Mañana habrá una movilización de protesta en Plaza de Mayo, con réplicas en otras ciudades. Paro de la CTA que conduce Micheli. La Federación Agraria, la CGT moyanista y la FUA radical ven la oportunidad. La izquierda, los reclamos y el saldo político.
La convocatoria surgió de la CTA que conduce Pablo Micheli. Con excepción del sindicalismo que adhiere abiertamente al kirchnerismo (la otra expresión de la CTA de Hugo Yasky, y la flamante GGT “Balcarce”), no quedó sector sindical, social o político que no se viera interpelado por los reclamos y el posible alcance de la protesta. Vale recordar que la que convoca es la fracción de la CTA cuya conducción tomó un claro posicionamiento opositor al gobierno nacional, después de la fractura (prácticamente en dos mitades) acontecida luego de las elecciones internas de 2010. Desde allí se impulsó, en lo que va del año, distintas iniciativas de movilización que tuvieron hechos destacados en un paro realizado el pasado 8 de junio, y una posterior marcha contra la pobreza el 22 de agosto.
Los que movilizan el 10 a Plaza de Mayo
En las convocatorias previas, esta Central supo congregar a un arco de organizaciones sociales y políticas que nutrieron las movilizaciones, y que también son convocantes en esta oportunidad: la Corriente Clasista Combativa (CCC), el Movimiento Sin Trabajo Teresa Vive y Barrios de Pie. Se trata de organizaciones con presencia territorial en barrios pobres del conurbano y del interior, expresión del PCR, el MST y Libres del Sur, en cada caso. Estas fuerzas coinciden con el sector político que conduce la Central en apostar a armados electorales que, en las últimas elecciones nacionales, se referenciaron en el Frente Amplio Progresista o Proyecto Sur.
Pero esta vez, otras fuerzas opositoras entablaron negociaciones con Micheli para amplificar la movilización. La propia Central difunde la adhesión, y la convocatoria a movilizar, por parte la Federación Universitaria Argentina (FUA) y la Organización de Trabajadores Radicales, ambas conducidas por la UCR. En este caso también resulta pertinente señalar la perspectiva de confluencia, de cara al 2013, del santafesino Binner que lidera el espacio de centroizquierda con los radicales, necesitados de potenciar su débil performance electoral. También está confirmada la convocatoria a la protesta por parte de la Federación Agraria Argentina (donde Eduardo Buzzi fue reelecto días atrás) cuyas afinidades políticas oscilan entre la Central de Micheli y el duhaldismo residual. Y por último, la muy difundida presencia del Sindicato de Camioneros en la movilización (más allá de la duda sobre cuál de los dirigentes estará en el palco, si padre o hijo), como expresión pública de lo que podría ser la presencia de otros gremios movilizados que responden a Hugo Moyano, quien viene mostrando su vocación política junto a dirigentes del PJ que puedan ser alternativa al kirchnerismo, como Scioli o De la Sota.
En la izquierda la situación partió aguas y, respecto a la convocatoria a la Plaza, el Partido Obrero aparece como la única organización de importancia dispuesta a acompañar la movilización, junto a expresiones más pequeñas como el PRS o Izquierda Socialista.
Los que adhieren al reclamo, paran o movilizan a otro lado, pero no van a la Plaza
Más allá de las intencionalidades políticas y de cómo se mueven los armados que buscan ir prefigurando los posicionamientos electorales opositores de cara al año que viene, las demandas que se enarbolan en esta protesta son sentidas por amplios sectores sindicales en lucha, de base o de izquierda. El reclamo está centrado en la Universalización de las Asignaciones Familiares, la eliminación del Impuesto a las Ganancias, el fin de la precarización y la tercerización, el 82% móvil, un plan masivo de obras públicas y viviendas populares y la eliminación del IVA de la Canasta Familiar.
Pero la presencia protagónica de la Federación Agraria, alineada con los sectores políticos más reaccionarios, las alianzas con radicales y la fuerte presencia de un moyanismo cada vez más volcado a un potencial armado peronista de centroderecha, profundizó la distancia de sectores combativos o de izquierda.
Así es que, dentro del Frente de Izquierda (FIT), mientras el PO convoca a la Plaza su aliado interno el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) está convocando en los lugares de trabajo donde sus militantes tienen inserción a concretar el paro, pero no marchar con “las patronales agrarias”.
Por su parte, la Corriente Sindical “Rompiendo Cadenas”, que nuclea a dirigentes de seccionales combativas como la CTA Bahía Blanca o ATE zona sur de Buenos Aires junto a delegados y activistas obreros referenciados con posiciones de izquierda independientes de los partidos tradicionales, tomó distancia de las alianzas y las decisiones de la conducción de la Central, de la que, en muchos casos, forman parte. Y resolvieron movilizarse en Buenos Aires, pero por la mañana, protestando frente a un símbolo de las políticas kirchneristas, el INDEC, pero también frente a la Sociedad Rural. Esta postura de adhesión al pliego reivindicativo e independencia respecto a los convocantes a Plaza de Mayo, es la que rondó en torno a otros sectores como la Coordinadora de Organizaciones Populares Autónomas (COMPA).
Fuera de Buenos Aires, protestas según cada realidad provincial o regional
En La Plata, la jornada estará fuertemente impregnada por el último conflicto laboral que paralizó la Dirección General de Cultura y Educación de la provincia, cuya sede se mantuvo tomada durante días por centenares de trabajadores y contó con adhesión de sectores sociales, estudiantiles y políticos a un conflicto que dejó, además, un clima de combatividad contra el ajuste. En Tucumán, las reuniones previas congregaron a un amplio abanico de organizaciones sindicales y territoriales con la voluntad común de nutrir una gran protesta provincial. En Bahía Blanca, la CTA local hizo eje en la convocatoria a “asambleas en todos los sindicatos y organizaciones de base” para decidir el apoyo al paro. En Rosario, la corriente de trabajadores del Frente Popular Darío Santillán resolvió convocar junto a gremios combativos e independientes a movilizar “levantando nuestros reclamos y la independencia política de los trabajadores”. La CTA que conduce Micheli mantiene, aún después de la fractura de 2010, una estructura nacional, por lo que es de esperarse que en cada provincia se exprese algún correlato local de la convocatoria nacional.