En la madrugada de hoy el violento desalojo llevado a cabo por la Policía Metropolitana y la Federal dejó cuatro heridos de bala de plomo y un saldo de decenas de heridos y detenidos en medio del operativo para desalojar este espacio cultural, ocupado durante más de 60 días.
Ayer la Asamblea del Acampe Cultural por la reapertura de la Sala Alberdi del Centro Cultural San Martín (CCSM) había decidido levantar por 48 horas el acampe, continuando con las actividades y talleres, para “mostrar nuestra voluntad de diálogo quedando a la espera de una respuesta recíproca”. El comunicado emitido afirmaba: “Esta decisión nace como medida frente a las mentiras del Gobierno de la Ciudad de utilizar al acampe como excusa para la interrupción de actividades y el cesanteo y despido de trabajadores del Centro Cultural. De esta forma, queremos mostrar nuestro interés en solucionar el conficto y solidarizarnos con los trabajadores afectados.”
Sin embargo, la única respuesta que obtuvo este gesto de buena voluntad fue que mientras representantes de la sala ocupada se encontraban reunidos buscando una solución con el ministro porteño Hernán Lombardi en la Casa de la Cultura, la Policía Metropolitana (apoyada por la Federal y por patovicas y provocadores infiltrados vinculados al Gobierno de la Ciudad, según denuncian los defensores de la Sala Alberdi) desalojó violentamente la plaza seca del Centro Cultural San Martín, donde permanecían las carpas de los acampantes.
Luego de que comenzara el operativo y de que más de 500 personas se acercaran a manifestar su solidaridad con los desalojados, la Policía tuvo que retroceder y se procedió a recuperar la plaza seca y a desmontar el vallado policial. Los manifestantes también contaron con el apoyo de artistas y de personalidades como Luis Zamora y María del Carmen Verdú, de CORREPI, así como de vecinos como el que prestó el balcón de su departamento en el primer piso del edificio frente al CCSM para que durante la tarde sirviera como tribuna contra el desalojo.
Sin embargo, luego de este retroceso parcial los carros de asalto, camiones hidrantes y los más de 150 efectivos policiales seguían al acecho, hasta que cerca de la medianoche emprendieron un nuevo ataque, aún más violento que el anterior, utilizando gas lacrimógeno y balas de goma. La represión no se limitó al CCSM sino que la Metropolitana continuó con su cacería humana por las calles aledañas al centro cultural.
Al cierre de esta edición la información daba cuenta de más de 30 heridos, cuatro de ellos con balas de plomo. Aún quedaban alrededor de dieciseis personas detenidas. Luego de la represión los manifestantes se fueron reagrupando en el Obelisco, donde interrumpieron el tránsito durante varias horas en protesta contra el salvaje desalojo. Según un comunicado de ANRed, esta segunda ofensiva policial habría logrado desocupar finalmente la Sala Alberdi después de una toma en defensa del espacio cultural que se prolongó por más de dos meses.