Por Juliana Díaz Lozano desde México
En esta entrevista, el dirigente magisterial Javier Vidal explica a fondo las razones de la huelga de maestras y maestros que cumplió tres meses en varias regiones de México. También cuestiona las políticas generales del gobierno de Peña Nieto y asegura: “Si logramos tirar la reforma educativa, las demás reformas irán cayendo una a una”. Claves y aprendizajes de una lucha que Peña Nieto no logra doblegar.
Con bloqueos y acampes permanentes en las rutas principales del país, el plan de lucha del movimiento de maestros y maestras en México en rechazo a la Reforma Educativa cumple tres meses. Luego de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa hace casi dos años, el fusilamiento de más de una decena de manifestantes en Oaxaca en junio pasado y la criminalización masiva, el gremio docente mantiene la adhesión de las comunidades en el reclamo contra los embates privatizadores del presidente Enrique Peña Nieto. Analizamos el conflicto y la situación general del país con el Profesor Javier Vidal, representante de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas, uno de los estados más combativos, con una profunda historia de organización docente y comunitaria.
-¿Qué evaluación hace del proceso de lucha magisterial de los últimos meses?
-Para muchos esta lucha comenzó hace 90 días, pero para quienes la vivimos desde adentro empezó hace tres años con la sanción de la Reforma Educativa. En esta oportunidad, sin embargo, hemos profundizado el plan de lucha, logrando superar las movilizaciones de 2013, manteniendo la huelga durante todo el receso escolar de agosto. En este tramo reciente podríamos diferenciar tres momentos: un primer momento de ablandamiento que hizo el gobierno a través de la represión masiva con saldos catastróficos de detenciones, procesamientos, heridos. Y en el caso de Oaxaca con un saldo de al menos 13 personas fallecidas.
En un segundo momento se vino la represión selectiva y también la económica, cuando se buscó suspender los salarios docentes de todos los niveles que continúan hasta hoy.
Y ahora estamos en el tercer momento, cuando el gobierno presiona para que comiencen las clases y los docentes seguimos planteando que no. Estamos hablando de 16 millones de alumnos en todo el país. Desde los medios masivos que están aliados al gobierno se intenta promover un “linchamiento” de los maestros por parte de la población contraria a nuestra movilización. No queremos llegar a ese momento de enfrentamiento porque, a diferencia de otros momentos históricos, los padres de familia están muy comprometidos con nuestra lucha, integrándose a las asambleas.
Para que las clases comiencen exigimos la derogación de la Ley de Educación, pero esto sólo podría darse con la llamada a Sesiones Extraordinarias del Congreso Federal. En este sentido, estamos viajando a diferentes regiones del país haciendo asambleas con docentes y padres de familia. Incluso se están conformando comités de padres en apoyo que recorren los municipios impulsando acciones de difusión y agitación, esperando que este proceso no tenga un final trágico sino que podamos frenar la ley, quitar las cuotas escolares en los establecimientos públicos, lograr presupuesto para educación que actualmente pagan las familias. La educación en México, a contramano de lo que dice la Constitución, no es gratuita.
-¿Cuáles son los elementos específicos sobre los que quiere avanzar la reforma educativa?
-Lo que el gobierno mexicano pretende hacer pasar por reforma educativa es en realidad una reforma administrativa laboral. Su aplicación afecta principalmente la estabilidad laboral docente, aboliendo la responsabilidad del Estado de garantizar la continuidad por 30 años a las compañeras y 28 a los compañeros y asignándole centralidad a la evaluación educativa. Con este examen, lejos de medir las cualidades del docente lo que hacen es evaluar las competencias docentes marcadas según estándares internacionales de calidad planteados por la Organización de Cooperación Económica (OCDE). Esto para nosotros significa la posibilidad real de ser despedidos de manera masiva como ya ha sucedido en otros países como España, Italia, Portugal y Chile, que fue el laboratorio desde los años ´70 del siglo pasado en los cuales se echó a andar esta supuesta “Educación por competencias”. Contradictoriamente, en la mayoría de los países donde se instauró, ya ha sido desechada, y están utilizando modelos nuevos de pedagogía que no toman en cuenta sólo la competencia y la creación de “habilidades” en nuestros jóvenes para dotar de mano de obra barata a las compañías internacionales.
-¿Cuáles son las políticas generales que son puestas en cuestión por las y los maestros?
-El objetivo de las políticas nacionales en México es muy claro: poner todo en manos del capital. Los últimos gobiernos comenzaron creando las condiciones de inestabilidad laboral para todos los trabajadores a partir de la Reforma Laboral. De aquí se desprende la Reforma Educativa de la que hablamos, que busca contrarrestar todas las garantías constitucionales para el trabajo docente. Pero también han reformado la Ley Fiscal, la Ley Energética. El 40% del presupuesto nacional depende específicamente de la venta del petróleo al extranjero por parte de PEMEX. Cuando esta empresa se desmantela a partir de la Reforma Energética, comienzan a vender a empresas internacionales y transnacionales los activos de petróleo, perdiendo el Estado ese ingreso.
Entonces la manera que encontraron para resarcir esa pérdida presupuestaria es a través del aumento de impuestos y el recorte presupuestario. La política de Déficit Cero del Fondo Monetario Internacional (FMI) lo que impulsa entonces es a recortar los gastos de educación, salud e infraestructura, para ahorrar un dinero que permita pagar los intereses de la deuda externa y también el capital que se adeuda. A nosotros nos queda claro que el avance sobre la educación es parte de este recorte para asumir los compromisos internacionales.
