El ciclo de entrevistas a medios autogestivos hoy tiene como protagonista a esta revista que desde hace siete años se niega a las alfombras rojas, a las películas “pochocleras” y a las “estrellas del momento”.
Todo comenzó en 2007, cuando un grupo de cineastas independientes y docentes de la carrera de Realización Cinematográfica del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC), decidieron reunirse para llevar adelante un proyecto que hable del cine que les interesaba y a la vez sea un producto gratuito, hecho por cineastas pero que no excluya a nadie. Así nació la revista 24 Cuadros, publicación gráfica que funciona en forma virtual (www.revista24cuadros.org) y que hoy cuenta con su edición número 26.
El director del medio, Mariano Castaño, se sumó al ciclo de entrevistas de Marcha a medios autogestionados. “Si tuviéramos vocación comercial cubriríamos los estrenos de la semana, cosa que no hacemos; las alfombras rojas, a las que nos negamos; o a las estrellas del momento, a las que no conocemos” explicó Castaño, quien además considera que para no ganar un mango es mejor hacer lo que cada uno quiere.
¿Qué los motivó a comenzar con su proyecto comunicacional? ¿Cómo se organizan internamente?
Antes que nada, nuestro proyecto comunicacional es el cine: somos cineastas profesionales, recibidos y con películas que están ahí, a la vista, comprobables. Si bien no se puede hacer cine sin pensar, muchas veces todo lo que pensamos sobre el cine no es aplicable a nuestra producción.
Esos pensamientos se vuelcan en charlas, en clases, en intercambios epistolares, foros, conferencias, etc. De allí es solo un paso para buscar la forma de edición. Lo difícil es el contenido. Una vez que existe, solo queda la forma. La revista sonaba natural. Las páginas web tienden a dispersar el esfuerzo. La revista, a concentrarlo. La Revista Virtual, es lo mejor de ambos mundos. O al menos era muy original en el 2007, cuando empezamos. Siempre pensé que los Realizadores debíamos tener pensamiento crítico, y para eso hay que tener formación teórica, además de práctica. La 24 Cuadros es una revista de cine pensada y escrita por Realizadores Cinematográficos en su mayoría. Casi todos hemos dirigido, escrito, fotografiado o montado películas. Después de transpirar bajo las luces, nada mejor que escribir sobre el oficio. La idea es que desde el hacer se puede tener una visión global, en el contexto del cine independiente argentino, que es nuestro medio.
Con el contenido entre manos y la forma decidida, se funda la revista 24 Cuadros, que nace entre profesores y estudiantes del Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda (IDAC), pero que realmente nunca formó parte del ambiente académico interno, sino que es más bien un grupo de amigos que enseña y filma en conjunto.
Nuestra organización interna es mas o menos convencional: un director (Mariano Castaño), una mesa chica que es el Consejo Editor (Néstor Fonte, Marcelo Gil, Roberto Giuffré, Hernán Castaño) y la planta de redactores (Juan Pablo Mazzini, David Fernández, Marcela Cozza, Maria Laura Castaño, Natacha Mell, Fabio Vallarelli, Diego Pecchini, Martín Florio, Rolando Gallego, Rocío Rocha, Hernán Panessi, Pablo Siroti, Julián Castro, Mariano Borgognone, Nicolás Rosenmann). Contamos también con una correctora: Natalia Plaul, y nuestra última adquisición es un diseñador, porque yo ya no puedo hacerlo, Alejo Zapico.
¿Por qué consideran importante comunicar desde un medio autogestivo?
Porque nuestros errores son siempre no forzados. Genuinos. Una invención pura y única. Si tuviéramos vocación comercial cubriríamos los estrenos de la semana, cosa que no hacemos; las alfombras rojas, a las que nos negamos; o a las estrellas del momento, a las que no conocemos.
Hay dos formas de independencia, ya sea en cine, en la música, en la TV, o en el medio gráfico. O tener todos los recursos o no tener ninguno. En el medio hay un pozo. Cuando pisas ese pozo, incurrís en los errores forzados. Tu medio de expresión se vuelve mediocre porque presionado por alguna circunstancia tratás de bailar al son del mercado. Lo más probable es que esto se vuelva en contra porque el mercado es caótico y no siempre se sabe cuál es la melodía entre todo lo que suena. Al final del día, el riesgo de insatisfacción económica o insatisfacción estética es altísimo. Y no hago esto para ese riesgo.
