Por Emmanuel Gentile.
El secretario general de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación perdió el control hace un año cuando se impuso la fuerza opositora con un 87% de los votos. Una medida “antidemocrática” y “antisindical”.
“Hoy se escribe una nueva página de la nefasta historia de la burocracia sindical”. Así comienza el comunicado difundido este martes por los dirigentes de la ahora intervenida seccional 2 del gremio de judiciales, donde hace casi un año la lista Marrón del moyanista Julio Piumato, secretario general a nivel nacional, perdió por amplio margen la elección para renovar autoridades en la Capital Federal.
Desde hace un tiempo hay tensión al interior de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación (UEJN). Las aguas se dividieron después de las elecciones de 2011, cuando Piumato pasó de ser un defensor a ultranza del “modelo” a tomar cierto protagonismo político como referente de la oposición. Pero el punto de quiebre definitivo se dio al año siguiente, cuando un numeroso sector del gremio decidió no adherir al paro general convocado por Hugo Moyano y apoyado por Piumato.
En mayo de 2014, las agrupaciones 16 de noviembre y Quique de Pedro presentaron la lista Azul y Blanca para disputarle a Piumato la conducción del gremio en el ámbito porteño. El resultado fue abrumador: la Azul y Blanca se impuso con un 87,2 por ciento de los votos. A partir de ese momento, según denuncian, se sucedieron una serie de intervenciones “de hecho” que hicieron “imposible” el funcionamiento diario de la nueva conducción capitalina.
“Nos interviene porque nosotros no respetamos la política sindical de él”, denunció el abogado y secretario de prensa de la seccional 2, Diego Latrónico, en diálogo con Marcha. Recuerda Latrónico que en la paritaria de 2014 los delegados paritarios elegidos para representar a las y los trabajadores de la Capital Federal impulsaban la creación del primer convenio colectivo de la historia de judiciales, pero el titular de la UEJN los desconoció e impuso los suyos. “En vez de pelearnos con la patronal por mejores salarios, tenemos que pelearnos con la conducción del gremio, que no nos deja actuar”, sostiene.
A Latrónico, la decisión “antidemocrática” de Piumato no le sorprende. Cuenta que la de Tucumán fue otra de las pocas seccionales en las que se logró armar una lista capaz de vencer a la “burocracia”. Allí también fue derrotada la lista Marrón, y también Piumato decidió que lo mejor era intervenirla.
Ayer, a poco de conocerse la medida, el histórico dirigente acusó en Twitter que la conducción porteña había saqueado la sede de Sarandí 1265. Denunció que se robaron “computadoras” y hasta una “placa de bronce”. “Estábamos advertidos de que iba a salir con una operación así a través de las redes sociales. Nosotros en la seccional dejamos el patrimonio que estaba inventariado”, se defiende Latrónico. Y agrega que esa sede “se compró contrayendo una deuda que esta gestión saldó, y dejó además un superávit de casi un millón de pesos”.
De acuerdo a lo que denuncia la conducción suspendida, el dirigente cegetista presentó un acta en la que no puede fundamentar la intervención. Por el contrario, afirma el entrevistado, las razones que se desprenden son meramente”ideológicas”. Es que los dirigentes de la Azul y Blanca adscriben al kirchnerismo: “Entendemos que en este proceso político los trabajadores se han visto claramente beneficiados. Pero si bien la dirigencia tiene una postura política definida, eso no se mezcla con la construcción gremial -asegura-. Piumato dice que somos La Cámpora, que somos el Gobierno, que representamos a la patronal. Hay un montón de compañeros judiciales que adhieren a este proyecto político y un montón que no. Pero si logramos ganar una elección con el 87 por ciento de los votos es porque nosotros les dimos siempre respuestas sindicales a la gente”, asegura el secretario de Prensa.
Y añade que con el viraje de Piumato hubo “una entrega de las banderas sindicales que él en su momento levantó”. “Llevó a este sindicato a acompañar a tipos que fueron siempre en contra de los trabajadores”, remarca.
A partir de ahora, los dirigentes de la seccional 2, que encabezan Vanesa Siley como secretaria general, y Juan Manuel Rotta como secretario general adjunto, evaluarán la posibilidad de conformar un nuevo sindicato, ya que consideran prácticamente imposible lograr la democratización de la organización mientras Piumato siga a la cabeza. “A nuestros afiliados les queremos transmitir tranquilidad ya que el futuro nos volverá a encontrar en un nuevo espacio gremial, ya sin estar sometidos a aprietes ni a condicionamientos”, expresa el comunicado que difundieron esta semana.
La Azul y Blanca manifestó además que la intervención a la seccional del gremio es “una medida que se asemeja mucho a las que se tomaron en la etapa más oscura de nuestro país: intervenir lo hacen los dictadores”.