El gobierno de España solicitó formalmente el pedido de rescate financiero para la banca española con el fin de recapitalizar a los bancos endeudados.
La administración del conservador Mariano Rajoy formalizó este lunes el pedido de ayuda financiera destinada a rescatar de la deuda a los bancos españoles. Si bien el importe del préstamo y la modalidad del mismo no están definidos aún, el gobierno se comprometió a definir los detalles antes del 9 de julio, fecha en que se realizará la próxima reunión del Eurogrupo con los ministros de Economía y Finanzas de los 17 Estados miembros de la zona euro, y donde tendría que discutirse el rescate.
La petición de asistencia financiera para las entidades con necesidades de capital figura en una carta enviada por el ministro de Economía, Luis de Guindos, al presidente del Eurogrupo, Jean Claude Junker. De esta manera, el ejecutivo cumple con las formalidades establecidas para solicitar el préstamo de hasta 100 mil millones de euros concedido el pasado 9 de junio por los titulares de Economía y Finanzas de la zona euro.
De Guindos había señalado días atrás que podría tratarse de un préstamo a 15 años, con tipos de interés de entre 3 y 4 por ciento. Esto fue ratificado por el ministro español de Asuntos Exteriores, Jose Manuel García-Margallo, quien aseguró que se busca que la ayuda tenga el plazo de devolución más largo posible y una taza de interés baja.
Otro dato relevante que había circulado en los últimos días es que la cifra necesaria para los bancos, en el peor escenario posible, era de 62 mil millones de euros (unos 77 mil millones de dólares) como máximo, basándose en los resultados de las auditorias independientes realizadas por las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman.
Esta cifra no será definitiva hasta que las firmas finalicen los estudios, que serán completados en el mes de septiembre, mes en que se sabrá también las necesidades concretas de las entidades financieras. Según el texto de la carta, esas evaluaciones “se deberían tener en cuenta como punto de partida” para establecer la cantidad de dinero que se solicitará de Bruselas.
España se convertiría de esta manera en el cuarto país de la zona euro en beneficiarse con un rescate, junto con Grecia, Irlanda y Portugal. Al igual que estos países, pasaría a estar “bajo la lupa” del bloque comunitario de 27 miembros, según aseguró el comisario de Competencia de la Unión Europea (UE), Joaquín Almunia.
A comienzos del mes de junio, la nación ibérica llegó a un principio de acuerdo con sus socios de la Unión Europea tras la debacle de su sistema bancario por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008. Este acuerdo estuvo mediado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que desempeña un rol de supervisor.
A mediados de mes, la directora del FMI, Christine Lagarde, aseveró que “esta ayuda de hasta 100 mil millones de euros (más de 125 mil millones de dólares) es una oportunidad para España de acompañarlo de un paquete integral de reformas en otras áreas”. El plan de reformas “claro y coherente” incluiría una suba inmediata del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
Ante esto, se han generado protestas en diferentes ciudades españolas en contra de la recapitalización. Los españoles temen que la crisis se agrave y las condiciones del rescate sean parecidas a las impuestas por la Unión Europea a Grecia, que derivaron en profundos recortes sociales y el incremento de impuestos.
Como telón de fondo, esta semana se realizará en Bruselas una cumbre que reunirá a los líderes de la UE con el objetivo de buscar respuestas a la crisis que no parece dar respiro a Europa. Uno de los temas que se analizarán es la creación de un paquete financiero equivalente al uno por ciento del Producto Interno Bruto europeo (130 mil millones de euros) para estimular el crecimiento de la economía.