Por Laura Cabrera @LauCab
La semana pasada se estrenó “El Monte” corto documental que relata a través de sus protagonistas cómo es vivir en un barrio olvidado de Quilmes, en donde la pobreza, la contaminación y las inundaciones rigen el día a día de sus habitantes.
El Monte es una villa ubicada en Quilmes. Está a la vuelta del edificio municipal desde donde deberían salir las respuestas, desde donde cualquier persona se puede asomar por la ventana y observar que El Monte existe y en las peores condiciones desde hace años. Está también al costado de la ruta, ahí donde casi como si fuese una ironía se mantiene firme el enorme cartel del programa “El Estado en tu barrio”. La demanda de vecinos y vecinas y el Estado ausente, hicieron que un grupo de comunicadores y comunicadoras pensaran en reflejar a través de un cortometraje documental cuál es la realidad del día a día, cómo se vive y con qué consecuencias. Así nació este proyecto audiovisual del periodista y director de “El Monte”, Pablo Lapuente, material que desde la semana pasada puede verse por YouTube.
Con poco menos de veinte minutos de duración, este trabajo pretende mostrar a través del testimonio de vecinos y vecinas, cómo se vive en una porción de terreno en donde gobierna la basura, en donde un factor climático como la lluvia se vuelve enemigo o un recurso natural como el agua se vuelve fuente de enfermedades. Pero El Monte también es la historia de la desilusión de aquellos que decidieron confiar en un nuevo líder político del que pensaron que haría algo más que el histórico “Barba” Gutiérrez. Pasaron los meses, la confianza se fue, la ausencia del Estado (ahora en manos de Cambiemos) siempre ahí, en cada charco, en cada calle embarrada, en las instituciones educativas tan lejanas para niños y niñas que tienen que salir del barrio para poder estudiar.
“Nosotros también somos personas” puede escucharse en un testimonio que afirma algo que no se pone en duda para quien observa pero si para quien habla, para quien entre lágrimas explica qué pasa con sus muebles cuando el barrio se inunda, o para quien explica a cámara cómo se duerme los días de lluvia. Una historia de injusticias, de necesidades básicas insatisfechas, una historia paralela surgida a metros de esas calles que se ven renovadas, que indican que un Quilmes mejor es posible. Pero, ¿incluye este Quilmes a toda su población? Esa parecería ser la pregunta inicial.
Marcha Noticias dialogó con Lapuente acerca de este proyecto de investigación periodística que refleja realidades cotidianas, tan cotidianas como la tristeza de los habitantes de El Monte ante tanto olvido.
La realidad que se vive en El Monte es la realidad de muchos barrios carenciados del mismo distrito, ¿por qué eligieron ese lugar para contar estas historias de vida en donde es claro que hay un Estado ausente?
Es cierto que son varios distritos, el cordón que rodea la Ciudad de Buenos Aires, incluso la Ciudad de Buenos Aires también tiene villas con características similares, con la misma infraestructura y otros problemas. Lo hicimos ahí primero porque desde lo político hay una lectura que puede ser un poco más clara, que muestra esa falta de políticas de Estado. El Municipio, como dice el corto, literalmente le da la espalda a la villa. El edificio fue construido después, la villa tiene décadas. Fue construido de espaldas, o sea que la entrada mira para el centro y hacia la estación de trenes, no hacia la villa. Eso es algo característico que queríamos mostrar. Y en segundo lugar, porque no queríamos caer en ningún barrio como si fuera un trabajo de campo o algo similar. En El Monte hay una suerte de organización de los vecinos, una necesidad de muchos vecinos de contar cuáles son sus problemáticas. Además todos vivimos, trabajamos o estudiamos en Quilmes. Todos tenemos una llegada muy cercana, por eso elegimos El Monte.
¿Cuál es el principal problema que existe en El Monte?
La problemática principal que atraviesa todo el documental es la falta de infraestructura que trae como principal problemática la inundación, que tiene consecuencias como la pérdida de objetos materiales como muebles, cocina, heladeras, presupuesto para desagotar el lugar, a eso no lo hace nadie del gobierno, lo hacen ellos mismos. Eso fue lo primero con lo que nos encontramos. No fuimos a hablar sobre eso sino que hubo una pregunta en común que le hicimos a todos los vecinos, que fue cuáles eran las principales problemáticas. A todos los ejes en común los usamos para el documental. Pero No es que decidimos hablar de una cosa en particular y no de otra, lo que no queríamos era caer como los grandes medios en caer un día e irnos y hablar de inseguridad, narcotráfico y hacer una estigmatización de la pobreza, como hacen grandes medios cuando se meten en un barrio.
¿Hubo alguna repercusión por parte del Municipio a partir de la difusión del corto?
No hubo repercusión concreta de si se iba a saldar esa problemática, no hubo respuesta oficial ni nada, tampoco lo esperábamos, pero ojalá así sea. Hasta el momento los vecinos que nos invitaron a sus casas siguen sin saber nada de eso. De lo que sí nos encargamos durante toda la difusión es de que a muchos de ellos les llegue el video para que lo tengan en cuenta, para algunos será una novedad, para otros no, más teniendo en cuenta que el edificio municipal está pegado a la villa, en el tercer piso está el despacho del intendente y en el de abajo el de todos los concejales y funcionarios. Imagino que muchas de las ventanas de oficinas deben dar hacia la villa, o sea que lo ven y lo palpan concretamente todos los días pero nadie hace nada.-