Por Lisbeth Montaña y Camila Parodi / Foto gentileza Pañuelos en Rebeldía
Se realizó ayer la Acción Global por Justicia para Berta Cáceres Flores. En Argentina, con una Actividad Cultural en el Obelisco y una marcha de antorchas a la Embajada Hondureña se recordó a la lidereza.
Han pasado 3 meses desde el asesinato de Berta Cáceres hasta el día de hoy la causa se encuentra atascada sin resultados contundentes sobre los hechos y las responsabilidades concretas del caso. Además de ellos las organizaciones indígenas y campesinas de Honduras denuncian el hecho de que el mismo estado que los señala y los reprime sea quien proponga la comisión investigadora del caso. El estado de Honduras al detener a los presuntos responsables materiales del asesinato hace más de un mes atrás se atribuyó como garante de justicia en el caso. Sin embargo, la condiciones por la que atraviesa el proceso son inciertas ya que a la familia de Bertha Cáceres Flores no le ha sido permitido conocer el archivo que lleva la causa.
En este marco, tanto en Honduras como en distintas partes del mundo se dieron cita distintas organizaciones sociales para exigirle al estado hondureño la conformación de una comisión de investigación independiente avalada por la CIDH para aclarar de forma verdadera la responsabilidad y los culpables del caso de Berta Cáceres Flores. El 15 de junio será una fecha más que se plantará en la memoria de los pueblos que luchan. Donde en decenas de países se llevaron a cabo diversas actividades y movilizaciones emotivas que, desde la alegre rebeldía exigieron de forma colectiva el respeto por la vida para las y los familiares de Berta, evidenciar los casos de persecución a los que sigue siendo sometidos el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras- COPINH y otros movimientos sociales en Honduras que se oponen hoy al modelo extractivista y de despojo que las grandes empresas multinacionales están implementando en sus territorios.
En Tegucigalapa, capital de Honduras el movimiento indígena se movilizó pidiendo justicia y verdad en el caso de Berta con ceremonias y movilizaciones. Por su parte en México la organizaciones sociales se manifestaron frente a la Embajada de Honduras para exigir que una comisión de investigadores de la CIDH abandere las investigaciones del esclarecimiento de la verdad de Berta Cáceres. A su vez, en Colombia y Chile con acciones artísticas ser unieron al llamado de esta acción por la justicia del caso. En Argentina, se llevó a cabo en el centro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires una actividad cultural seguida de marcha hacia la embajada, allí distintos artistas e integrantes de movimientos sociales y de Derechos Humanos tomaron la palabra y compartieron su experiencia junto a Berta.
Berta no murió, Berta se Multiplicó
En la ciudad de Buenos Aires organizaciones sociales y movimientos políticos se dieron cita en el Obelisco de la ciudad como parte de la gran acción global justicia para Berta Cáceres Flores. De a poco el espacio se fue llenando de banderas y en él diversas las luchas comenzaron a acompañar y a abrazar la bandera principal que ubicada en el centro se leía “Berta no se murió, se multiplicó”.
Mientras distintas/os referentes asumían la palabra también distintas expresiones artísticas intervenían, allí la voz infaltable de Liliana Daunes intervenía con poesías de Melissa Cardoza poeta feminista hondureña, Luciana Gómez cantaba para las mujeres que se encuentran y Nicolás Rallis convertía las palabras de Berta en melodía: “Lo vamos a lograr, me lo dijo el rio” cantó a la par de todos y todas las allí presentes. Para finalizar, el músico popular Bruno Arias también se acercó a compartir algunas de sus canciones en las que las mujeres y sus luchas fueron el tema central.
Poco a poco las voces se fueron sumando, exigiendo acompañamiento internacional en la defensa de la vida y el respeto por los derechos de las comunidades que se siguen oponiendo a las grandes empresas. Como así también la solidaridad frente al momento político por el cual a traviesa Honduras en relación a la criminalización de la protesta y la falta de garantías para el ejercicio político.
Para comenzar representantes de las distintas organizaciones presentes se acercaron al centro de la convocatoria junto a Salvador Zuñiga Cáceres, hijo de Berta. Allí Mirta Baravalle Madre de Plaza de Mayo – Línea Fundadora fue la primera en tomar la palabra: “Como los y las 30 mil desaparecidos, Berta es presencia inolvidable y vigente” . Y al mirar a su alrededor expresó esperanzada “no solamente mientras estemos nosotras sino entre los jóvenes”. Y para finalizar manifestó “la memoria que vamos fortaleciendo persiste y ella está en ese conjunto de seres imprescindibles que el mundo no va a olvidar”.
