Por Pablo D. Castro. El film llega a los Oscars con seis nominaciones. La historia relata las campañas en tierras iraquíes del francotirador que más “objetivos” alcanzó en la historia norteamericana.
El Francotirador llega a los próximos Oscars con seis nominaciones, incluidas las de mejor película, actor, y guión adaptado. Basada en la autobiografía del “Navy SEAL” Chris Kyle, relata las campañas de quien más “objetivos” alcanzó en la historia norteamericana. Una bajada ideológica que deja al espectador estadounidense sin más preguntas que la de saber dónde queda la oficina de reclutamiento más próxima. Y si está nominada como mejor película… ¿Por qué será?
Martes 27 de enero, Argentina, Conurbano Bonaerense, cine Hoyts de la localidad de Temperley. Una pregunta gira y gira sin cesar en los rincones de mi mente: ¿qué hago viendo esta película? Y el torbellino de preguntas se desencadena: ¿qué hace mi mujer viendo esta película a mi lado? ¿por qué otras 12 personas más pagaron la entrada para ver esto? ¿Se trata de la llamada dominación cultural? ¿Es el dispositivo ideológico del imperio adoctrinándonos? ¿Debemos paranos y aplaudir a su término para sumarnos a los miles de ciudadanos norteamericanos que con la Star-Spangled Banner salen a la calle a despedir los restos del héroe nacional? ¿Debería decir “americanos” a secas? ¿Debería referirme a esa bandera como el símbolo de la libertad y la democracia? ¿Qué está sucediendo en estas Pampas?
Bradley Cooper interpreta a Chris Kyle, el francotirador que goza del récord de muertes en la historia militar de Estados Unidos. Según relata la película, el aspirante a “Cowboy” recapacita sobre su futuro al ver las imágenes de TV de las embajadas estadounidenses destrozadas en atentados terroristas. Ante el llamado a defender la patria atacada, decide formar parte de las fuerzas especiales de la marina americana. Tras el atentado del 11S (el de Estados Unidos del 2001, no el de Chile de 1973) es enviado a Irak con la misión de proteger a sus hermanos de armas.
De acuerdo al relato, Chris Kyle, al viajar al otro lado del mundo para asesinar personas, estaría cumpliendo con un mandato paterno: ser el perro pastor que protege a las ovejas de los lobos. Para el padre de Kyle, el mundo estaría conformado por esos tres tipos de personas: los débiles, que no saben cómo protegerse a sí mismos; los malvados, que se abusan de los débiles; y los benditos, dotados con el don de la agresión, que usan su poder contra los malvados para proteger a los débiles. La moraleja del cuento, enfatizada con su cinto sobre la mesa: que en su familia no se criarán ni lobos ni ovejas.
El director, Clint Eastwood, a pesar de su conocida tendencia ideológica, nos venía ofreciendo relatos no tan chatos, abordando temas complejos como la eutanasia (“Million dollar baby”) o el racismo (“Grand Torino”), entre otros. En esta producción apenas se hacen al pasar algunos cuestionamientos morales y religiosos con respecto al accionar de los soldados en una guerra. En ningún momento se menciona la palabra petróleo, mucho menos “recursos naturales”, “industria armamentística”, “industria de la construcción”. Ni siquiera parace llamar la atención que se esté construyendo un muro divisorio en la ciudad en disputa, con bloques de concreto muy similares a los levantados otrora por sus fríos enemigos rusos-comunistas en la Berlín dividida, botín de guerra anglo-franco-ruso-americano. El derecho a la vida humana pasa a llamarse el derecho a la americanidad a secas. ¿Por qué el dedo tiembla cuando en la mira hay un niño, o una mujer, y no cuando hay un adulto varón? ¿Es una vida más valiosa que otra? ¿Quizá el niño aún pueda saborear y defender los valores de occidente y renegar de los shawarmas autóctonos?
El director vestido apropiadamente junto a Bradley Cooper
Para colmo de males, la película es bastante trillada: El “otro” es caraturizado. ¿Debería sorprenderme que eso suceda en una película de este estilo? Por supueto, el malo es bien malo: perfora cráneos de infantes con un taladro portátil. Al rival no le asignaron ni una línea de diálogo, sino únicamente vestimenta y rasgos corporales adecuados a fin de estigmatizar a una cultura como de terrorista.
Al menos podrían haber tomado algo de la construcción narrativa y de personajes de “Enemy at the Gates” de Jean-Jacques Annaud. En esta última, Vasili Záitsev (Jude Law) se encuentra con un rival de su propia talla, el mayor König (Ed Harris), quien cumple su rol sin la necesidad de ser caracterizado como falto de sesos e ideas propias. Hasta nos cuenta una linda historia de amor, y nos presenta a un ideólogo que no sólo arma una inteligente maniobra propagandística sino que por la causa rusa llega a sacrificarse.
Bradley Cooper interpretando a Chris Kyle, y su némesis sirio.
En American Sniper nos vuelven a mostrar los conflictos de pareja motivados por las prolongadas ausencias del soldado en campaña por la “liberación” de un país que su novia ni siquiera sabe ubicar en el planisferio; las lágrimas de la mujer embarazada; la preocupación porque el padre no ve a su hijo crecer; el dolor de no estar acompañada en la crianza de su segunda hija… ¿Tan poco creativo puede ser el cuarto arte? Asimismo, tampoco podían faltar el tratamiento psiquiátrico, los pesares de la guerra y el compartir tiempo con los veteranos.
Una vez superada la crisis emocional, aparece la frutilla del postre y la vívora que se come su propia cola: enseñarle a su hijo a matar. Hasta podría decir que se trata de una vívora doble, o una de dos cabezas: quien asesina al héroe es un veterano de guerra. Preciosa expresión de una sociedad que genera sus propios demonios.
¿Remordimientos por los más de 160 asesinatos cometidos? Ninguno. El lamento pasa por no poder seguir matando seres humanos para “seguir salvando a nuestros chicos”. Ya vuelvo… disculpen, me tuve que ir al baño a vomitar. La cuestión es que uno se pregunta cómo es que el padre de Kyle no le azotó el trasero ante semejante lobo que resultó ser su hijo.
Ficha técnica
País: Estados Unidos
Año: 2014
Director: Clint Eastwood
Duración: 132 minutos
Idiomas: Inglés
Productoras: Village Roadshow Pictures, Mad Chance Productions, 22nd & Indiana Pictures, y Malpaso Productions
Distribución: Warner Bros.
Presupuesto: $58.8 millones
Recaudación: $316 242 000 (de acuerdo a Wikipedia al 4 de febrero de 2015)
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