Por Sebastián Tafuro. Eliminados los tandilenses Del Potro y Mónaco frente a los gigantes Federer y Nadal, se terminó la participación albiceleste en el segundo Grand Slam del año.
Con el adiós de Juan Martín Del Potro en los cuartos de final frente al suizo Roger Federer, se terminó Roland Garros para los tenistas argentinos. El principal torneo sobre polvo de ladrillo, tan caro a nuestros representantes a lo largo de su historia, atravesará las últimas instancias con los máximos favoritos en cancha y sin la posibilidad de que haya émulos de Guillermo Vilas o Gastón Gaudio, quienes han sabido festejar con gloria en la arcilla parisina.
El tandilense, actual número 9 del mundo, tropezó con la que, a esta altura, es su sombra negra, ya que lo ha derrotado en 12 de las 14 ocasiones en que se enfrentaron. Pese a tener una ventaja de dos sets, la maltrecha rodilla que lo aqueja desde el inicio del torneo y un creciente nivel de la leyenda Federer dieron por tierra con la ilusión de Juan Martín por llegar a las semifinales. Una vez más, el hombre con más títulos de Grand Slam se puso en el camino del jugador argentino que, como dato alentador, mejoró su performance respecto a la actuación en 2011.
Del Potro jugó un primer set notable en el que se impuso 6-3 mientras que en el segundo ya vivió una paridad intensa con el ex número 1 aunque lo doblegó 7-4 en el tie-break para ponerse a tiro de la victoria. Sin embargo, a partir de ese dato favorable al lungo de casi dos metros, la historia cambió. Federer apareció en su máxima dimensión y el argentino fue borrado literalmente del partido. 6-2, 6-0 y 6-3 fueron los parciales con los que el suizo abrochó el duelo para estar, como casi siempre en un Grand Slam, entre los 4 mejores.
El lunes, otro oriundo de Tandil, Juan Mónaco, se vio sometido a una paliza descomunal que le propinó el español Rafael Nadal, quien sólo le permitió ganar 2 games en una hora y 46 minutos de juego, en una situación parecida a la que ocurrió a fines del año pasado en la final de la Copa Davis. “Pico”, que venía teniendo un gran rendimiento (tanto en París como a lo largo de la temporada), nada pudo hacer ante la brillantez del mallorquín, que empieza a soñar con su séptima coronación en “Rolanga” (2005-2008, 2010, 2011), donde sólo perdió un partido en su carrera.
El número 1 del mundo, Novak Djokovic -que estuvo a punto de quedar afuera contra el local Tsonga- se cruzará en una de las semifinales con Federer, mientras que todavía quedan por definirse los otros duelos de cuartos de final. En uno de ellos, Nadal tendrá enfrente a su compatriota Nicolás Almagro, mientras que el cuarto en discordia en el ranking, el británico Andy Murray, se verá con uno que aparece apenas dos escalones más abajo: David Ferrer, otro representante de la Armada Española en el segundo Grand Slam del año.
El tenis argentino atraviesa un momento extraño: mientras que el maleficio de la Copa Davis amenaza con romperse, dada las dos series de local que se avecinan (aunque la final podría ser, como en 2008 y 2011, con España), el top 100 de la ATP encuentra a sólo 6 compatriotas, cuando en otros momentos no tan lejanos supo haber por lo menos una decena. Con Chela en el ocaso de su carrera, Nalbandian sólo como carta para obtener la preciada Ensaladera de Plata y las alternancias de Berlocq y Mayer, sólo la actualidad de los dos tandilenses -uno de ellos con capacidades de estar entre los primeros cinco y tan sólo 23 años- desnivela favorablemente el panorama general, aunque más como excepción que como regla. Y el gran problema es la falta de un recambio detrás que permita pensar en ubicaciones expectantes.
Varias de las expectativas de un futuro crack están depositadas en Federico Delbonis, de 21 años, quien en este momento se encuentra en el puesto 117 y ha jugado un total de 25 torneos. Pero no son muchas más las caras que ilusionan a futuro en un deporte que, en los últimos 10 años, ha tenido figuras de renombre y grandes actuaciones, incluso de “los obreros del tenis”, como alguna vez supo denominar uno de ellos, Martín Vasallo Arguello, a aquellos que se pelan el lomo y todo les cuesta un poco más que a los talentosos por naturaleza. Los ejemplos de un Guillermo Cañas, un Mariano Puerta o el mismo Chela sobresalen entre los Coria, Gaudio, Nalbandian u, hoy en día, Del Potro.