Por Francisco J Cantamutto.
El viernes pasado se cumplió el 15° aniversario del fallecimiento de Alejandro Olmos, el periodista que dio cuenta del carácter ilegal, ilegítimo y usurero de la deuda argentina.
Ante un nuevo aniversario de su muerte, la mejor manera de homenajearlo no podría ser otra que enfatizar el desmanejo de la deuda. Olmos fue el periodista que reunió sigilosamente las pruebas sobre el endeudamiento, que los sucesivos gobiernos se negaron a investigar. Presentó varias demandas sobre el asunto, pero no llegaría a ver el resultado de su esfuerzo militante: pocos meses después de su deceso, el juez federal Ballesteros resolvió sobre el carácter ilegal, ilegítimo y usurero de la deuda. Corría el año 2000 y los movimientos populares se manifestaban en las calles argentinas contra el ajuste y el pago de la deuda. El neoliberalismo caía en desgracia por la fuerza de la impugnación popular.
Se creaba en esos años la Alianza Social Continental, en el marco de la cual se organizó tres años después una gigantesca consulta popular, en la que el 88 por ciento de los más de 2 millones de votos se expresaron contra el pago de la deuda. El gobierno de Néstor Kirchner, en lugar de auditar la deuda, como se le demandaba, prefirió organizar un canje que garantizara los pagos. Ese 2005, la Contracumbre de los Pueblos en Mar del Plata también repudió la deuda (quinto punto de su declaración). Kirchner, en cambio, definió el pago al FMI a fin de ese año.
Y apareció poco después la idea de una política de “desendeudamiento”, cuyo mérito habría sido pagar todas las deudas posibles, evitando toda investigación sobre el carácter ilegal e ilegítimo de la deuda. Los “pagadores seriales”, como dijo Cristina Fernández, contaron para ello con el apoyo de Estados Unidos y grandes bancos – buitres, como el Citibank, el Deutsche, el Barclays.
El año pasado, a instancias del enfrentamiento con unos pocos buitres díscolos, se aprobó la mal llamada ley de “Pago Soberano”, donde se aprobó pagar y luego investigar. Contra toda esperanza que pudiera abrigar esa engañosa fórmula, nada ha pasado, igual que con el fallo de Ballesteros. Como Olmos, duerme el sueño de los justos, mientras continúa la expoliación de nuestros recursos, ahora con una retórica progresista.
El Foro Argentino de la Deuda Externa realizó el viernes un homenaje a Olmos, su creador, en calle 15 y Diagonal 74, en La Plata.
Reproducimos abajo fragmentos de la declaración de la Asamblea por la Suspensión del Pago e Investigación de la Deuda y por la Defensa del Patrimonio Nacional y los Bienes Comunes.
Acerca de la Comisión Bicameral sobre la deuda externa argentina
Desde la normalización institucional en 1983, fue un reclamo popular el de la constitución de una auditoría de conformación representativa y popular, que investigue y determine sobre la deuda externa en la Argentina, con el fin de establecer su origen, su crecimiento, las maniobras efectuadas a su respecto, particularmente todo lo correspondiente al período de la dictadura cívico-militar genocida de 1976 a 1983, y decidir sobre lo que se considerara de carácter ilegítimo y por tanto no proceder a su pago. Las instancias institucionales no se hicieron eco de este reclamo y siguieron pagando como si buena parte de esa llamada “deuda” no fuera absolutamente ilegítima de origen y de consolidación.
De esa manera, después de 1983 se continuó pagando, lo que significaba aceptarla en toda su dimensión y sepultar la investigación y decisión realmente soberana. Esto hasta la actualidad.
El 13 de junio de 2000, y en el marco de la sentencia en el juicio promovido por Alejandro Olmos (“Olmos Alejandro s/denuncia” (Expte. 14467), ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 2, Secretaria Nº 4), el Juez Ballesteros, a cargo de la causa, resolvió remitir copia de dicha resolución al “Honorable Congreso de la Nación para que, a través de las comisiones respectivas, adopte las medidas que estime conducentes para la mejor solución en la negociación de la deuda externa de la nación que, reitero, ha resultado groseramente incrementada a partir del año 1976 mediante la instrumentación de una política-económica vulgar y agraviante que puso de rodillas el país a través de los diversos métodos utilizados, que ya fueran explicados a lo largo de esta resolución, y que tendían, entre otras cosas, a beneficiar y sostener empresas y negocios privados -nacionales y extranjeros- en desmedro de sociedades y empresas del estado que, a través de una política dirigida, se fueron empobreciendo día a día, todo lo cual, inclusive, se vio reflejado en los valores obtenidos al momento de iniciarse las privatizaciones de las mismas”. Esta resolución abría el paso para la constitución de una Comisión Bicameral. Esta resolución nunca fue ejecutada, a pesar de que en su consecuencia se presentaran varios proyectos en el Congreso que tampoco nunca fueron tratados.
El movimiento popular siguió insistiendo y reivindicando la causa Olmos, pero tampoco tuvo respuesta.
De pronto el 11 de spetiembre de 2014 y en el marco de una ley denominada de Pago soberano (de la deuda) que consagraba el pago y no la investigación, las Cámaras de Diputados y Senadores introducen para inducir a su aprobación el artículo 12, que crea una comisión de investigación.
Claro que a quienes luchamos siempre por una auditoría popular, por la suspensión del pago de la deuda o por el no pago de la deuda, que la hemos calificado permanentemente como “deuda odiosa” (de acuerdo al significado internacional), no nos satisfizo esa ley que consagraba el pague primero, investigue después y que en definitiva creaba una comisión sólo a nivel del Congreso.
No obstante, tampoco esta vez se constituyó la Comisión aprobada.
Todo esto constituye un verdadero fraude político hacia la ciudadanía, ya que la investigación necesaria sobre el carácter ilegítimo de la deuda se ha pospuesto sistemáticamente, aunque se haya utilizado de forma publicitaria la aprobación de esa Comisión.
Pues bien, aunque no satisfaga nuestras posiciones sobre la formación e integración y atento a que existe ya una ley que la dispone, somos nosotros quienes ahora exigimos su formación.
Nosotras y nosotros, diputadas y diputados, movimientos sociales, sindicales, estudiantiles, culturales, universitarios, profesionales, trabajadores, jubilados y jubiladas, movimientos políticos organizados.
Nosotras y nosotros, los que auspiciamos y promovemos la Conferencia Internacional sobre deuda, bienes comunes y dominación que se llevará a cabo en la Ciudad de Buenos Aires, el 3, 4 y 5 de junio próximos, a 10 años del No al ALCA.