Por Redacción Marcha
Sobreviviente del delito de trata de personas en Tierra del Fuego, Alika Kinan fue rescatada en 2012 y ahora querella no solo a los proxenetas que la esclavizaron sino también al Estado. Hoy comienza el juicio histórico en Ushuaia y habrá acompañamiento desde Buenos Aires.
Alika Kinan lleva una larga lucha y hoy comienza el juicio oral y público, instancia a la que llega soportando amenazas, presiones y extorsiones, todos mecanismos para adoctrinarla, callarla, desacreditarla. “Estoy tratando de desprenderme del lugar de víctima”, decía Alika en una entrevista que le hacíamos en diciembre del año pasado, y vaya que lo hizo.
Alika relata su historia de vida desde la autoridad de la experiencia propia, y deja en claro cómo un sistema capitalista y heteropatriarcal y una alianza delictiva entre complicidades políticas, judiciales y policiales hacen posible que los cuerpos sean mercancía. Al servicio del poder machista de usar, maltratar y tirar de los mal llamados clientes, los prostituyentes.
La causa inició tras la declaración de una sobreviviente en Tucumán, en noviembre de 2011, en la que dijo que había estado en un prostíbulo en Tierra del Fuego, donde había sido explotada junto a otras mujeres de entre 21 y 28 años, algunas argentinas y otras de República Dominicana y Colombia. Luego, en abril de 2012, el titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo, formalizó la denuncia en el marco de la misma causa ante el Juzgado Federal de Ushuaia.
Como consecuencia, se delegaron las investigaciones a la Fiscalía Federal de Primera Instancia de Ushuaia, a cargo de Juan Arturo Soria, y se iniciaron las investigaciones. En octubre de 2012, el representante del MPF solicitó el allanamiento en el prostíbulo “Sheik” así como en la vivienda de los presuntos dueños. Como resultado, ocho víctimas fueron rescatadas del boliche y los tres acusados fueron detenidos. Y en noviembre de 2012 fue dictado el procesamiento de los tres imputados, siendo que en marzo de 2015 el fiscal requirió la elevación a juicio.
Quienes enfrentarán al Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego -formado por los jueces Ana María D’Alessio, Luis Alberto Giménez y Enrique Jorge Guanziroli- son Pedro Montoya e Ivana García, dueños del prostíbulo “Sheik”, además de Lucy Alberca Campos, encargada del lugar. Montoya y García serán juzgados “por los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual cometido mediante el abuso de la situación de vulnerabilidad de las víctimas, en razón de ser siete la cantidad de víctimas, y por ser tres los imputados que actuaron de manera organizada”, y Campos, en calidad de partícipe necesaria. La pena: de 4 a 10 años de prisión según la Ley 26.364 de Trata de Personas.
Es la primera vez que una sobreviviente será querellante contra sus tratantes que la sometieron a la esclavitud y contra el Estado que no la protegió de padecer el infierno. Son tres imputados que están acusados de trasladar con fines de explotación sexual al menos a ocho mujeres en situación de vulnerabilidad a “Sheik”, uno de los prostíbulos más conocidos de Ushuaia, la capital de Tierra del Fuego.
Una historia de vulneraciones
Alika estuvo en el sistema prostibulario desde los 17 años, no sabía lo que era la trata de personas, y solo había escuchado de la “trata de blancas” como el mito de que “vas caminando por la calle, te meten un garrotazo en la nuca, te meten en un auto y terminás violada con una sonda por la que te van pasando droga permanentemente”.
En el ´96 Alika llegó a Tierra del Fuego con una compañera que había conseguido que los proxenetas le enviaran un pasaje desde Córdoba. El día que arribó tuvo que ir a la policía y hacer una apertura de legajo, allí en el destacamento estaba uno de los que serían habituales consumidores de su cuerpo.