Este palabrerío quiere decir: para no ganar un mango, mejor hagamos lo que queramos. Y si nos va bien, mejor, y si no ¿cuál es? No hubo revista de cine en la Argentina que permitiera vivir a sus hacedores de ella. Ni El Amante, ni La Cosa, ni otras.
¿Cómo ven el panorama de los medios autogestivos en la actualidad?
Excelente en entusiasmo. Maravilloso en cantidad. Discreto en calidad.
¿Qué lugar ocupa en la actualidad la comunicación popular en la sociedad?
Voy a tratar de adivinar a que se refieren con comunicación popular vinculándolo con medios autogestivos. Y mi respuesta es: un lugar mucho menor del que querríamos creer. Hay una fantasía entre los comunicadores, periodistas jóvenes y entusiastas; esa de las miles de voces opinando (pluralidad), la libertad de los medios (independencia) y etc. No es verdad eso. Es muy bonito escucharlo. Pero no es certero. La mayoría de los medios populares está seguido por un círculo de conocidos, conocidos de conocidos y algunos allegados. Los grados de separación entre la producción del medio y su receptor son 2 o 3. Cuanto más grande el círculo productor, más sensación de difusión hay. Pero no es real. Para difundir se necesita un altavoz grande, una propuesta innovadora, gancho y calidad. Los medios populares carecen de mucho de esto. Lo que se les pide es que no resignen la calidad. En la 24, como en todos estos medios, estamos sujetos a estas limitaciones, por eso apostamos a la ecuación calidad x tiempo igual instalación. Crecimos por seguir adelante, tratando de ser mejores cada vez. La última revista, el número 26, tuvo 55.000 clicks en ISSUU. A eso hay que sumarle el tráfico vía web y el mailing. Instalación es también permanecer.
¿Cómo observan desde la comunicación popular a la situación del periodismo en estos tiempos de polarización mediática, en el marco de los debates entre el gobierno nacional y sus multimedios afines, y multimedios privados?
No creo que el periodismo en estos momentos sea un poder en sí mismo sino un instrumento de otro poder más grande. Ya se superó la etapa romántica del periodismo como fiscal de la opinión pública ante la clase política y la económica. Creo que toda la profesión está al servicio de los poderes económicos y políticos, y si no lo está, intenta por todos los medios estarlo. Si lo que escribís no molesta a alguien, se llama Relaciones Públicas, no es periodismo. No existe tal cosa como un “periodismo oficialista”. Se llama “propaganda”. No existe un “periodismo opositor”; es oposición política y punto. Estamos en la era del disfraz. Creo que la ideología está solo en los niveles más bajos de la escala jerárquica. Yo no dudo que hay “reporteros” que están en esto de corazón. Pero a partir de los mandos medios, son cínicos por obligación.
¿Cuál es el cambio fundamental que se daría con la Ley de Fomento de Revistas Culturales Independientes?
Nuestro medio es digital. La Ley está enfocada más hacia los medios gráficos. De los cambios propuestos, la quita de impuestos para la compra de equipamiento es lo que más nos sirve.
La Ley, de alguna manera, busca que el Estado nos ampare. No tanto por la quita de impuestos, que puede servir como estímulo, sino por otros mecanismos por los cuales el Estado, en definitiva, financiaría a las revistas. Por tanto, puede muy bien haber revistas que lea muy poca gente pero financiadas por el Estado. Y yo no hago una revista para eso. No tengo interés en que el Estado sea la caja registradora de la que servirme para cumplir mis sueños, ya sean revistas o hacer películas. No creo que el rol del Estado en la sociedad sea ese. Creo que es una marejada de un discurso que ilusionó a gente buena y a arribistas que de alguna manera piensan que la llamada inclusión es que el Estado pague sus berretines. El rol del estado en todo caso, debería ser ayudar en el “start up” del emprendimiento, no subsidiarlo de por vida. Denme créditos blandos, exención impositiva por 2 años. Luego, cada uno por su cuenta. Sino, es un multimedio encubierto. El Estado es la gran compañía, y todos los demás, satélites. No creo que ninguno tenga eso en mente. O tal vez alguno sí. Nadie nunca sabe nada.
¿Qué acciones llevan a cabo para profundizar el vínculo con otros medios autogestivos?
Somos miembros de la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina (AReCIA). Participamos en las reuniones. Algunos de nuestros alumnos en el Instituto de Cine de Avellaneda se abrieron sus revistas. Creemos, a partir de que vieron que era posible.