Por otro lado, hacia el interior del país se aumentan los presupuestos para defensa y seguridad pública. En México en los últimos seis años se han inventado diversas fuerzas policiales, en conjunto con una política de Mando Único, lo cual significa que las policías federales, estadales y locales están enlazadas y obedecen las órdenes de una sola persona o un solo organismo. Entonces se han contratado más militares y policías y se les ha aumentado los sueldos, mientras que se pretende despedir a médicos, maestros y recortar las obras de infraestructura o ponerlas en manos extranjeras. Es el desmantelamiento total de la Nación.
-¿Cómo se logró, a pesar de la represión y la criminalización mediática, la adhesión de las familias a las demandas educativas?
-Nosotros como maestros tenemos una gran penetración en las comunidades, llegamos a donde el gobierno muchas veces no llega. Somos los que tenemos el pulso directo de lo que acontece socialmente, somos a quienes las comunidades recurren cotidianamente con sus necesidades.
Por otra parte, ciertas medidas traen profundo descontento. Hay un programa que se llama “Escuelas al CIEN”, a partir del cual el gobierno federal en diciembre del 2015 puso a disposición 150 mil millones de pesos a través de bonos que fueron comprados por la iniciativa privada. En 20 años estos empresarios que compraron los bonos van a tener la posibilidad de cobrarle al gobierno de México la inversión más intereses. ¿Cuál es la relación con la educación? A cada escuela o establecimiento educativo le van a dar por única vez un préstamo para infraestructura y mantenimiento escolar entre los 30 mil y medio millón de dólares. Pero para que les entreguen esos recursos por parte de los municipios, tienen que presentar en prenda las escrituras de las escuelas, lo que se está haciendo, entonces, es hipotecar la escuela. Como es prácticamente imposible para las escuelas pagar la deuda, quienes se quedarían con las escuelas son los empresarios que compraron los bonos. Son los mismos empresarios que encabezan los pedidos de represión a los y las docentes. Los padres de familia se dieron cuenta de esto, muchas escuelas rechazaron el programa, aunque hay casos en los que se plantea como una obligación. A partir de aquí las familias se empiezan a involucrar con la lucha del magisterio.
Incluso son los padres de familia quienes no dejan entrar a los maestros sustitutos durante los paros. Cada vez que el gobierno nos reprime, los padres salen en nuestra defensa. También en casos de represión, las familias resisten e incluso ayuda a reinstalar los bloqueos en caso de que sean dispersados. Además llevan comida y café a los plantones, así como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) también llevó cientos de quilos de comida. Se apoya con lo poco que tienen las comunidades para subsistir. Esto levanta el ánimo y acrecienta el compromiso.
No podemos regresar derrotados a nuestras escuelas. Esta batalla es definitiva, porque si nos logran doblar, todas las demás reformas van a ir en contra del pueblo. Están endureciendo las leyes, están permitiendo que el Ejército pueda entrar a tu casa, que puedan hacerse escuchas telefónicas sin orden judicial, etc. Están preparando todas las condiciones para instalar una dictadura, militar o civil. El pueblo nos ve entonces como un referente de lucha, un ejemplo, un sector que se tiene que mantener aguerrido porque si doblegan al magisterio, va a ser muy fácil ir contra cualquier intento de desobediencia civil.
– ¿Qué importancia tuvo la desaparición de los 43 normalistas en la conciencia de quienes están luchando ahora?
-La desaparición de los 43 y la muerte de seis personas más en la noche del 25 al 26 de septiembre del 2014 en Iguala es un parteaguas en la lucha. Para quienes estamos en la lucha social, sabemos que ese fue un aviso del gobierno, que eso puede pasarle a cualquiera que intente ir en contra del régimen en México. Los y las familiares y sobrevivientes de aquella noche nos han transmitido su espíritu guerrero, su convicción de estar hasta las últimas consecuencias exigiendo la presentación con vida, aunque sabemos que eso es imposible, porque el régimen de México lo que hizo fue desaparecerlos para tratar de escarmentar y dar mensaje claro a la nación de lo que puede sucederle a cualquier mexicano que esté en contra del gobierno. Tenemos la certeza de que tenemos que seguir luchando contra las políticas de hambre, control y represión. En los últimos meses la gente se ha preparado para resistirle al Estado, estamos más conscientes de lo que puede suceder en las manifestaciones, hemos visto que van preparados a matar maestros. Esto hace que a pesar de estar expuestos a la cárcel, procesamiento, despidos injustificados, asesinatos, desapariciones y no pago de sueldos, estamos convencidos de llevar esta lucha hasta las últimas consecuencias.
El hartazgo social no es únicamente por las mentiras que se dicen en los medios sobre el movimiento magisterial, sino por todo lo que se vive en el país y eso nos ha dado una protección por parte de la sociedad, que nos ha permitido en primera instancia estar ya 90 días fuera de las aulas, y que nos da cobertura para seguir la movilización que no es únicamente contra la Reforma Educativa, sino que estamos posibilitando crear un frente en contra de todas las reformas estructurales. Si logramos tirar la reforma educativa, las demás reformas irán cayendo una a una.