Por Redacción Marcha
Conductor de Much Music, se animó a partir de la realización de un par de programas contra las violencias machistas, a salir de la agenda acostumbrada. Como varón, desde la música y para la juventud de toda Latinoamérica, reflexiones en primera persona de lo que él dice es, “estar siendo parte del cambio de paradigma en la sociedad”.
“Nunca estuve tan nervioso como hoy. Nunca. Quería hacerlo lo mejor posible. Hasta me olvidé de comer y casi me desmayo al aire. Quería que mis amigos estén orgullosos. Ojalá lo haya logrado. Hoy hicimos un programa de televisión a favor de la legalización del aborto para toda Latinoamérica… Recién caigo”. Con este mensaje en Facebook, Zabo (Nicolás Zamorano), contó lo que había sido para él tomar postura por lo que creía, a favor de lo que considera un derecho y dejar de lado el ya demodé “debate”.
El primer programa sobre violencias machistas, fue memorable, asumimos difícil también para él. Allí dio difusión a la voz de Mailén, quien denunció por abuso a Miguel Del Popolo, cantante de “La Ola que quería ser Chau” y brindó información sobre donde realizar denuncias y porqué es importante repudiar desde los medios la cultura de la violación. Se plantó ante el pedido a réplica de Cristian Aldana, cantante de “El Otro Yo”, acusado de violencia sexual por al menos dos de sus ex parejas, y realizó un texto tremendamente conmovedor acompañando a las pibas a decir “no nos callamos más” y en la que decía a los varones: “vení a contarme lo violentas que te parecen las mujeres que piden mandar al macho al paredón desde tu posición de privilegio de hombre blanco y esbelto de clase media. Vení a tener la caradurez de decir que las entendes cuando jamás en nuestra vida vamos a poder ponernos en sus zapatos”.
Un varón sensible y que se anima a dar el debate ante los equipos de producción de un programa que se emite para la juventud latinoamericana que sigue la música, es un valor y una decisión política a destacar y acompañar. Y por eso, dialogamos con Nicolás “Zabo” Zamorano, quién accedió a reflexionar desde su lugar de varón, en los medios y que le habla a la juventud.
-Si tuvieras que reflexionar o repasar cómo llegaste o porqué elegiste la tele como medio para expresarte y comunicar, ¿qué contarías?
A los 16 años escribí una novela que se llama “yo adolescente” y hablaba sobre cómo llegar a los medios para transmitir una idea y descartaba por completo los diarios, la radio, la televisión porque eran medios difíciles de llegar o que me eran ajenos como para meterme y terminó resultando que trabajé primero en un diario, después en la radio y después en la tele cuando nunca busqué eso, se fue dando, nunca me imaginé en este lugar de comunicador, de estar delante de un micrófono porque me parecía divertido, no porque tenía el deseo y lo busqué y la realidad es que aparecían estos trabajos y los aceptaba porque si no era ahí estaba en un call center, no terminé el secundario, no soy una persona muy apta para trabajar en una oficina, por suerte fue apareciendo esto sino la estaría pasando muy mal.
Entender que un micrófono sirve para contar realidades es reciente, que es importante generar el espacio para hablar de ciertas cosas, lo aprendí ahora y estoy haciendo uso de eso que aprendí. No es tan fácil, estaba disgustado con mi trabajo, con lo que venía haciendo y entonces le encontré la vuelta de sentir esa dicha al llegar al laburo.
-¿Cómo fue que llegaste a tomar las problemáticas de violencia machista (cultura de la violación en el rock) y penalización del aborto en Tu Much? ¿Qué viste que podía ser de interés para la juventud?
Es un buen plan hablar estas problemáticas, salen de la necesidad de lo que le falta a uno. A mí me faltaba representación en los medios y no me quiero asumir que represento a mucha gente pero si a los que son como yo, que se quieren informar, son vagos para estudiar, pero están de acuerdo con un montón de cosas pero le faltan argumentos para defenderlos en una discusión y por eso también llamo gente que la tiene clara, porque si no cometería un montón de errores.