Las complicidades, en la historia de Alika, son como pocas veces, evidentes. Alika relató, en el tránsito hacia el juicio, que apenas llegó a Tierra del Fuego le tomaron las huellas dactilares y comprobaron que no tuviera antecedentes legales: “yo pensaba que era cierto entonces lo que me habían dicho de que allí iban las mujeres a forjar la isla”. También habló de los exudados vaginales de todos los meses, “invadían mi cuerpo -un ginecólogo, que no sé si era ginecólogo- y comprobaban que no tuviera sida, si la puta se enfermaba se iba para su casa, el que no se podía contagiar era el cliente”.
En cuanto a la policía aeroportuaria, Alika relató que los inspectores municipales hacían las inspecciones y después iban a buscarla como clientes al prostíbulo, “yo respetaba las normas, estaba siempre al día con los análisis y nunca hacía las denuncias porque me decían que las putas no denunciaban porque formaba parte de los códigos de la noche”.
Entre los clientes prostituyentes, Alika conoció a su ex esposo quien podría testimoniar a favor de los proxenetas en el juicio. En aquel momento se mudaron a España, donde una vez allí, la mandó a un prostíbulo. Aún cuando tuvieron dos hijas. Se casaron para tener los papeles en regla pero Alika decidió dejarlo cuando golpeó por primera vez a su hija mayor mientras ella estaba embarazada de la tercera.
#AlikaNoEstáSola
Con el objetivo apoyar su lucha y seguir minuto a minuto la primera audiencia del juicio en Ushuaia contra los proxenetas de “Sheik”, prostíbulo donde fue esclavizada Alika Kinan, se llevará a cabo una concentración y radio abierta desde las 11 en la Casa de la provincia de Tierra del Fuego en Buenos Aires, Sarmiento 745, CABA. La concentración, convocada por la “Mesa de acompañamiento al Juicio de Alika”, y organizada por decenas de organizaciones y activistas constará de una radio abierta y una performance musicalizada por las “Tamboras abolicionistas”.
Además, la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), a cargo de Marcelo Colombo y Alejandra Mángano, elaboró un comunicado oficial a raíz del comienzo del juicio oral y público, sobre todo teniendo en cuenta las amenazas que recibió Alika Kinan, y que dimensionan como uno en el que “la víctima participa activamente en el proceso como querellante, con una pretensión de castigo penal respecto de quienes fueron sus victimarios y una pretensión de orden civil vinculada con la reparación económica por los daños sufridos como consecuencia del delito”.
Según la Protex, el que una víctima haga oír su voz, sea “colaborativa con la investigación”, “es un aporte para su caso y para el de las otras mujeres que atravesaron por la misma situación y no tienen las herramientas para poder conducir su reclamo”.
Y afirmaron, “no vamos a permitir que callen su voz y no lo vamos a hacer sólo por ella, lo vamos a hacer por las más de mil víctimas por cuya explotación silenciosa fueron condenadas más de 350 personas y no pudimos hacer oír en el reclamo acabado de sus derechos. Por otras mil más que atraviesan ahora largos procesos penales en donde se persigue a cientos de imputados y que queremos que sean oídas y resarcidas. Y por todas las que silenciosamente son sometidas hoy en día esperando ser rescatadas, empoderadas, protegidas”.
¡Alika Kinan no estás sola!, dicen desde la Asociación de Mujeres Argentinas por los Derechos Humanos (AMDH). “Por primera vez en Argentina será la propia víctima querellante en el juicio oral y público”, agregan, “esto sentará un precedente en este país para que a ninguna víctima más se le vulneren los Derechos Humanos”. Y finalizaron, “seguiremos en esta lucha para terminar con todo este sistema perverso que introduce en el mundo a millones de personas, mujeres, niñaxs, travestís y personas trans en el circuito de la prostitución”.
A su vez, un grupo de organizaciones sociales y feministas expresaron en una solicitada el apoyo a Alika Kinan y su juicio contra sus proxenetas y el Estado. “Alika rompió con el silencio, con el rol de víctima y se posicionó como querellante. Alika acusa judicialmente a sus explotadores. Los reconoce como tales. Se reconoce a sí misma sobreviviente, como mujer que fue víctima de un delito grave. Mientras los acusados caminan tranquilamente por la calle y continúan con su negocio, Alika debe cuidarse y cuidar a sus hijxs”, afirmaron.
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