Por Brasil de Fato*
Movimientos de la región afirman que el campamento estaba siendo objeto de reintegración de posesión. Organizaciones sociales repudiaron masacre y lanzaron campaña internacional denunciando el nivel actual de la represión.
Este miércoles (24) nueve hombres y una mujer fueron asesinados en una ocupación en la hacienda Santa Lúcia, localizada en el municipio de Pau D’Arco, ubicado a cerca de 60 km de Redenção, sudeste del estado de Pará, en el norte de Brasil. Las muertes ocurrieron durante una acción de las Policías Civil y Militar. De acuerdo con Andreia Silveiro, abogada de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT), en la ciudad de Marabá (PA), las informaciones todavía son pocas, pero ella apunta que la acción policial contra los trabajadores rurales ocurrió durante el proceso de reintegración de posesión de la hacienda.
“Nosotros solamente sabemos que la circunstancia en que se dieron las muertes fue una reintegración de posesión, en la que al contrario de las orientaciones del Tribunal de Justicia y de la Defensoría Agraria Nacional -que dicen que quien debe cumplir estos procesos es el comando de la Policía Militar del batallón especial (que queda en la capital del estado, Belém)-, el juez determinó que la policía local cumpliese la orden”.
De acuerdo con el integrante de la Liga de los Campesinos Pobres (LCP-PA) Paulo Oliveira, entre los muertos está la presidenta de la Asociación de los Trabajadores y Trabajadoras Rurales de Pau D’Arco, además de que otras 14 personas fueron baleadas. Destaca además que la hacienda Santa Lucía fue apropiada ilegalmente por quienes se reivindican sus dueños, la familia Babinsk.
“Son tierras públicas que ellos (Babinsk) se apropiaron de forma ilegal. Las familias entraron y fueron desalojadas de forma violenta, ahora intentaron volver, pero tenían un mandato de desalojo de nuevo, y ocurrió este episodio”, afirma.
Integrantes de la CPT se están dirigiendo a la ciudad donde acontecieron las muertes para acompañar el caso.
Otra versión
En nota, la Secretaría de Estado de Seguridad Pública y Defensa Social (Segup, en su sigla en portugués) afirmó que la acción de la policía no se trataba de una reintegración de posesión, sino del “cumplimiento de 16 mandatos judiciales (prisión preventiva, temporaria, búsquedas, e incautaciones)”.
Según el texto, policías del Comando de Misiones Especiales de la Policía Militar, y policías civiles de Belém se están dirigiendo a Redenção. La Corregidora de las Policías Civil y Militar también están en camino, “para intensificar las investigaciones y reforzar la seguridad”.
La Segup afirma que serán divulgados los nombres de las víctimas. Los cuerpos serán analizados por el Centro de Pericias Renato Chaves, que “está auxiliando en la identificación de los cuerpos y encaminando los procedimientos de necropsia para la liberación posterior a los familiares”.
Masacre en el campo
El año 2017 ha sido de masacre en el campo brasileño. Antes de la matanza de este miércoles, la CPT ya había mapeado 26 asesinatos provenientes de conflictos. En 2016 la violencia en el campo batió record: fueron 61 asesinatos, 22% más en relación al año anterior, y el mayor número desde 2003, cuando se registraron 73 homicidios.
También según los datos de la CPT, el año anterior fueron registradas seis muertes en el Estado de Pará. Con la masacre de Pau D´Arco, el número de muertes en el estado llega a 17.
Edición: Vivian Fernandes | Traducción: Marcelo Aguilar
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*Publicado originalmente en Brasil de Fato.