Por Nadia Fink, Camila Parodi, Silvana Iovanna y Laura Salomé Canteros / Fotos: Veinticuatrotrés, Tadeo Bourbon, Silvana Iovanna y Gala Abramovich
Luego de los talleres y la multitudinaria marcha en la que 120 mil mujeres conmovieron las calles exigiendo el reconocimiento de sus derechos y libertades, culminó el 31 Encuentro Nacional en Rosario. Un capítulo más en la historia del movimiento feminista.
Las brujas piqueteras, las feministas ancestrales y las pibas que caminan barrios y que vivieron por primera vez un Encuentro Nacional de Mujeres; las lesbianas, las travas y las mujeres trans; las luchadoras del Abya Yala contra toda forma de explotación; las fotógrafas y las periodistas populares. Todas, hermanadas, 120 mil dicen, en sororidad y empoderadas, salimos a las calles a marchar este domingo, luego de dos días de intercambios de análisis políticos y balances coyunturales, de estrategias de intervención social y de cuidados, y de propuestas de redes que hacen al poder de las mujeres y feminista: diverso, de voces horizontales y de construcción de consensos.
Y fue, una vez más, el hecho político más importante de la historia del movimiento.
Rosario, el narcotráfico y las mujeres
Uno de los puntos sobresalientes del documento de apertura del Encuentro Nacional de Mujeres (ENM), tenía que ver con la elección de Rosario como sede, la preocupación creciente de lo que el narcotráfico está produciendo en las barriadas populares, en el reclutamiento por parte de bandas narcos de pibes cada vez más jóvenes, en el asesinato de muchos de ellos, en la complicidad policial, judicial y estatal que envuelve el negocio de la droga.
Por eso, el taller mujeres y narcotráfico fue uno de los más necesarios, porque son las mujeres quienes sufren las consecuencias del asesinato de sus hijos, parejas, amigos. Quienes salen a luchar en los pedidos de justicia. Y quienes sostienen los hogares económica y emocionalmente.
Por ser un tema que en las barriadas populares de todo el país ha tomado una dimensión relevante, distintas experiencias confluyeron allí. Los testimonios personales, como en cada espacio donde la confianza entre mujeres genera diálogos profundos, predominaron en el taller la preocupación de las madres por las adicciones de sus hijos, o los pedidos de contención por parte de instituciones estatales, prevalecieron por sobre la discusión conjunta sobre la legalización, como forma de contrarrestar el narcotráfico, y el uso de cannabis para la reducción de daño.
Es esperable que este sea un puntapié para poder discutir y profundizar en estrategias conjuntas. El enemigo enfrente es poderoso: un Estado que en las barriadas populares actúa a partir de la ausencia en las políticas y la presencia de las fuerzas represivas y un poder judicial que cajonea expedientes.
“Aborto libre, y legal ya”…
Con innumerables comisiones, los talleres oficiales y autoconvocados -por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito-, sobre el derecho al aborto y el acceso a la salud sexual, fueron de los más concurridos del ENM en Rosario. Por ejemplo, el que abordaba las cuestiones relacionadas a la Ley de Educación Sexual Integral (ESI). En peligro de que siga aplicando en todas las escuelas del país, a partir del vaciamiento como política de programas de salud y educación, la ESI podría quedar sin real aplicación, y por lo tanto, el ejercicio de derechos para las mujeres.
Otras de las problemáticas que se evidenció es la falta de capacitación de quienes imparten ESI, ya que según los intercambios, la difusión de información para las y los adolescentes se vincula exclusivamente a salud sexual y reproductiva y métodos anticonceptivos, dejando de lado la posibilidad de plantear otros derechos como el aborto.
En su mayoría docentes -de todas las ramas- y educadoras populares, el taller fue masivo y diverso, y es por eso que fue obvia la necesidad de trabajar por el cumplimiento de la ESI con otras profesionales, como trabajadoras sociales, psicólogas y médicas. Se propuso además construir un frente nacional para la defensa de la Ley, ya que no fue efectiva su aplicación durante diez años y hoy se está vaciando con peligro de dejarla sin efecto.
Orgullosamente feministas. Inconvenientemente anticapitalistas
Y porque el feminismo desconoce de fronteras el ENM se convierte año a año, necesariamente, en una instancia de encuentros, abrazos y solidaridad internacionalista. “Somos feministas del Abya Yala, habitamos el territorio de Nuestra América, nuestros sueños y proyectos no reconocen las fronteras políticas impuestas por el coloniaje”, manifestaron en su comunicado las´Feministas del Abya Yala en Resistencia´, que desde hace 8 años realizan la mesa y radio abierta con las voces del continente.
Con la memoria en los cuerpos, recordando a las compañeras que trazaron los distintos caminos de los feminismos, las feministas del Abya Yala provenientes de distintos puntos acercaron sus rabias, rebeldías y resistencias al caluroso aquelarre.
Allí integrantes de diversas colectivas y movimientos de Brasil, El Salvador, Costa Rica, Honduras, Chile, Uruguay, Colombia, Venezuela, Paraguay, México y Uruguay compartieron las problemáticas de las mujeres y las organizaciones que las atraviesan para generar juntas un diagnóstico del actual contexto continental que, si bien se caracterizó como de avanzada de la derecha, también dio cuenta de la opresión estructural que se impone históricamente en los territorios-cuerpos de aquellas que defienden los bienes comunes y derechos de los pueblos resistiendo al modelo de saqueo capitalista, patriarcal, colonial.
En ese marco, aquellas que resisten a los Golpes de Estado, a las violencias machistas, al avance extractivista, a la precarización laboral, al ajuste, narcoestados, la persecución y criminalización de la protesta como así también a la feminización de la pobreza se encontraron en asambleas, charlas, talleres y mesas. Las feministas del Abya Yala, entre mística y canciones, reafirmaron sus luchas y compromisos en el ENM de Rosario. Con Berta Cáceres, Diana Sacayán, Lohana Berkins, y tantas otras presentes, con quienes las experiencias y anécdotas se empezaron a hilar.