Por María Luz Carmona // Foto: Constanza Portnoy
La joven Cristina Bertos, de Lomas de Zamora, fue asesinada por el padre de sus hijos, que la consideró de su propiedad. Es un nombre más a la lista de femicidios del sur del Conurbano. La difusión de su caso entre compañeras de la organización Ellas Hacen provocó que muchas denunciaran que atraviesan la misma violencia.
Una mujer más víctima de femicidio. Una más, de tantas que pierden la vida a manos de la violencia machista y el desamparo institucional. Cristina Bertos, madre de siete hijos, fue asesinada por su marido, Eduardo Demetrio Leguizamón, en Ingeniero Budge, Lomas de Zamora. El deceso de la mujer ocurrió el 14 de abril, luego de haber permanecido internada dos días en el hospital local Luisa Gandulfo, al recibir dos disparos en el cuerpo. Familiares, compañeros y vecinos marcharán el martes a las 10, desde Camino Negro y Martín Rodríguez hasta Tribunales para exigir justicia.
La mujer, de 28 años, trabajaba en la Cooperativa Susana Trimarco y estaba terminando, con mucho esfuerzo, sus estudios secundarios en una escuela de su barrio, en el marco del Programa Ellas Hacen, un proyecto educativo y de inclusión social destinado a mujeres en situación de vulnerabilidad social. Según la información que trascendió en algunos medios locales y en redes sociales, el agresor estuvo nueve días prófugo, pero ya fue detenido.
La causa, caratulada “homicidio agravado por el vínculo”, se encuentra en la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Lomas de Zamora, a cargo de la fiscal Fabiola Juanatey, e interviene el Juzgado de Garantías 8, a cargo del juez Gabriel Vitale, pionero en analizar el contexto de violencia en femicidios en casos que tomaron trascendencia nacional, como el de Fátima Catán. Los restos de la víctima fueron inhumados en el Cementerio de Lomas de Zamora.
Despatriarcalizar desde el aula
El Programa Ellas Hacen es un plan de alcance nacional que tiene por objetivo reinsertar en el ámbito educativo a aquellas mujeres mayores de edad que deseen terminar el secundario, que se encuentren desocupadas y en situación de riesgo. Se les brinda la posibilidad de terminar los estudios, al mismo tiempo que el Estado les proporciona una ayuda económica, que en muchos casos es el único ingreso que poseen para sostener su vivienda. Cristina Bertos, al igual que centenares de mujeres de los barrios más desfavorecidos del Conurbano bonaerense deseaba terminar la escuela. Pero se quedó en mitad de camino, porque el padre de sus hijos, creyendo que ella era de su propiedad, deliberadamente terminó con su vida.
Las mujeres (muchas son madres adolescentes y con más de tres niños o niñas) que ingresan al plan sufrieron o sufren algún tipo de violencia machista. En gran parte de los casos el agresor es el padre de sus hijos. A raíz del femicidio de Bertos, algunos de los y las docentes de las escuelas de Villa Fiorito, Budge y Villa Albertina, decidieron llevar el caso al aula para visibilizar esta problemática. Uno de los objetivos primordiales que se planteó fue la necesidad de desnaturalizar todo tipo de violencias hacia las mujeres, abrir el debate, el intercambio de miradas, contar experiencias y pensar entre todos y todas distintas estrategias para la prevención.
Algunas docentes brindaron información acerca de cuáles son las leyes que amparan a las mujeres en situación de violencia familiar. Y otras profesoras y psicólogas ofrecieron ayuda psicológica para quienes lo necesitaran. Las estudiantes demostraron el interés en abrir el debate y manifestaron la necesidad de que haya espacios de contención para las mujeres que denuncian casos de violencia. “Que no tengan que volver a sus casas con el hombre que las agredió, luego de hacer la denuncia”, fue uno de los principales reclamos.
Los y las docentes del Plan Fines de la zona también se sumaron a la iniciativa de trabajar la temática en las escuelas y sedes. Durante los debates, los estudiantes manifestaron la intención de crear redes entre los docentes y alumnos para estar alertas frente a esta problemática. Y la necesidad de pedir justicia por su compañera, para que esto no suceda nunca más.
Para ayudar a la familia de Cristina Bertos se pueden realizar donaciones de alimentos y ropa para los hijos, los lunes, martes y miércoles, de 18 a 20, en la Escuela 82, ubicada en Ricardo Palma y Baradero, Budge.