Los temas llegaron por propias inquietudes, frustraciones e injusticias que me ponen mal y a partir de ahí empezamos a pensar un programa que me hubiera gustado ver de más chico y creo que lo estoy logrando.
-Cubriste el “Ni una menos” del año pasado, ¿cuál fue tu reflexión, con qué sensación te quedaste?
En #NiUnaMenos tenía una parte muy triste porque venía levantando testimonios de madres del dolor pero al mismo tiempo tenía una sensación de fiesta parecida a la que sentí en la Plaza cuando se aprobó el matrimonio igualitario, esa sensación de estar siendo parte del cambio de paradigma en la sociedad.
Son como piedras fundacionales estos hechos, gigantes a nivel de convocatoria pero pequeños a nivel sociedad, a nivel país, somos 40 millones de personas y nos vamos juntando con la gente que piensa como nosotros, porque no podíamos soportar que al lado de gente que representa todo lo que estamos en contra. Por eso a veces nos preguntamos ´¿cómo hace 35 puntos Tinelli si no conozco a nadie que lo vea?´, ´y, es porque te fuiste alejando de la gente que mira Tinelli´. Y no es que no existe esa gente y es algo que tenemos que tener en cuenta y manejar esa frustración de saber que somos una minoría los que queremos avanzar a pasos agigantados en cuestión de derechos, tampoco tenemos que ser tan bélicos con la gente que le cuesta más llegar a ciertos conceptos porque nos alejamos más.
Creo que siempre pasa lo mismo con la juventud que lamentablemente lo que curtis en casa te mata pero una mayoría gigante tienen hijos a quienes le trasmiten valores de mierda y esos hijos van a la escuela donde se encuentran con los hijos de esta minoría que trata de hacer un mundo menos peor, y yo creo que esa juventud en minoría es más intensa, porque cuando sos joven es más intenso. Cuando esa minoría grita está buenísimo, porque creen en lo que dicen y, si juegan bien esas fichas convencen de una forma mejor a las mayorías mientras son jóvenes, luego es más difícil recuperarlos, hay que aprovechar la rebeldía de la adolescencia desde la cual quizás puedas no apoyar lo que dicen en tu casa, así podes agarrar a muchos de esa mayoría y volverlos progres, es como un hechizo. Siempre son mayoría los que traen el ´doñarosismo´ de casa pero el poder lo tienen esas minorías intensas que son idealistas, porque ese es el momento más lindo para serlo ya que se tienen las energías.
-¿Qué le dirías a otros varones (de tu edad, clase social, de la música), en relación a la cultura machista?
No sean tan egocéntricos, soltar, pensar en las mujeres un rato, es verdad hay un montón de hombres que la pasan mal porque son los hombres sensibles que están muy afectados por la cultura macho. Obvio, nadie dice que no la pasan mal sino que ésta es una problemática gigante de las mujeres no hay hombres que mueren en manos de mujeres cada treinta horas, no hay hombres que mueren por ser hombres. Es tan simple. Duele tanto tener que discutir con alguien que queres o admiras porque es como encontrarte -ya no con la ignorancia- sino con el egoísmo más puro.
Creo que el machismo tiene esa carga de egoísmo y mirarse el ombligo que es lo más problemático de todo, es lo que hay que atacar. Creo igual que es algo generacional que tiene que ver con el individualismo, nos fuimos muy para ese lado y va a ser difícil cambiarlo, hay que volver la mirada hacia él y la de al lado. En tu casa tenes mujeres, en tu trabajo, en todos lados hay mujeres no es una realidad lejana, estamos hablando con lo que estás en contacto todo el tiempo. Todo el mundo conoce alguna mujer que sufrió una situación de acoso o peor aún de abuso, ¿cómo haces para no solidarizarte si no sos un mierda de persona?
Zabo es de esos nuevos pibes del rock, que saben que la cultura heteropatriarcal es tanto o más violenta si no se animan a cuestionar sus privilegios, a deconstruirse. Rock y feminismo deberían ir de la mano. Y por eso, le agradecemos.
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