Por Laura Charro desde Rosario / Foto por Estefania Ruffa
Populares, masivos, autogestionados y horizontales, la construcción del poder de las mujeres llega a Rosario. Los 30 años de historia de los Encuentros Nacionales de Mujeres, desde la sede, con todo lo que tenes que saber mientras te vas organizando para viajar.
Se viene el 31º Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) y el fin de semana largo de octubre la ciudad de Rosario va a cambiar el paisaje. Es que se esperan más de 60 mil mujeres de todo el país, que llegarán a continuar lo vivido en Mar del Plata el año pasado y a honrar aquel viejo y último encuentro rosarino en al año 2003, donde los pañuelos verdes de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito se vieron por primera vez.
Ser sede en este año es todo un desafío y desde noviembre de 2015 –casi recién llegadas del Encuentro en Mardel- se comenzó a armar en la ciudad famosa por su inmenso río Paraná y el Monumeto Nacional a la Bandera, una estructura organizativa formada por casi doscientas mujeres autoconvocadas que hoy están ansiosas y llenas de trabajo.
De cara a un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres la comisión organizadora no descansa y se espera que participen del Encuentro un número similar a la anterior edición. El trabajo está reflejado en la web oficial del ENM 2016 www.encuentrodemujeres.com.ar donde se publican las actividades, los datos de contactos con las subcomisiones, datos de interés y el avance organizativo.
En el espacio digital también se encuentran disponibles los datos necesarios para la inscripción que tiene un valor de $50. Si bien este pago no es excluyente a la hora de participar, sí es necesario para mantener una de las históricas y más importantes características de este evento que le ha permitido mantenerse durante treinta años: la autogestión. Y por eso, es siempre importante recordar que los ENM no dependen de voluntades estatales, ni privadas, sino del trabajo de cientas de mujeres organizadas que precisan del ingreso económico y colaborativo de quienes participan para poder asegurar las mejores condiciones posibles y hacer de cada ENM un espacio de todas y para todas.
Si bien hasta el momento hay tan sólo 1080 inscripciones efectivas se espera sumar en los días previos y en el día de apertura con los pagos presenciales. Las inscripciones no sólo permiten la sustentación de los ENM, sino que además, en esta edición, permitirán a las mujeres viajar de forma gratuita en colectivos urbanos y la posibilidad de acceder a viandas de comida, especialmente destinadas a quienes se alojaran en escuelas y establecimientos públicos cedidos a tal fin.
La comisión organizadora ha sido subdividida en ejes de trabajo fundamentales del Encuentro: comida, alojamiento, contenidos, cultura, prensa y finanzas.
Alojamiento >> Esta comisión se encarga de la búsqueda y relevamiento de lugares disponibles en Rosario y alrededores para alojar mujeres, en muchos casos junto a sus hijos e hijas. Además son quienes reciben los pedidos de alojamiento de contingentes de todo el país vía mail, donde es necesario enviar los datos de contacto, cantidad de mujeres que viajan y especificar necesidades puntuales. Selene Duran, de la agrupación MuMaLá Rosario y parte de la comisión Alojamiento nos cuenta que hay casi 29 mil lugares ya pedidos y aun se esperan 5 mil más aproximadamente. La recepción de peticiones de alojamiento será tomada hasta fines del mes de septiembre.
Comida >> El objetivo a cumplir es poder asegurarles a las mujeres que se alojarán “en piso”, es decir en los edificios públicos cedidos, unas 60 mil viandas de comidas para repartir entre el sábado 8 y el domingo 9 de octubre para 30 mil mujeres (dos viandas por día). Aun se está trabajando para llegar a estos números. Actualmente hay pendiente una confirmación para esta semana por parte del Concejo Nacional de las Mujeres, de casi 30 mil viandas. El gobierno provincial hizo lo suyo con otras 20 mil y aun se esperan más confirmaciones resultado de reuniones realizadas con sindicatos y organizaciones activas de la ciudad como los Ex Soldados Combatientes en Malvinas.
