Por Duen Sacchi / Fotos por Mariana Muscarsel Isla
Llegamos temprano, y entre todes comenzamos a mover los sillones y acomodar el lugar. Veníamos de varios días escribiéndonos y mandándonos audios. Encontrándonos en marchas, bares, asambleas, charlas, fiestas.
Con dos compañeras salió el tema de por qué no una columna que nos abrazara, a todas y todos las y los que vamos hilando, tejiendo en diferentes espacios pero parece que los espacios luego nos olvidan. O la estética del macho militante se impone y las travas, las tortas, l*s trans, las marikas, las sudakas, las indias… vamos desapareciendo.
Una reunión en un bar para levantarnos ánimos luego de la poca convocatoria que había tenido la primera marcha por la liberación de Milagro Sala sirvió también para que de la desazón quisiéramos hacernos una política a la medida de nuestros abrazos, de nuestras afectos. En el taxi que nos llevaba al velorio de Lohana íbamos remontando el dolor con caramelos, y mano sobre mano, sentíamos nervios, me queda la imagen de les cuatro en una esquina de la Boca con nuestras cuerpos cansadas, los rostros marcados por la vigilia pero también por el amor. Otro compañero amorosamente recordaba a Lohana en la entrada contando anécdotas que nos hacían reír. Dijimos todas y todos, muchas nos lo dijimos al oído y otros a viva voz: Basta de encontrarnos en la tristeza, en la despedida, en la necroafectividad.
Tomemos nuestros tiempos, nuestros afectos, nuestras historias de lucha y llamemos, ahora, nos convoquemos a afianzar los lazos de la disidencia, hagamos no política sino poesía, hagamos no poética sin más sino transpoética, hagamos no política sin más, seamos la política trava de nuestro país.
Es tarde y los chats se acallan. Sólo quedamos Violeta R. Alegre y yo mate en mano escribiendo, charlando, acompañándonos, tejiendo futuros con palabras y afectos, porque el único sueño que nos vence es el de hacer juntas.
Podes ver la galería completa acá: http://www.marcha.org.ar/gallery/la-gesta-de-la-colectiva-lohana-berkins/