Por Ramón Raggio, desde Colombia.
Sólo en Bogotá más de 50 mil personas se movilizaron por el Día de la Memoria y por las Víctimas. La convocatoria se hizo presente en las grandes ciudades. Un hecho político, desde la sociedad, que marca el reclamo de inclusión y justicia al gobierno de Santos, a la vez del respaldo a la mesa de La Habana.
La cita fue en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación a las 11, en pleno centro de la capital colombiana. Desde ahí partió la marcha por la paz que convocó a unas 50 mil personas y que terminó con un acto cultural y político organizado desde la alcaldía de Gustavo Petro -que además declaró día cívico para los trabajadores y trabajadoras estatales por la fecha-.
Desde hace años el 9 de abril es en Colombia un día de movilización popular. Desde el 2011, y por una sanción de ley de la gestión Santos, la fecha fue declarada como el Día nacional de la solidaridad con las víctimas y la memoria. Una medida similar a la que el kirchnerismo propició en Argentina con el 24 de marzo.
Con una marcada participación de la juventud, entre las organizaciones y manifestantes que se movilizaron, se observaron banderas en favor de la paz.
Ese ánimo quedó plasmado entre los discursos de oradores que pasaron por el escenario central del Parque Simón Bolívar. Fueron pasándose la voz figuras de la política, personalidades de la cultura y referentes de movimientos indígenas, campesinos y urbanos. Todos coincidieron en que los procesos de diálogo entre el Gobierno y las insurgencias no se agotan en una mesa, y que deben concretarse hechos sustanciales de cambio.
Otro de los reclamos en los que coincidieron los oradores, y que más urgen al gobierno de Santos de acuerdo a cómo avanza la Mesa en La Habana con las FARC, es iniciar la mesa de diálogo público con el Ejército de Liberación Nacional -ELN-.
Tanto el gobierno como la insurgencia han hecho trascender supuestos avances en ese sentido, pero aún no existe información concreta. “El proceso de paz debe estar liderado por la sociedad, priorizando a los marginados de siempre que son las mayorías, sólo de esta manera la paz tendrá futuro, publicó recientemente en su órgano de comunicación el ELN.
Tanto las FARC como el ELN saludaron y convocaron a la sociedad colombiana a movilizarse e involucrarse en los procesos de diálogos por la paz.
La alcaldía de Bogotá para continuar con el apoyo por la paz dispuso una agenda de actividades sociales para es viernes y el próximo fin de semana. Lo destacado: Diego Maradona jugará un partido de fútbol junto a figuras locales.
Hubo también actos en las principales ciudades del país como Cali, Medellín y Popayán, donde según organizadores participaron más de 20 mil personas.
Quiénes convocaron
Además de las organizaciones políticas y sociales -como el Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica- tanto el gobierno de Santos, como el de Petro, tuvieron una política activa de convocatoria para los actos y movilización.
Vale destacar entre los espacios convocantes a la movilización está la Convergencia por la Paz.
A su interior confluyen prácticamente la totalidad de expresiones populares del país: los sectores sociales y campesinos que integran la Cumbre Agraria, Campesina, Étnica y Popular; los referentes políticos que alientan el Frente Amplio por La Paz; los intelectuales y sectores eclesiales que dinamizan el Clamor Social por la paz, así como los diferentes procesos urbanos.
Este espacio es apoyado por la totalidad del Polo Democrático Alternativo, la plataforma política electoral que aglutina a los sectores de izquierda y progresistas de Colombia.
Desde Convergencia por la Paz se sigue insistiendo al presidente Juan Manuel Santos complementar los diálogos de La Habana con una doble propuesta. Por un lado abrir escenarios de participación de las comunidades, y por otro asumir un cese completo de la represión a la protesta social como garantía y parte de los procesos de paz.
Qué pasó el 9 de abril de 1948
Jorge Eliécer Gaitán contaba con amplias simpatías para consolidarse como candidato a la presidencia de Colombia por el partido Liberal. Había hecho carrera en la alcaldía de Bogotá en 1936 y en la cartera de Trabajo nacional en 1944.
Desde su juventud Gaitán era reconocido, al interior del partido liberal, por sus posiciones de izquierda. Había sido partidario, como abogado, de una reforma agraria en el país e impulsado la defensa de los trabajadores tras la Masacre de la Bananeras.
Gaitán salía de su oficina para almorzar cuando tres disparos acabaron con su vida.
Con el linchamiento al asesino comenzaron los primeros desmanes y saqueos a tiendas comerciales. El gobierno de turno primero dispuso la fuerza pública para el resguardo de hoteles, bancos y empresas del gran capital. Luego siguió con la represión y el desalojo de los manifestantes.
Calle a calle se dieron enfrentamientos armados entre liberales, conservadores, civiles y fuerzas del Estado. Cerca de 3.000 personas perdieron la vida o fueron desaparecidas en los días que duró la revuelta.