Talleres >> Ya se encuentran publicados los talleres de este año en la web. Como es tradición, estos espacios de intercambio en diversos ejes temáticos son democráticos, horizontales y plurales, basados en el consenso y en pos de la elaboración de conclusiones finales en cada taller.
Este año, luego de arduos debates internos, se consensuó la incorporación de temáticas no abordadas hasta el momento en la historia de los Encuentros como “Mujeres y Cannabis” y “Mujeres afrodescendientes”. Además, retomando la experiencia del ENM 2003 en Rosario, se retomará el taller “Mujeres Trabajadoras Sexuales” el cual, en aquel entonces, fue coordinado por Sandra Cabrera, dirigente de Ammar Rosario (Mujeres Meretrices de la Argentina), meses antes de su asesinato en enero de 2004 a manos de la policía provincial.
El trabajo de coordinación de los talleres se encuentra en plena convocatoria, invitando así a quienes deseen llevar adelante la tarea se inscriban (desde cualquier parte del país). Se precisan unas 300 cordinadoras para cubrir todas las instancias de taller.
Transporte gratuito >> Ya hay logros previos al Encuentro y uno de ellos es la confirmación de la gratuidad del Transporte Público y Urbano de Pasajeros, dentro de la ciudad de Rosario para las mujeres que participen del ENM y hayan realizado su inscripción. El valor actual del boleto en la ciudad es de $8.50 con la llamada “Tarjeta Sin Contacto” –un sistema similar al SUBE porteño – para viajes urbanos o de $9.50 en caso de abonar en efectivo (monedas) en la máquina.
Si se contempla la cantidad de viajes que realizan las mujeres por la ciudad en los tres días del ENM para traslado a las escuelas y lugares de alojamiento, como también hacia los espacios destinados a talleres en sus tres instancias (sábado por la tarde y domingo por la mañana y tarde) el traslado gratuito se vuelve imprescindible y es todo un logro producto del trabajo y la insistencia de una comisión organizativa activa.
Actividades culturales >> Hay un circuito cultural que ya está en funcionamiento, con cronogramas previos y durante el ENM. Ya arrancaron las pintadas de murales por la ciudad, el armado colaborativo de una escultura homenaje a las comisiones organizadoras de los ENM y la organización de la tradicional Peña en la cual todas las subcomisiones de la organización están abocadas a emprender.
Rosario, ya se vienen las pibas y las mujeres de todo el país
Quedan discusiones pendientes para los próximos días, como el circuito de la marcha oficial del Encuentro, ultimar detalles de gestión de los espacios públicos disponibles para alojamiento y talleres, definir las plazas públicas neurálgicas de concentración para las actividades culturales, radios abiertas, muestras culturales, intervenciones artísticas, etc.
El acto apertura, hasta el momento, será en la zona del parque Nacional a la Bandera, frente al río.
“Ya no hay lugar para que nos sigan invisiblizando como movimiento de mujeres, feminista y de diversidad. Es el más fuerte, potente y dinámico de los últimos tiempos”, reflexiona Majo Geréz, integrante de la comisión organizadora, en relación a la invisibilización histórica del ENM por parte de los medios hegemónicos de comunicación, “venimos gestando el evento más masivo durante treinta años desde la vuelta de la democracia, organizado por mujeres y para mujeres de todo el país”, agregó, “esa fortaleza se visibiliza en los logros de los últimos años y en haber protagonizado la movilización más masiva del país contra la violencia machista y la primera en ese sentido y con carácter popular”.
Rosario, se vienen las pibas y mujeres de todo el país. La expectativa es grande y las ansias muchas. La ciudad va a estar llena de mujeres pero también de colores. Violetas, rojas y verdes. Y, aunque siempre se repita lo mismo, por si hay alguien en duda, lo recordamos: ninguna mujer vuelve igual a su casa luego de un Encuentro Nacional de Mujeres.
Porque los problemas siguen siendo los mismos, pero se vuelve habiendo vivido la experiencia de saberse acompañada por otras, de saber que no se está sola y la potencia de lo colectivo femenino emociona, entusiasma, construye y empodera. Siempre.