Por Nicolás Zyssholtz. La selección de vóley se clasificó a los Juegos Olímpicos de Londres, luego de la ausencia en Beijing 2008. El joven plantel sigue creciendo y es difícil saber cuál es su techo.
La Selección argentina de vóley logró la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres la semana pasada, tras ganar el torneo preolímpico disputado en el Polideportivo de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires. El pasaje al torneo más esperado por todos los deportistas significó un escalón más en el camino ascendente que viene recorriendo este grupo de jóvenes jugadores, que aparecen como los sucesores de la “generación dorada” de la década del ’80, integrada por Waldo Kantor, Daniel Castellani, Hugo Conte y el propio Javier Weber –actual entrenador del equipo-, entre otros.
Argentina partía como favorito en el campeonato clasificatorio y no dejó lugar a dudas: ganó todos los sets que se pusieron en juego, aceitando su nivel con el correr de los partidos, que estaban organizados de manera que la dificultad fuera en aumento (Chile, Colombia y Venezuela). De esta manera despejó cualquier duda que se pudo haber planteado, recordando el fracaso en el intento por clasificar a Beijing 2008, cuando fue eliminada por la propia Venezuela en el Preolímpico de Formosa.
Recientemente Luciano De Cecco –una de las grandes figuras de la Selección, considerado el mejor armador del mundo- declaraba que aquel torneo era “historia vieja, otro equipo”. Y no se equivocaba. Tras esa decepción y la salida de Jon Uriarte de la dirección técnica, Javier Weber encaró un recambio absoluto del plantel, dándole la responsabilidad a la base de jugadores que habían conseguido un más que meritorio tercer puesto en el Mundial de Juveniles de 2009. Así aparecieron jóvenes cracks como el mencionado De Cecco, Sebastián Solé y Pablo Crer, y los “herederos”: Facundo Conte, Iván Castellani, Rodrigo Quiroga y Nicolás Uriarte, todos ellos hijos de jugadores del glorioso equipo de los ’80.
El comienzo de este equipo no podría haber sido peor: en la Liga Mundial de 2010 perdió los 14 partidos que jugó (los ocho de la fase inicial y los seis de la fase final, que disputó por ser el equipo anfitrión). Claro, el grupo recién empezaba a tomar forma, y es por esa razón que no iba con muchas expectativas al Mundial de Italia, pocos meses después: sin embargo, los pibes sorprendieron llegando a la tercera fase, dejando en el camino a equipos como Francia y Estados Unidos para terminar con un más que digno 9º puesto.
Sin duda ese torneo fue el punto de inflexión y a partir de entonces la historia comienza a tomar relevancia. Vale recordar que, según el calendario internacional del vóley, no se juegan partidos de selecciones entre septiembre y mayo, durante la temporada de clubes. De esta manera, Argentina volvió a jugar en mayo de 2011, en la Liga Mundial, que lo tendría como protagonista excluyente. Superó la primera fase, en la que compartió grupo con una potencia como Serbia, y la segunda, donde quedó emparejada ni más ni menos que con Polonia, Bulgaria e Italia. Llegó hasta las semifinales, donde quedó eliminada con Brasil.
EL FUTURO
Es difícil todavía dimensionar cuál es el techo de este grupo. El promedio de edad apenas ronda los 23 años, y en palabras del técnico, el seleccionado “puede andar bien en Londres, pero lo mejor se va a ver en Río”. Claro, los Juegos Olímpicos de 2016 van a encontrar a la mayoría de jugadores en su plenitud, pero no por eso deja de ser posible apuntar a una buena performance en Londres. El diploma olímpico será casi una obligación y aspirar a una medalla es una posibilidad lejana, pero cierta.
Antes de los Juegos, Argentina tiene un desafío importante por delante: el viernes empieza su participación en la Liga Mundial, donde quedó emparejado en la primera fase junto con Alemania, Portugal y Bulgaria. En este certamen, le bastará superar a las dos primeras para estar en la fase final, ya que los del este de Europa están clasificados por ser la sede de dicha etapa. Teniendo en cuenta la posibilidad relativamente sencilla de quedar entre los seis mejores que tiene el equipo, quedará por verse si es capaz de igualar o mejorar la actuación de 2011.
De lo que no cabe dudas es que, de ahora en adelante, el público de la Argentina deberá memorizar nombres como los de Luciano De Cecco, Facundo Conte y Sebastián Solé, entre otros, porque serán grandes protagonistas del deporte nacional.