Por Daniel Sticotti/ Foto: Pablo Rodríguez Díaz
Se desarrolló en Argentina el 1° Encuentro Nacional de Redes Culturales Comunitarias. Con una importante convocatoria, el objetivo fue poner en común sus problemáticas y pensar nuevos horizontes colectivos.
Con una participación de más de 300 activistas de 80 organizaciones y 10 redes de organizaciones culturales de todo el país para poner en común sus problemáticas. Se estima que en Latinoamérica existen cerca de 120.000 experiencias de Cultura Viva Comunitaria. No es menor entonces comprender la potencialidad que este movimiento tiene en el diverso campo de las organizaciones populares, considerando también su corta historia como espacio político y su salto más significativo a la escena pública que sucedió en Mayo del 2013 cuando tuvo lugar en La Paz, Bolivia, el primer Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria. En el mismo se congregaron alrededor de 1.300 representantes de organizaciones de cultura comunitaria de 17 países.
Aquel accionar irrumpió en el escenario político no sólo de ese país si no de gran parte del continente, provocando de esta manera, ecos en las organizaciones comunitarias, redes, gobiernos y en la agenda política hasta el día de hoy. Asi se puede analizar a nivel general, la incidencia del movimiento de la Cultura Viva en los escenarios legislativos que, desde el 2013 a la fecha se han impulsado proyectos de leyes nacionales en Argentina, Bolivia, Brasil, Perú, Costa Rica, Colombia, entre otros.
Esto ha generando condiciones que permitieron a la ciudadanía cultural ser parte de los debates en torno a las políticas públicas, creando herramientas de diálogo entre gobiernos de índole local, regional o nacional, y la sociedad cívil organizada. También se han desarrollado plataformas continentales como la red de funcionarios públicos y legisladores en apoyo a la cultura viva comunitaria, o el programa de cooperación IberCultura Viva fundada en la 23° Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno sucedida en Panamá.
Así también se han constituido redes nacionales de organizaciones de la Cultura Viva Comunitaria en Perú, Argentina, Bolivia, Costa Rica, El Salvador, Uruguay, Chile, Colombia, Brasil, Ecuador y Guatemala. Además del desarrollo de diferentes congresos nacionales donde año a año nuevos países se suman a esta plataforma continental como es el caso de Uruguay que durante el fin de semana pasado realizó su Primer Congreso Nacional de Cultura Viva Comunitaria.
La Cultura Viva en la Argentina
La tranquilidad de Rivadavia, una pequeña ciudad de Buenos Aires limítrofe con La Pampa, se vio interrumpida el pasado sábado 9 de septiembre por un encuentro que convocó a más de 300 activistas de más de 80 organizaciones y 10 redes de cultura comunitaria de todo el país. En el mismo los y las participantes fueron parte de debates que se organizaron en diferentes círculos de articulación, donde compartieron distintos talleres, experiencias y espectáculos artísticos a lo largo de los tres días del encuentro. La organización y convocatoria a dicha cita estuvo a cargo de la Cooperativa La Comunitaria, que auspiciaba de local, quienes junto al movimiento de Culturas Vivas Comunitarias de Argentina fueron los y las responsables de moderar los diferentes debates y dinamizar los tiempos del encuentro. Por su parte, la Municipalidad de Rivadavia, el Programa Nacional de Puntos de Cultura y la plataforma de Iber Culturas Viva, aportaron a la logística del encuentro acompañando de esta manera al movimiento de Cultura Viva.
Al dar inicio a las exposiciones de la mañana Emilia de la Iglesia integrante de la Comunitaria, realizó balance de la historia del movimiento. Allí relató “cuando convocamos a este encuentro uno de los objetivos que buscábamos era el de seguir construyendo acciones como fue en su momento la lucha por el 0,1% del Presupuesto Nacional para la Cultura Comunitaria, que nos sirvió para unificarnos bajo una misma consigna”. En esa linea, continuó “por eso proponemos que en los debates construyamos los ejes que nos interpelen en nuestros diferentes recorridos y territorios para levantar las banderas que articulen a este movimiento de la CVC”.Por su parte, Alexandre Santini representando a la Plataforma Latinoamericana de CVC aportó con su mirada sobre la actual coyuntura. A partir de eso, explicó “a lo largo de estos años de crisis civilizatoria se han potenciado ciclos en contra de las construcciones autónomas y emancipatorias que construyen nuestros pueblos”. Y aclaró “tampoco es nuevo, en el marco de la cultura comunitaria vemos las estrategias que los pueblos vienen generando, en permanente resistencia”.
Finalizado el panel los y las participantes se dividieron en diferentes ejes temáticos a fines, “Arte y transformación social”, pasando por “Economías Sociales, Populares y Colaborativas”, “Educación y Crianzas”, “Comunicación”, “Gestión, Autogestión y Creatividad”, “Políticas Públicas, Legislación y Democracia Participativa” hasta “Cultura, Medio Ambiente y Naturaleza”. A partir de las conclusiones elaboradas en los diferentes círculos de articulación se elaborará un documento que será presentado en el Tercer Congreso Latinoamericano de Cultura Viva Comunitaria que se realizará en la ciudad de Quito, Ecuador.
No venimos a decorar la democracia, venimos a transformarla.Para cerrar, Santini expresó “hablar de Cultura Viva Comunitaria es hablar de un ejercicio de poder popular. Somos un campo político que incluso puede generar alternativas al propio desgaste de la crisis de la representación que vive la propia izquierda, las instituciones y los partidos”. El referente del movimiento agregó “esto es de hecho una posibilidad de transformación política del siglo XXI, una nueva cultura política”.
Aún en esta coyuntura política donde el neoliberalismo vuelve a tomar las riendas del rumbo político de la región, este incipiente actor político sigue tomando protagonismo y trascendiendo fronteras. Tal es así que este año se realizará el tercer Congreso Latinoaméricano de Cultura Viva Comunitaria en Quito, Ecuador, donde se espera la presencia de cientos de representantes de los 17 países que componen la Plataforma Puente Cultura Viva Comunitaria. Este sector viene siendo parte de la resistencia a la avanzada neoliberal en nuestra región, en Brasil por ejemplo, la lucha de los movimientos sociales ligados a la cultura han logrado dar vuelta atrás la decisión del gobierno golpista de Michel Temer de cerrar el Ministerio de Cultura y el recorte en esa área.