto a las ganancias. De persistir el paro de 24 horas, se propuso la realización de piquetes iniciales que culminen con una movilización al Ministerio de Trabajo el propio día del paro.