Por Lucrecia Fernández, desde Córdoba. Ayer se cumplieron 3 años de la desaparición del joven de 19 años, Facundo Rivera Alegre. Organismos de DDHH, legisladores, y familiares de víctimas de la represión del Estado, exigieronuna vez más justicia y verdad.
En un nuevo aniversario por la desaparición del “Rubio del Pasaje”, se realizaron diversas actividades conjuntas en Córdoba y Buenos Aires. El joven de solo 19 años desapareció a la salida de un baile de cuarteto, el 19 de febrero de 2012. Desde entonces, la familia y las organizaciones sociales y de DDHH que acompañan el caso, señalan a la policía como principal sospechoso y ejecutor de la desaparición.
El pasado 18 del corriente se dio a conocer la fecha del juicio parael próximo 18 de mayo de 2015, sin embargo, en el banquillo de los acusados no habrá ningún efectivo policial a ser juzgado, a pesar que de las investigaciones efectuadas, surgió la complicidad policial en el hecho de desaparición.
En el marco de las actividades realizadas ante un nuevo aniversario, durante la mañana de ayer familiares de Alegre y organizaciones sociales intentaron tener una reunión con el fiscal de la Cámara 11 del crimen, Gustavo Dalma. También se acercaron familiares de otras víctimas de la represión del Estado, como la hermana de Luciano Arruga, Vanesa Orieta, la madre de Jonathan “Kiki” Lezcano, Angélica Urquiza, la madre de Cristian Guevara, Maria Emilia Rojas, así como la madre de Were Pellico y la hermana de Paola Acosta junto a legisladores provinciales del FIT, representantes de la Mesa de Trabajo por los DDHH de Córdoba y representantes de la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba.
Decimos que se intentó establecer una reunión, dado que no solo no se logró sino que se impidió el acceso a la Cámara. Para la secretaria del fiscal, quien se negó a recibir a las personas presentes argumentando que no eran querellantes en la causa,”no eran ellos quien debían buscar a Facundo, sino su madre”. Ante la insistencia de los presentes y su negativa, solicitó a la policía que retirara a las personas frente a la ventanilla de la dependencia. Los efectivos policiales escoltaron finalmente a Viviana Alegre, junto al abogado de la familia, los familiares y personalidades presentes.
“Son días difíciles los cercanos a esta fecha, como también es doloroso saber que llega el juicio sin ningún policía acusado en el banquillo”, declaró a la salida de los Tribunales II, la madre del joven desparecido. “Nunca ha sido satisfactoria ni favorable las respuesta de esta fiscalía ni de la anterior y el trato recibido hoy da cuentas de eso”, concluyó reflexiva, al mismo tiempo que agradeció la presencia de la hermana de Luciano Arruga y de la madre de Kiki Lezcano, como símbolo de lucha contra la impunidad.
En este sentido, Vanesa Orieta lamentó el trato recibido por parte de la fiscalía y recordó: “Cuando empezamos a golpear puertas en los tribunales de Buenos Aires, nos trataron en estos términos muchísimas veces, como acá ahora, con la diferencia que ya pasaron tres años”. En los tiempos que corren donde los valores de la democracia se ponen en cuestión antes hechos de disímil envergadura, Orieta recalcó que “la manera inhumana en la que se nos habló, pone en peligro la democracia de hoy, ya que éste es el poder judicial que no da las respuestas a nuestros reclamos”.
Recordar en las calles y en las paredes
En el transcurso de la tarde se realizó un mural con mosaiquismo en memoria del joven Alegre, en las intercesiones de Caseros y Mariano Moreno, en pleno centro de la ciudad de Córdoba, organizado por el Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos. Desde el comienzo, dicho Colectivo, acompañó a Viviana Alegre en su incansable lucha y denunció junto a otros espacios el accionar de la policía de Córdoba.
Durante el 2014 las fuerzas policiales se enfrentaron a 9 denuncias por casos de gatillo fácil, y en lo que va de 2015 tienen sobre sus hombros la sospecha por el asesinato de Ismael Sosa, joven oriundo de Merlo, Buenos Aires, que participó de un recital de la renga en Villa Rumipal. Las versiones señalaron que el joven luego de ser golpeado por la policía, apareció ahogado en el embalse Río Tercero. A su vez, el pasado fin de semana se conoció el caso de Ezequiel Reinoso, quien al esquivar un control policial, recibió un disparo en la espalda que casi le produjo la muerte. Este hecho tuvo enormes similitudes con el asesinato de Were Pellico, en julio del año pasado.
Las manifestaciones ante el tercer aniversario por la desaparición de Facundo Alegre, culminaron en la ex plaza Velez Sarfield con un acto donde estuvieron presentes organizaciones sociales, políticas y de DDHH y familiares de las víctimas de la represión del Estado. En la concentración que comenzó alrededor de las 19 hs, se realizó el cambio de nombre de la plaza por “Facundo Rivera Alegre” yla lectura de un documento central con las adhesiones que se fueron acercando. La jornada concluyó con un festival de música donde tocaron bandas como La Cruza y Perro Verde, que también acompañaron el reclamo de justicia desde el comienzo.