Por Mauricio Polchi
El niño de 5 años, que solamente concurrió 28 días al jardín de infantes Nº 2 de Flores, murió por los golpes que recibió de su padrastro. El Ministerio de Educación del PRO separó del cargo a dos docentes y les inició un sumario para analizar por qué no detectaron en el aula la violencia intrafamiliar. Sin embargo, ellas actuaron porque el chico registró golpes, pero la mamá presentó constancias médicas que decían que eran accidentes. Este miércoles los gremios porteños realizan una huelga. “A nuestros hijos, primero le quitaron a su compañerito, y ahora les quitan a su maestra”, dicen los padres.
El asesino
El 7 de junio, después del mediodía, Leandro Osvaldo Sarli, de 33 años, llamó al 911. Pidió una urgente atención para un menor que se encontraba en el edificio ubicado en Yerbal 1745, en el porteño barrio de Flores. La criatura, de 5 años, era el hijo de su pareja. El hombre, ahora detenido, le dijo a médicos y policías que Agustín se había encerrado en su habitación y no contestaba. Cuando entraron, estaba inconsciente y decidieron trasladarlo al hospital Piñero, donde murió.
La hermana de Agustín, de 7 años, fue clave en la causa. A través de una cámara gessel contó que vio al novio de su mamá atacar al niño a golpes hasta matarlo. La autopsia reveló traumatismos múltiples, incluso, le había provocado un estallido del hígado.
El agresor, experto en artes marciales, no prestó declaración indagatoria ante el fiscal Sandro Abraldes y la jueza de instrucción Silvia Ramond, pero igualmente le aumentaron la imputación por el delito de “homicidio agravado por alevosía y ensañamiento” y fue arrestado en la cárcel de Marcos Paz.
El jardín
Ante semejante problema, lo primero que hizo el gobierno de la Ciudad y el Ministro de Educación, Esteban Bullrich, fue separar del cargo a la maestra de la sala y la directora de la escuela. Por la brusca determinación del ejecutivo porteño, la comunidad educativa salió a manifestar su disconformidad y, entre otras cosas, lanzó un paro consensuado por diferentes organizaciones gremiales.
“Desde el momento que Agustín fallece, estamos muy mal. Fue un golpe muy duro para toda la comunidad, para los padres, los docentes, y los chicos”, cuenta, completamente conmovida, Maria Laura, madre de un alumno que concurre a sala celeste. “Un mes después de esto recibimos otro golpe durísimo, que es enterarnos que separaron a las docentes”, agrega.
La maestra es Alejandra Bellini, a cargo de la sala naranja a la que iba el nene, y la directora es Elsa Vincova, del jardín de infantes Nº 2, Distrito Escolar 12, del barrio de Flores. Las autoridades macristas resolvieron apartarlas porque quieren ver si cumplieron con el “protocolo de protección”, o sea, si no podrían haber hecho algo más para proteger al menor.
Sin embargo, Bellini y Vincova habían percibido algún síntoma. Pero la mamá del chico presentaba certificados con los cuales justificaba las lesiones. Por otra parte, en la CABA hay 1 Equipo de Orientación Escolar (psicólogos/as, trabajadores/as sociales, psicopedagogos/as) por distrito, y cada uno de estos comprende más de 20 escuelas.
“Desde un principio nos juntamos en asambleas con los padres, convocamos a los funcionarios para que vengan al jardín dos veces, y ellos no lograron explicarnos la determinación de separar a las maestras, no lograron darnos un argumento convincente. Por eso pedimos por la restitución del cargo”, remarcó Agustín Ergueta, padre de un nene de 3 años.
“Si el paso administrativo es labrar un sumario, no nos oponemos, no nos podemos involucrar. Pero como padres que todos los días dejamos a nuestros hijos contentos, porque ahí los nenes son felices, entonces pedimos explicaciones al Ministerio, pero ellos mismos reconocen que no hay elementos judiciales en las cuales las docentes estén involucradas. Incluso, hay dos Juntas de Disciplina dictaminaron que no era necesario quitarlas”, amplía Ergueta.
Molestos por las acusaciones de Mauricio Macri, quien dijo que estos reclamos se efectúan a pocos días del ballotage “para cobrar protagonismo”, respondieron que “como papás no politizamos nada, solo queremos ser escuchados”.
“Los nenes, que son los más vulnerables, primero perdieron a Agustín. Y en medio de ese proceso de dolor, pierden a las docentes. Por eso estamos mal, es una doble ausencia en el aula”, detalla María Laura.
“Nosotros consideramos que en todo este tiempo fueron esas mujeres las que cuidaron a nuestros nenes, a pesar de estar viviendo un duelo ellas mismas. Las necesitamos en el jardín porque tenemos niños que perdieron un compañero, y las necesitan, porque ellas estaban haciendo una tarea de contención que otros ámbitos no lo estaban haciendo”.
La respuesta
Este miércoles las y los docentes porteños realizan un paro de 24 horas en repudio a la separación del cargo de la directora y la maestra de la sala de 5 del Jardín de Infantes N°2 de Flores. La medida de fuerza, afecta todos los niveles.
“Resulta inaceptable que el Ministerio de Educación, que gestiona el recorte en el presupuesto y fomenta el desmantelamiento de los equipos de Orientación Escolar, trate de responsabilizar a las docentes por esta trágica situación. Porque si tocan a un@ nos tocan a tod@s. Porque no podemos permitir este avallasamiento sobre nuestros derechos y sobre la escuela pública”, dice el comunicado del sindicato Ademys. El titular de la Unión de Trabajadores de la Educación, Eduardo López, advirtió que “la herida de la comunidad educativa es profunda y dolorosa”.
Según el Ministro Bullrich, “Agustín tuvo tres episodios registrados en la escuela donde llegó golpeado” y “solo uno de ellos está justificado con un certificado de un dentista porque llegó sin dos dientes”. Y agregó: “En ningún momento el equipo directivo ni docente del jardín dio aviso a los equipos de apoyo”.
El funcionario, además, rechazó la medida de fuerza de los gremios, al señalar que las maestras fueron “separadas transitoriamente del cargo y siguen cobrando el salario”, y reconoció, “se inició el sumario y no se terminó”.
En declaraciones a la prensa, Alejandra Bellini, una de las docentes apartadas, quien estaba al frente la sala naranja a la que concurría Agustín, aseguró que “el niño jamás dio evidencias de que estaba viviendo una situación de violencia en su casa”, aunque enumeró una serie de episodios que fueron abarcados con la madre del chico, “quien presentó los certificados médicos correspondientes”.
Por ejemplo, relató que “cuando llegó sin dientes, primero pensamos que se le había caído como es habitual en los niños de su edad; después Agustín nos contó que los había perdido porque se cayó en la bañera. Le pedimos a la mamá que dejara asentado en el acta de la escuela ese incidente y presentara el certificado médico correspondiente. El documento que trajo a la escuela estaba firmado por un odontopediatra”, detalló Bellini.
Hoy, en el marco de la huelga, se efectuará un abrazo al Jardín, ubicado en avenida Avellaneda 2555, a las 12hs.