Por Manuel Pérez Berro*
En el ciclo de entrevistas de cara a las PASO del próximo domingo en la Ciudad de Buenos Aires, entrevistamos a Marcelo Ramal, precandidato porteño a legislador por el Frente de Izquierda de los Trabajadores (FIT). “Es importante que ningún votante caiga en la trampa de votar a Michetti contra Rodríguez Larreta o cosas por el estilo”, aclaró Ramal.
-A cuatro años de la formación del FIT, ¿qué balance hacen del proceso en este tiempo y cuáles son las expectativas de cara al próximo domingo?
El balance es muy positivo. En 2013 consagramos un bloque de diputados en el Congreso Nacional y en más de diez legislaturas a causa de 1 millón 300 mil votos. Indudablemente el FIT se ha consolidado como el polo político de aquellos que desde la izquierda quieren librar una lucha política eficaz contra los partidos del sistema. En esta elección de la ciudad, esa tendencia se ha reforzado con la participación de nuevas fuerzas que se sumaron. Es el caso del Colectivo Pueblo en Marcha (PM), integrado por el Frente Popular Darío Santillán (FPDS) y otras organizaciones y también el Movimiento Pueblo Unido (PU) que está liderado nacionalmente por el Perro Santillán.
-¿Por qué se dio esta apertura en las listas del Partido Obrero (PO) que no se habían dado en ocasiones anteriores? Y por otro lado, ¿cuál es el rol que tiene que tener el FIT de cara a los próximos años con respecto a las demás fuerzas de izquierda?
La apertura se dio porque estas fuerzas quisieron ser parte del Frente de Izquierda. Antes, estaban ubicadas en otras propuestas políticas o no participaban del proceso electoral. En estas fuerzas que te mencioné se procesó un debate, un balance político y el interés de poder participar del FIT. Naturalmente el Frente de Izquierda no es un contrato, sino que es un concepto político. El propósito es agrupar y reunir en un polo a aquellos que realmente entiendan que la izquierda no debe ser furgón de cola de los partidos que han defendido a la clase capitalista y de los partidos que han llevado al país al hipotecamiento permanente y a la precarización laboral. En ese plano, y por ese concepto, indudablemente que el FIT se tenía que reforzar.
-¿Cómo encaran el desafío de llegar a más sectores de la población, a partir del crecimiento de votos, teniendo en cuenta que algunos de los sectores que están siendo interpelados por el FIT no provienen de una tradición anticapitalista?
Primero, hay un electorado que ha votado a la izquierda y que efectivamente tiende a identificarse hoy en el FIT ante la desintegración de ciertas alternativas que, con el tiempo, se han terminado transformando en sucursales políticas del gobierno, o de opositores derechistas al gobierno. El Partido Comunista (PC) hoy está virtualmente disuelto en el kirchnerismo y mucha gente de la Ciudad de Buenos Aires que participó de esa tradición de izquierda, hoy vota al FIT.
Hay un fenómeno que es importante señalar, que es el derrumbe político de lo que se llamó progresismo. Me refiero tanto al progresismo de cuño kirchnerista como de cuño antikirchnerista. Las mil flores que florecen adentro del kirchnerismo se van a marchitar todas juntas detrás de la candidatura de Scioli. Por otro lado, después de la convención radical de hace un mes, está muy claro que el 90 por ciento de todo lo que fue Unen se va a alinear detrás de la candidatura de Macri. La propia elección porteña en ese sentido es mentirosa porque aparece un abanico de fuerzas o candidaturas que se fingen independientes pero que en la elección general van a ir con Macri. Hay un electorado de tradición progresista que llamamos a no distraerse o perder el tiempo en estas variantes y sumar su voto al Frente de Izquierda.
-Entendemos que la problemática de la vivienda es una de las centrales en la Capital, ¿cuáles son las propuestas que presenta el FIT?
Yo ya estoy en la Legislatura, entonces más que hablar de propuestas en general me tengo que referir a las cuestiones que estamos peleando. Participo en la Comisión de Vivienda, y llevé durante este año y medio en la legislatura una batalla muy dura. En primer lugar, por la urbanización de las villas y el cumplimiento de las leyes de urbanización. En segundo lugar, contra los planes de privatización del suelo en la zona sur y sudoeste de la Ciudad de Buenos Aires. Ahí hay un caso particular que se conoce como el Plan Maestro de la Comuna 8. Yo presenté un contraproyecto planteando la disolución de la Corporación del Sur y la formación de un pool de tierras que sea orientado socialmente a la construcción de vivienda popular, espacios verdes y culturales. Iniciamos en el sur de la ciudad una gran campaña en este punto.
En el plano de la salud —porque también participo de la Comisión de Salud— hicimos una fuerte campaña en los hospitales públicos de la ciudad por un proyecto de ley que establece la jornada laboral de seis horas para las enfermeras y enfermeros del hospital público. Este proyecto ganó un concurso en las redes sociales organizado por la propia Legislatura de la Ciudad, y por esa base impedimos que sea cajoneado por el macrismo. Este proyecto empezará a debatirse las próximas semanas en la Comisión de Salud y vamos a garantizar la presencia de enfermeros de todos los hospitales para defender este proyecto que nos parece tremendamente importante.
Por la lucha contra la privatización de tierras, fui amenazado por el PRO en un episodio que se desarrolló a fines del año pasado. Eso da cuenta del antagonismo con la gestión macrista.
-¿Qué mensaje te gustaría darle al elector/a a una semana de las comicios?
Simplemente me gustaría que no se distraiga en las internas de los partidos del sistema. Es muy importante que ningún votante caiga en la trampa de votar a Michetti contra Rodríguez Larreta o cosas por el estilo, porque de esa manera le va a hacer el juego a lo que están buscando los representantes de Macri y de Scioli en la Ciudad de Buenos Aires: una polarización de la elección.
*Integrante de La Revancha