A continuación fue el momento de Delia Ramírez, ella es integrante Movimiento 138 con quienes se encontraban conmemorando los cuatro años de la Masacre de Curuguaty en Paraguay en donde murieron 11 campesinos y 6 policías. Movilizada por la fecha expresó: “Berta es símbolo para nosotros como campesinos y por eso decimos que también es paraguaya, cada campesino que muere significa una vena abierta de Nuestra América”. Y a continuación sentenció “lejos estamos de abandonar esta lucha, no dejaremos de luchar hasta que todos nuestros compañeros estén libres y trabajando su tierra”.
Por su parte, integrantes de distintos espacios de mujeres que conocieron a Berta a a través de distintos momentos compartidos como Encuentros Nacionales de Mujeres, talleres y formaciones también de la Asamblea de Mujeres de la Fob recordaron a la compañera. Entre ellas, militantes del FPDS y FPDS CN como así también de la recuerdan a Berta Cáceres: “A pocos días del “Ni una menos” entendemos que no puede ser si no es internacional. Y por eso desde el feminismo popular decimos: Berta no se murió, se multiplicó” expresaron las primeras. Mientras que n nuestras organizaciones la mayoría somos mujeres y pobres. Por eso hacemos su lucha propia: ¡Justicia para Berta! ¡Ni golpe de estado, ni golpe a las mujeres!”.
Antes de finalizar, Claudia Korol compañera de Berta Cáceres Flores leyó unas palabras, entre ellas expresaba: “en esta Argentina, en el sur del mundo, en el centro de Buenos Aires la nombramos entre muchas organizaciones que aprendimos con ella que se pueden dar con dignidad las batallas”. Y con mucha fuerza y emoción manifestó: “justicia para Berta es multiplicar sus revoluciones y sueños. Es revolucionar a nuestras izquierdas machistas y racistas. Es no tener miedo de vivir nuestras utopías y sembrar hasta que nazcan las rebeldías necesarias”.
Por su parte, Nora Cortiñas infaltable apareció entre las personas presentes en la actividad y comunicó:”Berta es el faro que nos ilumina el camino. Fue atacada porque molestaba q sea una mujer luchadora de las bases en defensa de los bienes de su pueblo, este es el camino y lo reivindicamos”.
Para finalizar, Salvador Zúñiga Cáceres agradecido por la actividad y la presencia explicó: “estamos reunidos y reunidas para poder exigir justicia verdadera ante este sistema que amenaza contra las personas que tienen la claridad de que la vida vale más que cualquier mercancía”. En ese marco caracterizó la lucha de su madre y por ende de quienes la continúan como una elección de vida que se asume necesariamente desde la alegría y sin miedo por lo que reforzó “no llevamos muertos ni muertas encima llevamos espíritus, personas que nos deja su fortaleza en el camino de la lucha”. A su vez manifestó “el asesinato de mi mamá es un feminicidio la mataron por ser mujer, por oponerse a un sistema de opresión racista y machista”.
Tomando la experiencia de Berta, quien recorría y se solidarizaba con todas las experiencias de todos los pueblos en lucha, Salvador expresó: “entendemos que no podemos seguir pensando que vamos a vencer si no nos hermanamos entre nosotros y nosotras y excluimos a quienes tienen distintas luchas, se trata de la misma lucha contra un mismo sistema de múltiples opresiones”. Por eso aclaró “la alternativa de los pueblos es la vida, no es el progreso disfrazado de miedo. Seguiremos resistiendo. Mi mamá nos seguirá acompañando ya que es ahora una guía que encontramos en cada persona, como también en niño o niña que resiste allí está mi mamá esa es la forma de traerla y tenerla presente”.
Como última acción se realizó una marcha con banderas, bombos y antorchas por la Av. 9 de Julio hasta la Embajada de Honduras ubicada sobre la calle Santa Fe. Allí a través de distintos cantos y místicas se hizo presente Berta hasta llegar al edificio que se encontraba rodeado por la policía, una vez allí Salvador Zúñiga Cáceres volvió a asumir la palabra: “El Estado de Honduras viola los derechos de los pueblos por eso estamos acá en busca de la justicia real”.
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