Por Francisco J. Cantamutto
La búsqueda de confluencias y coordinación de la resistencia al ajuste avanza semana a semana.
El gobierno de Cambiemos no cede ni se detiene en su programa de ajuste social. Los datos oficiales acusan evidencia de recesión y aumento de los despidos, sin mayores éxitos en materia de reducción de inflación o atracción de inversiones. Hasta el momento, sólo malas noticias para las clases populares trabajadoras.
Este sesgo anti-popular parece estar particularmente ensañado con las empresas recuperadas. La semana pasada, la cooperativa RB fue duramente reprimida, y varios de sus trabajadores llevados detenidos. Por más tiempo, la cooperativa que edita Tiempo Argentino, fue brutalmente atacada esta semana por patotas, aprovechando la zona liberada por las fuerzas de seguridad. Las cooperativas Chilavert y Cueroflex se encuentran en guardia desde hace 10 días frente la posibilidad de cortes de servicios y ante la imposibilidad de pagar las enormemente elevadas tarifas. Universal, otra cooperativa de Avellaneda, fue amenazada de corte, con la gendarmería acompañando a representantes de la empresa proveedora. Se suma a la ola de vetos de Vidal en la provincia contra las recuperadas. Parece que el gobierno tiene particular interés en bloquear esta posibilidad de acción ante la fuerte avanzada de despidos y quiebras, resultantes de su propio programa.
En otro orden, se multiplican las redes de pequeños comerciantes y empresarios PyME que organizan en sus zonas diferentes medidas de protesta: bocinazos, cortes parciales de calles, radios abiertas. La realidad de la recesión y el aumento de tarifas aparece como insostenible. Asimismo vecinos, vecinas y centros culturales intentan poner sobre la mesa las dificultades de llegar a fin de mes. Diferentes abogados están promoviendo la presentación de amparos y cautelares por el aumento y sugiriendo el pago con impugnación, que permitiría acumular reclamos ante el daño provocado. La asociación Nace un derecho puso a disposición un modelo de impugnación para poder hacerlo. Las cautelares han prosperado ya en las provincias de Córdoba y Mendoza, y diversas localidades de Buenos Aires y Chubut.
La Multisectorial de CABA -como decenas de otras en el resto del país- está haciendo un esfuerzo por funcionar como vaso comunicante entre estas realidades y las múltiples iniciativas de resistencia al ajuste. La confluencia en su seno de múltiples organizaciones permite el diálogo y coordinación de las acciones en este sentido.
Siguiendo la misma linea, se llevarán adelante múltiples acciones de protesta los días 9 y 13 de julio, en diferentes espacios de la ciudad, bajo la misma consigna: contra el ajuste, los despidos y el tarifazo. Esta misma preocupación convocará a una movilización conjunta de cooperativas de construcción, nucleadas en la CNCT y la red gráfica ante los ministerios de Infraestructura, Energía y Trabajo. La promesa de planes especiales de tarifas para entidades sin fines de lucro lleva más de un mes de dilaciones, sin ningún anuncio concreto. Finalmente, la Multisectorial está llamando a una Marcha Federal para los días 17, 18 y 19 de agosto, para confluir en Plaza de Mayo desde diferentes puntos del país.
Ante el programa de ajuste, el descontento es generalizado y las formas de protesta múltiples. Pero aún hay un largo camino por recorrer para coordinar y potenciar políticamente estas iniciativas. Las Multisectoriales aparecen como una opción para ello.